Se estima que para el año 2050 el 70% de la población mundial vivirá en ciudades, y por ello resulta fundamental ir preparando el terreno para resolver problemas tales como la congestión del tráfico, la contaminación y la seguridad.
No es tarea fácil, y unos y otros están dándole vueltas al concepto de Ciudades Inteligentes (Smart Cities) con el fin de mejorar las necesidades básicas de los ciudadanos, empresas e instituciones a través de la tecnología. La transformación digital también debe llegar a nuestras ciudades, y en este sentido ya se van van tomando iniciativas para mejorar las comunicaciones y la sostenibilidad, siendo más eficientes y socialmente inclusivas.
Ya en enero de 2014 el Ayuntamiento de Madrid puso en marcha su proyecto MiNT (Madrid Inteligente) para dar soporte a la gestión de los contratos integrales de servicios urbanos del Área de Medio Ambiente. Se supone que este proyecto a cuatro años culminaba a principios de 2017 y que incluía herramientas de participación ciudadana, pero realmente no se han publicado nuevas noticias de ello… Espero que los 15 millones de euros proyectados hayan cumplido objetivos.
Ahora nos llegan noticias recientes de un proyecto puesto en marcha también por el mismo Ayuntamiento orientado a la implantación de un sistema de movilidad inteligente, uno de los seis criterios utilizados para evaluar el grado de ciudades inteligentes. Funcionará capturando una serie de datos de forma integral para conocer en tiempo real el tráfico de nuestra ciudad, combinando todos los modos de movilidad: coches, motos, bicicletas y peatones.
Para ello se instalarán 120 estaciones permanentes de aforos, equipadas con sensores inteligentes dotados de visión artificial para el conteo del tráfico, así como otras 40 destinadas a peatones y ciclistas, y todas ellas para monitorizar la movilidad en las calles de la capital de forma continua.
Los sensores informarán sobre intensidad de tráfico en Madrid, velocidades instantáneas, aforos direccionales y caracterización del parque
A priori este número nos parece un poco escaso, y a falta de mayores datos entendemos que se estarán colocando estratégicamente orientadas a los principales ejes y el centro de la ciudad.
Toda esta fuente de datos, un ejemplo más de las nuevas tendencias IoT (Internet de las Cosas) y Big Data generará de forma continua cantidad de información que será capturada, agregada, archivada y supervisada para su posterior análisis por parte de los técnicos del ayuntamiento.
Los sensores informarán sobre intensidad de tráfico en Madrid, velocidades instantáneas, aforos direccionales y caracterización del parque. Con todo ello se supone que el Ayuntamiento podrá identificar las causas de las congestiones y tomar medidas para mitigarlas y evitarlas en la medida de lo posible en el futuro.
Otras fuentes de información estarán formadas por un conjunto de sensores instalados en vehículos, aparcamientos de titularidad municipal (aportando datos de ubicación y uso), aparcamientos de vía pública (el SER), datos de denuncias, el propio transporte público (recordemos la información que ya suministran los autobuses sobre la frecuencia de paso y tiempos de llegada a las paradas), etc.
La empresa contratada ha sido Kapsch TrafficCom y la solución se denomina EcoTrafiX, un proveedor internacional de soluciones para Sistemas de Transporte Inteligente (ITS) con sede central en Viena y que acumula más de 50 proyectos exitosos alrededor del mundo. Este en concreto supone una inversión total de unos 1,9 millones de euros.