Si continuamos así, el Gobierno de Mariano Rajoy podría hacer bueno al de Zapatero en lo que a políticas de desarrollo de las nuevas tecnologías se refiere. Lo cual, sería una auténtica catástrofe, porque la anterior Administración no logró remontar un sector en el que todos coincidimos que es clave para el futuro de España.
Para empezar, continúan con un error grave de base: todo lo que toca a las TICs depende de un Ministerio, el de Industria, Comercio y Turismo, en el que no deja de ser una “María”. El Ministro de turno apenas conoce de estas materias y, normalmente, tiene otros asuntos que considera de más relieve atender (justo cuando escribo estas líneas, su activo gabinete de prensa, me envía un correo con declaraciones de Soria sobre el Centro Espacial de Canarias).
Tenemos una Secretaría de Estado que apenas “toca bola” en el presupuesto global del Departamento. A su frente está un hombre gris, de apellido presidencial, que no tiene la personalidad suficiente para hacer valer la relevancia de nuestra industria.
Para colmo, este año se vuelven a reducir las cantidades globales que se destinan a la promoción de proyectos emprendedores, con lo que, sin miedo a equivocarnos, podemos afirmar que retrocedemos una vez más.
Es curiosa la unanimidad con la que el espectro político (derechas e izquierdas) proclama que la salida de la crisis pasa por el desarrollo de las nuevas tecnologías, y esa misma unanimidad se aplica a la política del día a día, que no hace nada que merezca la pena para nuestro nuestra prosperidad.
En definitiva, seguimos perdiendo el tiempo.