Redes sociales y jóvenes ante el desafío digital. Hay una frase que dice: “Lo que pasa en Las Vegas, se queda en las Vegas y lo que pasa en Twitter….. se queda para siempre en Google”. El futuro de las redes sociales es difícil de prever pues la Web 3.0 es su evolución natural y difícilmente podemos dibujar cómo será esa nueva experiencia.
Posiblemente hablaremos de un nuevo concepto de Redes Sociales 2.0 pues se habla de experiencias más envolventes y atractivas, donde el protagonismo se centrará en los datos, sobre todo en lo relativo al valor intrínseco de nuestros propios datos vertidos alegremente en las redes, bien por el afán de protagonismo, o por ignorancia del valor de ellos. el verdadero oro del siglo XXI.
Queda aún mucho por definir, pero va a ser imprescindible readaptar la legislación, algo cada vez más urgente, pues la tecnología siempre va por delante y parece que nuestros legisladores no aprenden la lección. Ya va siendo hora de que miren lo que está pasando a su alrededor y no pongan la venda en la herida cuando sea irreversible el daño.
Cualquier post, noticia o comentario que se vierta en redes sociales de forma maliciosa, no parece razonable que quede impune. Habría que atajar por distintos canales, de forma que no sea gratis inventar un bulo y que no tenga consecuencias punibles.
Desafío digital
A los jóvenes, hay que concienciarlos e informarles de los peligros que corren por ser parte activa y transmisora de noticias falsas. Para ellos la televisión es un producto del pasado y ni remotamente lo consideran un medio de información, sino como mucho, un buen soporte para ver series en distintas plataformas, sencillamente porque hablan su mismo idioma: el lenguaje digital.
Los jóvenes ya han dado el paso a crear una nueva identidad con la llamada “Generación Mute” aquella que considera los smartphones como un dispositivo que sirve para todo, pero olvidando su función principal: “hablar por teléfono” algo ciertamente barroco para ellos.
El reto actual es adaptarse a los cambios introducidos, de interactuar forma diferente y entender que el cambio digital es irreversible con todo lo que encierra, incluida una nueva cultura muy diferenciada de usos y hábitos convencionales. Estamos ante una sociedad que está conociendo un nuevo modelo de comportamiento hibrido que se está autorregulando sin normas preestablecidas.
Redes sociales y jóvenes ante el desafío digital
Los equipos han ido experimentando cambios notables y los jóvenes vienen con otros planteamientos. Si hablamos de movilidad, ellos pueden referenciar el coche autónomo, o el coche compartido gestionado por una app, pero en su esquema no entra la compra de algo que al día siguiente de adquirirlo, pierde valor y genera gastos.
A nivel laboral, exigen flexibilidad horaria, trabajo a distancia y hacerlo por objetivos. Todo ello exige una readaptación, pero ¿están preparados los directivos de RR.HH. para estos cambios? Para ello es imprescindible cubrir dos exigencias: que haya voluntad de integración humano-máquina por parte de los dirigentes y en segundo lugar un compromiso recíproco, fomentando la innovación para mejorar la eficacia y aumentar la productividad.