¿Me imprime un corazón?
Cuando Mary Shelley publicó su famosa novela Frankenstein en los albores del siglo XIX nadie hubiera sospechado que realmente fuera posible que órganos humanos pudieran insertarse fuera de su cuerpo
Cuando Mary Shelley publicó su famosa novela Frankenstein en los albores del siglo XIX nadie hubiera sospechado que realmente fuera posible que órganos humanos pudieran insertarse fuera de su cuerpo