Buenas noticias para el sector. Tras el nombramiento de Miguel Sebastián como Ministro de Industria, Turismo y Comercio, todos los altos cargos asignados a las Telecomunicaciones y Sociedad de la Información han sido confirmados. Ros, Cierco y Muriel van a poder continuar su labor iniciada hace cuatro años. Una labor que fue de menos a más y que debe tener continuidad con un montón de planes en marcha, muy ambiciosos, que, con seguridad, nos van a ayudar a sobrellevar los meses duros que nos esperan.
A Sebastián, que siempre ha mostrado sus inquietudes sobre la innovación y las nuevas tecnologías, para empezar, le voy a “echar en cara” algo que no me gustó justamente en la toma de posesión de los nuevos altos cargos de su Ministerio. Sólo le dedicó una breve frase (“a lo largo de los últimos años, hemos batido varios records: España se ha convertido en el país líder en banda ancha empresarial en Europa; el reto ahora es extender este esfuerzo a todos los ciudadanos y a todas las Pymes”) a lo que es Sociedad de la Información. Confío en que sólo fuera un lapsus de sus colaboradores más cercanos y que, en el futuro, le dé a nuestro sector la importancia que se merece.
Prefiero quedarme con algo que nos dijo el propio director general para el Desarrollo de la Sociedad de la Información, David Cierco, tras recibir el pasado mes el galardón como “Personalidad del Año”, otorgado por esta revista: “Estoy convencido de que los próximos tres o cuatro años van a ser escenario de grandes éxitos compartidos. Tenemos el compromiso de mantener el esfuerzo y de que todos juntos, trabajando y colaborando, vamos a conseguir que nuestro país esté entre los diez más avanzados del mundo en tecnologías de la Información”.
Los próximos meses van a ser cruciales para el sector. Todo el mundo empieza a hablar de crisis y, a pesar de que todavía no se ha notado en exceso en las cuentas de resultados, la mayoría de empresas comienza a estudiar planes de ajustes “por lo que pudiera venir”. Justo lo que no debemos hacer. Porque, si aprobamos cancelaciones de gastos sin justificación, sólo por “lo que pueda venir”, estamos detrayendo dinero al sistema y parando la actividad necesaria para el conjunto de la venta.
Juan Manuel Sáez