El proceso de digitalización de las organizaciones tanto públicas como privadas, está en marcha. Se trata de un fenómeno irreversible generado por la adaptación al nuevo puesto de trabajo, sin lugar fijo, así como a la necesidad de ajustarse a los nuevos modelos de negocio. El aumento de la inversión en tecnología dirigido hacia equipos de cliente, ya sean portátiles, PC o tablets, continúa en la línea de crecimiento que hemos ido observando en los últimos meses en el entorno público, pero también en el privado, y todo ello a pesar de las trabas surgidas por las demoras en la entrega.
Esta tendencia viene asociada a la necesidad de reforzar la ciberseguridad, un ámbito que, desde la pandemia, están potenciando las organizaciones con una inversión mayor y con herramientas cada vez más avanzadas. La necesidad es enorme por el trabajo híbrido, la movilidad y una conectividad permanente. De hecho, se espera que en los próximos años muchos de los ingresos de las compañías llegarán a través de experiencias digitales y no físicas.
Estos factores conllevan la creación de nuevos canales de comercialización, así como una mayor apuesta por la economía circular, la sostenibilidad y otros modelos que repuntan como el pago por uso, el pago por resultados o los precios dinámicos, cada vez más presentes. Estos factores continuarán en auge durante los próximos doce meses junto con una mayor consolidación de la analítica de los datos como palanca de creación de negocio en un entorno cada vez más sofisticado. No hay que olvidar que la inversión en tecnología va a crecer mucho más que la economía en los próximos años. Se estima que un 8% frente al 1% del entorno general.
Potenciando las habilidades
Las organizaciones requieren cada vez más de talento y habilidades digitales, una cuestión que urge abordar por la carencia de personal especializado en algunas áreas vitales como la ciberseguridad, las redes, la nube e incluso la inteligencia artificial. Nuestra unidad de negocio de Talento es una de las más favorecidas y continuará proporcionando las personas y herramientas esenciales para los proyectos de transformación digital, un aspecto clave para el desarrollo económico del país.
La unidad de negocio de Talento de Compusof es una de las más favorecidas y continuará proporcionando las personas y herramientas esenciales para los proyectos de transformación digital
La inyección de capital europeo favorecerá igualmente la adopción tecnológica a pesar de la dificultad de la gestión de dichos fondos. Además, las multinacionales seguirán implementando nuestras estrategias basadas en modelos digitales que impulsarán la venta de tecnología, si bien las pequeñas empresas moderarán su inversión ante la incertidumbre económica. Es evidente que la digitalización impulsa todos los sectores, pero también incide en la estructura de los mercados e incluso de los estados.
Así pues, asistimos a un nuevo período de bastos horizontes para nuestra compañía, cuando ya van quedando atrás los problemas generados por la falta de chips, impulsados por la inversión de Europa y la pujanza de las grandes organizaciones de nuestro país y de sus ciudadanos.
Por Moisés Camarero Aguilar, CEO Grupo Compusof