Nombre: Helena Herrero
Cargo: presidenta de la región sur de Europa de HP
Hijos: 2
Estudios: Licenciada en CC. Químicas, Universidad Complutense de Madrid. Gestión y dirección empresarial, INSEAD. Programa de Alta Dirección de Empresas, IESE
Entrevista con Helena Herrero, presidenta de la región sur de Europa de HP
¿Cómo llegó al mundo TIC?
Siempre he estado en el mundo TIC y aunque química de formación, toda mi carrera la he desarrollado en HP pasando por diferentes áreas de la compañía hasta que en 2015 llegué a la presidencia.
Durante los cerca de 40 años de carrera, he presenciado muchos cambios en esta industria, y he visto cómo el papel de la mujer iba cogiendo peso y protagonismo en este sector. Asimismo, durante todos estos años he tenido la gran suerte de trabajar en una compañía que valora el talento y la capacidad de las personas, independientemente de cualquier otra cuestión, incluido el de género.
¿Qué es lo que más valora de su trabajo?
La posibilidad de conectar con otros, de compartir la experiencia y el desafío que supone afrontar los retos que nos propone el día a día. De trabajar mano a mano con equipos multidisciplinares y superar obstáculos y momentos complejos como el que nos ha tocado vivir este último año. Participar en la capacidad de resiliencia de personas y organizaciones con las que interactúo en el día a día y de las que siempre extraigo algún tipo de aprendizaje; así como el poder dejar una huella positiva en las personas y en la sociedad.
En su opinión ¿qué es lo que falla para que las mujeres no apuesten más por el estudio de carreras STEM?
Uno de los lastres más importantes hay que buscarlo en una educación basada en roles que ‘masculiniza’ la ciencia y la tecnología en todo el proceso educativo y que limita la capacidad y las expectativas de las niñas en determinadas asignaturas y competencias profesionales. Esta creencia social, que se alimenta desde la esfera familiar y desde otros entornos como el mediático, con falta de referentes cotidianos con los que identificarse, genera en las niñas y las jóvenes cierto rechazo por asignaturas STEM, que acaba condicionando su desarrollo profesional hacia carreras que socialmente se han atribuido a la mujer.
Romper con ideas preconcebidas sobre los roles femeninos y masculinos es muy complicado y exige el trabajo conjunto de instituciones, sector educativo y entorno familiar. Es clave apostar por una educación libre de sesgos que fomente en la mujer desde su niñez una mayor confianza en sus habilidades y posibilidades y que visibilice modelos inspiradores que despierten su vocación técnico-científica.
¿Cree que existe el “techo de cristal” en las empresas TIC? ¿Cuál debería ser la solución?
Aunque es cierto que podemos encontrar casos visibles en los equipos directivos de empresas de primer nivel dentro de nuestro sector, la industria tecnológica debe ser más inclusiva y un ejemplo de impulso y promoción de la presencia de la mujer en todos los niveles de la organización. En este sentido, es importante discontinuar modelos de liderazgo del pasado basados en el presentismo, que ‘penalizan’ a la mujer, y apostar por medidas reales de conciliación para hombres y mujeres.
Sólo un dato: el 92,4 % de las reducciones de jornada por cuidado de menores y otras obligaciones familiares en nuestros país las solicitan mujeres, lo que revela el peso de la etiqueta social de ‘cuidadora’ que heredan al nacer y que lastra su empleabilidad y sus posibilidades de desarrollo profesional.
En HP, llevamos años poniendo en valor el talento femenino en la organización, midiendo el trabajo por objetivos y poniendo en marcha medidas de conciliación como la ayuda para la guardería o la ampliación del número de días de permiso retribuido por paternidad y maternidad, conscientes de los beneficios que aporta el talento femenino a la organización. Además, contamos con un plan a tres años de mentoring y coaching diseñado para equiparar las opciones de acceso a los puestos de alta dirección que nos ha permitido que, en la actualidad, el 25 % de los puestos ejecutivos de HP España y Portugal lo ocupen mujeres y que este porcentaje alcance el 45 % en el Comité de Dirección en nuestro país.
¿Una política de cuotas puede resolver el problema?
Nadie duda de que la política de cuotas ha ayudado a mejorar la situación, pero también que no han acabado de romper los techos de cristal. Si bien es cierto que, diez años después de que se aprobara la Ley Orgánica 3/2007 de igualdad de Género, del 22 de marzo de 2007, el porcentaje de las mujeres en los consejos de administración del IBEX 35 ha pasado del 6% al 22%, también que esta ratio está muy lejos del 40% que marca la norma. Esto pone de manifiesto que es necesario un cambio de mentalidad, que evite a las mujeres el dilema de elegir entre vida familiar y profesional, con medidas reales de conciliación y políticas de promoción más justas e inclusivas.
¿Qué dificultades se encontró usted para llegar a la posición que tiene actualmente?
Todas las que te puedas imaginar. Si nos remontamos dos o tres décadas hacia atrás, nos damos cuenta del terreno que por derecho hemos ocupado. En mi caso, y viéndolo con perspectiva, nunca me obsesioné con las dificultades. Si me caía me levantaba y seguía hacia delante, sin buscar culpables y sin pensar en posibles complejos que a la larga son los que realmente nos limitan. Y si haces todo esto, y eres constante, llega un día en que te das cuenta de que has llegado y te sientes orgullosa de lo que has superado y lo que has conseguido. De vez en cuando es importante echar la vista atrás y darte cuenta las barreras que has tenido que superar y alzar la voz para marcarle el camino a las nuevas generaciones de mujeres que vienen pisando fuerte.
Un 35% de alumnos no logra ni acabar el bachillerato ni la FP equivalente, ¿está en la educación el problema de la falta de perfiles especializados?
Es obvio que algo falla para que el índice de abandono del sistema muestre ratios tan elevados respecto a países de nuestro entorno. Creo que, si bien se han dado tímidos intentos por buscar nuevos estímulos que desarrollen y preparen ese talento, debemos dar un paso más y evolucionar la forma en que educamos, creando nuevas experiencias de aprendizaje personalizadas y conectadas que preparen, desarrollen y estimulen ese talento y esas vocaciones que son tan necesarias en el mundo de hoy.
Solucione el problema de la educación en España…
Es importante que tengamos un gran pacto educativo que, más allá de ideologías, sea la base del modelo de país que queremos construir. Un verdadero acuerdo, que abarque todas las etapas educativas desde la infancia hasta la universidad y que apueste por una educación transformada y digital, apoyada en la tecnología, la innovación y la ciencia, que nos haga ser un país más competitivo en el escenario internacional.
Si tuviera que aconsejar a un joven qué estudiar de cara a obtener un futuro laboral estable, ¿por dónde le orientaría?
Es innegable que, si atendemos a las previsiones de los organismos internacionales, las carreras STEAM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería, Arte y Matemáticas) presentan un presente y futuro envidiable en plena transformación digital como nos encontramos. Pero más allá de la demanda de este tipo de profesionales que será transversal en todos los sectores de actividad, es importante que cada uno, siendo consciente de sus habilidades y capacidades, pero también de sus pasiones, tome sus propias decisiones y encuentre su ilusión, su camino. Este proyecto profesional siempre debe tener en la formación y las ganas de crecer y superarse su gran aliado.
¿Hacia dónde cree que va el sector TIC? En su opinión, ¿cuáles van a ser las tendencias que realmente van a transformar la sociedad?
La situación que hemos vivido y vivimos dibuja un escenario en el que la tecnología ha cobrado un protagonismo vital. Ha sido un ‘facilitador’ en los momentos más complicados, permitiendo a las organizaciones seguir dando servicio, manteniendo cerca a las personas en la distancia y dando una respuesta a la necesidad acuciante de material por parte de los hospitales en los meses más duros de la pandemia. El hecho de que la tecnología de impresión en 3D se haya convertido en una opción de facto para producir material allí donde se necesitara, eliminando la dependencia del abastecimiento y la cadena de suministro, agilizando los tiempos de entrega y reduciendo los costes de producción, ha impulsado la adopción de la fabricación digital.
IA, automatización, robótica,… ¿de verdad cree que el futuro pasa por las personas?
Sin duda, las personas son el activo más valioso de las empresas y el que marcará la diferencia a la hora de abordar esta transformación. La digitalización es mucho más que la adopción de tecnología: implica un cambio de paradigma, en el que los empleados se convierten en los habilitadores o los mayores obstáculos. La tecnología no tiene sentido si no hay una persona que lo utiliza, le da sentido y la hace evolucionar. Debemos cambiar la actitud ante este cambio, pues la historia ha demostrado que los avances crean más empleos que destruye y adoptar una posición proactiva. La tecnología es importante, pero es un habilitador. Lo relevante es la persona.