Nombre: Carmen Virginia López-Gil
Cargo: Ingeniera de Datos en Xebia Data
Fecha de nacimiento: 26/04/1993 Hijos: cero
Hobbies: leer, surf, buceo
Estudios: Grado en Ingeniería de Software U-Tad
Entrevista con Carmen Virginia López-Gil Pérez. Ingeniera de datos en Xebia Data, Ámsterdam, (Países Bajos)
¿Cómo llegó al mundo TIC?
Mi padre me incentivó a estudiar una ingeniería porque hay más oportunidades laborales en este campo. Empecé estudiando ‘Ingeniería de Telecomunicaciones’ en una universidad pública. La verdad es que no me gustó nada, pero me di cuenta de que me interesaba la programación. Por eso decidí cambiarme a ‘Ingeniería del Software’, pensando que en esta carrera daría muchísima más programación. Cuando llegué me encontré que apenas tenía varias asignaturas de programación los dos primeros años. Me desanimó mucho. Aparte de eso, no nos daban buenos estándares del código ni nada que fuera estimulante, y eso que programar lo es, y mucho.
¿Qué es lo que más valora de su trabajo?
Lo que más me gusta de mi trabajo es que me siento valorada, veo que lo que creo genera impacto en la empresa.
En su opinión ¿qué es lo que falla para que las mujeres no apuesten más por el estudio de carreras STEM?
No lo sé. Posiblemente la falta de referentes femeninos en estas áreas y los estereotipos asociados a este tipo de carreras: que si son más de chicos, que si son muy difíciles, etc.
¿Cree que existe el “techo de cristal” en las empresas TIC? ¿Cuál debería ser la solución?
De momento no he experimentado ningún techo de cristal. Es verdad que aún me queda mucho camino por recorrer, pero creo que ahora las cosas están cambiando y poco a poco, a las mujeres nos resulta más fácil acceder a puestos de responsabilidad.
¿Qué dificultades se encontró usted para llegar a la posición que tiene actualmente?
La verdad es que he tenido mucha suerte porque he intentado siempre dar los pasos oportunos para llegar a donde estoy hoy. Siempre he tenido muy claro lo que me faltaba en mis trabajos (o bien más experiencia, o bien saber de una determinada tecnología o conocimientos más técnicos, etc.), de modo que siempre me movía a nuevos trabajos que cumplían los requisitos para completar aquellas áreas que tenía que reforzar para crecer profesionalmente y evitar futuras dificultades.
¿Qué es lo que más valora de su empresa con respecto a la integración de la mujer?
En Xebia Data actual podemos decir que la mujer está muy bien representada ya que el 35% de la plantilla somos mujeres. A la hora de contratar a nuevos empleados no se tiene en cuenta si se es mujer u hombre, se contrata a la persona que está más preparada para el trabajo a desempeñar, ya sea hombre o mujer. Sí veo que cada vez hay más mujeres, por lo que, pienso que la integración la iremos consiguiendo poco a poco.
Un 35% de alumnos no logra ni acabar el bachillerato ni la FP equivalente, ¿está en la educación el problema de la falta de perfiles especializados?
Creo que la educación pública en ciertos sectores no está adaptada a lo que el alumno va a ver cuando sale al mundo laboral, y esto puede generar desinterés en lo que están estudiando. Yo misma me planteé dejar la carrera porque lo que estudiaba en la universidad era un contenido desactualizado y muy teórico, alejado de lo que es hoy en día el mundo TIC.
¿Le han servido los estudios que hizo para realizar su labor actual?
Si, estoy trabajando de lo que estudie. Como decía antes, yo tuve muchos momentos en los que quise dejar la carrera, pero fue más por cómo las universidades públicas enseñan la carrera; muchas matemáticas y física, solo un poco de programación, con libros desactualizados y sin casos prácticos. Y lo peor: profesores que van a clase a leer diapositivas y no a mostrar la pasión y las múltiples aplicaciones de este tipo de carreras.
Fueron años muy duros, muy tristes y de muchísimo estrés en los que me planteé cada día que la ingeniería no era para mí. Lo superé porque realmente sabía que me gustaba programar, lo hacía en mi tiempo libre, así que sabía que el problema venía de la forma de enseñar y el contenido de este tipo de instituciones. Así que busqué una alternativa, que fue la universidad U-tad y su Grado en ‘Ingeniería del software’, y me encantó.
Solucione el problema de la educación en España…
Basado en mi experiencia, diría que las universidades públicas deben de revisar urgentemente su modelo educativo, su profesorado y sus planes de estudio, si no quieren acabar con la vocación STEM de muchos jóvenes en España.
En unos momentos en los que hace falta mucha gente formada en disciplinas STEM, que desde la universidad se contribuya a destruir vocaciones, me parece algo muy sorprendente. Este sector evoluciona y cambia muy rápido, y las universidades que forman en las áreas STEM, deben de ser capaces de adaptarse a estos avances a la misma velocidad.
Si tuviera que aconsejar a un joven qué estudiar de cara a obtener un futuro laboral estable, ¿por dónde le orientaría?
Aconsejaría invertir tiempo en ver si a la persona le gusta la programación, ya que es una carrera con muchas salidas y bien pagada.
Creo que ahora mismo la programación lo es todo, es el avance para el futuro, lo que crea los nuevos puestos de trabajo y lo que hace que cambie la mentalidad de las personas. A día de hoy nadie podría imaginar la vida sin su teléfono, tablet u ordenador. Actualmente todas las profesiones tienen algún programa que les ayuda, por lo que la programación se convierte en un pilar fundamental de nuestra vida.
¿Hacia dónde cree que va el sector TIC? En su opinión, ¿cuáles van a ser las tendencias que realmente van a transformar la sociedad?
Es imposible saber cómo va a ser la tecnología dentro de unos años, son inimaginables los cambios que se van a dar. Nunca sabes lo que va a salir nuevo, cada día se crean cosas que impresionan más y que pensabas que eran algo imposible. Por eso, ni me imagino, ni quiero imaginarme, cómo será lo que está por venir, pero será impresionante.
IA, automatización, robótica, ¿de verdad cree que el futuro pasa por las personas?
Yo que trabajo en el mundo de los datos, pienso que éstos pueden dar información, pero lo que realmente genera valor, es la persona que interpreta esos datos y les da sentido. Lo mismo pasa con la robótica y la automatización, nos pueden dar la información o hacernos el trabajo más sencillo, pero al final, el que genera valor en una compañía es la persona.