Nombre: Isabel María Gómez
Cargo: Global CISO de Atento
Hobbies: trekking y leer
Estudios: varios relativos a la ingeniería y a la ciberseguridad
Entrevista con Isabel María Gómez, Global CISO de Atento
¿Cómo llegó al mundo TIC?
Comencé a programar cuando tenía 7 años en una pequeña escuela de informática. En apenas unos años realicé mi primer videojuego. Siempre he encaminado toda mi carrera dentro del sector TIC y, específicamente, en el área de seguridad: en mi caso, las TIC me han acompañado desde el principio.
¿Qué es lo que más valora de su trabajo?
El mundo de la protección de la información se está convirtiendo en un pilar innegable para prácticamente todas las empresas, pero es un ámbito cambiante, en constante evolución y muy complejo. Valoro en gran medida los desafíos que se me plantean a lo largo del camino, ya que me hacen buscar la mejora constante y practicar la resiliencia.
Además, me parece muy importante el papel que hace todo el equipo de Atento con el objetivo de continuar mejorando los procesos, la ciberseguridad y la protección de los datos personales. Me siento muy honrada por la confianza que ha depositado en mí Atento para desempeñar este rol clave dentro de la compañía, trabajando con un equipo de grandes profesionales.
En su opinión ¿qué es lo que falla para que las mujeres no apuesten más por el estudio de carreras STEM?
Puede que haya un aspecto sociocultural en el sentido de que la tecnología y la ciencia están, hasta cierto punto, masculinizadas. En este aspecto tiene un papel muy importante el sector educativo, que puede ayudar a eliminar las ideas preconcebidas en cuanto a los roles sociales. La educación en casa también es importante: debemos prestar mucha atención a los mensajes que damos a nuestros hijos, los juguetes que les compramos, etc. Todo influye.
En mi caso, por ejemplo, aporto mi granito de arena como voluntaria en un proyecto que me brinda grandes alegrías y que fomenta el uso de la ciencia y la tecnología. Se llama Tech innovation (https://technovationchallenge.org/) y es una organización sin ánimo de lucro dedicada a la educación tecnológica que prepara a jóvenes de entre 8 y 18 años para convertirse en emprendedoras y líderes tecnológicas. Con el apoyo de mentores voluntarios y padres, las niñas trabajan en equipos para codificar aplicaciones móviles que abordan problemas del mundo real.
Por otro lado, fomentar iniciativas como esta, en la que se está dando visibilidad a las mujeres dentro del STEM es clave para que las jóvenes encuentren referencias a las que quieran parecerse “cuando se hagan mayores”.
En otras palabras, que existan roles visibles a los que aspirar y que se cuente cómo han llegado las mujeres hasta dichos roles. De esa manera, más niñas podrán imaginarse haciendo lo que realmente quieran… Ya sea dentro del ámbito STEM o no. Lo que hay que lograr es que no haya limitaciones en ese sentido.
¿Cree que existe el “techo de cristal” en las empresas TIC? ¿Cuál debería ser la solución?
Hace algunos años era muy extraño ver a mujeres en altos cargos dentro de las empresas TIC; se podían contar con los dedos de la mano porque eran excepciones. Últimamente se ven cada vez más mujeres en cargos de responsabilidad dentro de las empresas TIC, especialmente dentro de las multinacionales, entre las que se encuentra Atento. Es de esperar que continúen implementando medidas de inclusión en todo tipo de empresas y que cada vez sea más habitual encontrar mujeres talentosas y cualificadas en roles TIC de responsabilidad.
¿Una política de cuotas puede resolver el problema?
Las políticas de cuotas han resultado útiles en algunos casos, pero la realidad es que el objetivo es llegar a un punto en que se consiga un crecimiento orgánico basado en talento, capacidades y experiencia de los candidatos.
Si se implementan políticas de ESG, y compromisos como el que ha establecido Atento con la diversidad, integración e inclusión, no hace falta establecer un sistema de cuotas. Los puestos se asignarán a las personas que estén más cualificadas para ellos, sin importar el sexo, la raza, religión ni otros factores.
¿Qué dificultades se encontró usted para llegar a la posición que tiene actualmente?
Soy de esas personas que creen que esfuerzo, trabajo, constancia y compromiso se puede llegar a donde uno quiera. Dificultades tenemos todos, independientemente del género, y está en nuestra responsabilidad mantener en la cabeza nuestro objetivo, echar mano de la resiliencia y seguir adelante.
¿Qué es lo que más valora de su empresa con respecto a la integración de la mujer?
Atento lleva muchos años implementando una política de RSC, pero recientemente decidió ampliar su compromiso con una estrategia de ESG que impacta a todos los niveles de la organización y a nivel global.
El compromiso con las personas no ha hecho sino renovarse y ampliarse año tras año, y existen políticas específicas de integración e igualdad. La verdad es que estoy orgullosa de trabajar en una empresa con un componente de responsabilidad social tan afianzado.
Un 35% de alumnos no logra ni acabar el bachillerato ni la FP equivalente, ¿está en la educación el problema de la falta de perfiles especializados?
Hay un conjunto de factores, entre los que la educación es importante, pero no es el único. Lo ideal sería que se consensuara un modelo educativo a largo plazo en nuestro país que tuviera el objetivo de mejorar ese aspecto.
¿Le han servido los estudios que hizo para realizar su labor actual?
Totalmente. Soy un claro caso de una persona que estudia por vocación y acaba convirtiéndola en su trabajo.
Solucione el problema de la educación en España…
Este es un problema tremendamente complejo… Puede que la solución pase por lograr un amplio consenso entre las fuerzas políticas para dar continuidad en el tiempo a un modelo educativo estable. Eso sí, dentro de esa estabilidad debe haber suficiente flexibilidad como para poder integrar la mejora y para poder adaptarse a la realidad que se esté viviendo en cada momento.
Si tuviera que aconsejar a un joven qué estudiar de cara a obtener un futuro laboral estable, ¿por dónde le orientaría?
El panorama laboral está cambiando aceleradamente. Se están creando nuevos empleos de forma constante y probablemente, dentro de 20 años habrá muchos trabajos que serán nuevos y muchos otros habrán desaparecido. Es bastante complicado armonizar las capacidades de un joven en particular con la velocidad de cambio del mercado laboral. En ese escenario, la capacidad más decisiva e importante es la capacidad de adaptación a nuevos entornos.
¿Hacia dónde cree que va el sector TIC? En su opinión, ¿cuáles van a ser las tendencias que realmente van a transformar la sociedad?
Hace una década apenas almacenábamos datos y ahora es impensable un mundo sin ellos: son la base de los negocios, la clave para la toma de buenas decisiones. Este ejemplo ilustra la rapidez del cambio dentro del sector tecnológico.
La robotización, la automatización y la inteligencia artificial son algunas de las tecnologías que ya existen y que seguirán evolucionando durante los próximos años igual que lo ha venido haciendo el big data. El potencial es enorme: solo hemos visto la punta del iceberg.
En el futuro es muy previsible que aparezcan otras tecnologías.
IA, automatización, robótica, ¿de verdad cree que el futuro pasa por las personas?
En Atento estamos haciendo una fuerte apuesta por las nuevas tecnologías, la automatización, los chatbot y todo lo que nos ayuda a gestionar la interacción de nuestros clientes con el cliente final. Nuestro objetivo es dar respuestas más rápidas y eficientes a las cuestiones más comunes y sencillas, y abrir nuevos canales para un servicio de atención al cliente que sea a la vez efectivo y rentable.
No obstante, el contact center es un sector en el que entendemos bien el valor de las personas: al final una máquina todavía no puede tener empatía. Existen situaciones tremendamente complicadas en el día a día del trabajo que realizan nuestros agentes, y si bien algunas consultas se pueden agilizar mediante el uso de la tecnología y la automatización, otras veces el ser humano es insustituible.
Además, las personas están resultando clave a la hora de enseñar a las máquinas y tomar las decisiones a partir de los datos que estas arrojan. Al final nos dan datos, nos calculan las probabilidades, pero hay dilemas éticos que una máquina no entiende.
Por lo tanto, si me preguntas si el futuro pasa por las personas, mi respuesta es un sí rotundo…