Únete a la Comunidad de Directivos de Tecnología, Ciberseguridad e Innovación Byte TI

Encontrarás un espacio diseñado para líderes como tú.

ataques a la identidad

Derechos de autor e Inteligencia Artificial

En las últimas semanas se ha producido un gran revuelo en el sector audiovisual debido a la huelga de los guionistas de Hollywood por la amenaza que consideran que supone el uso de la Inteligencia Artificial (IA) para la escritura de guiones. Más allá de la concreta polémica, las cuestiones que se suscitan son muchas, tanto legales como éticas: ¿podrá la IA sustituir al ser humano en el proceso creativo?, ¿quién es el titular de los derechos de propiedad intelectual de las obras creadas por una IA? ¿debe informarse al público de que una obra ha sido creada mediante IA?

Lo cierto es que, tras la irrupción del ChatGPT de OpenAI en noviembre de 2022, se ha producido una carrera en la que las Big Tech quieren disponer de su propio sistema de IA. Así, Google lanzó en marzo de 2023 “Google Bard”, aunque sus planteamientos serían diferentes, ya que, mientras el primero está programado para generar textos de corte divulgativo, el segundo tendría un enfoque más técnico, de forma que se centra en resumir y esquematizar información contenida en Internet.

Por su parte, en junio de 2023 Meta anunció que dispone de un nuevo sistema de IA generativa llamado I-JEPA (Image Joint Embedding Predictive Architecture, por sus siglas en inglés), que imita el modo de razonar de la mente humana y que puede generar imágenes realistas a partir de texto, pudiendo aprender de un modelo del mundo exterior, que compara representaciones abstractas de imágenes y completa la información de forma similar a cómo lo hacemos las personas, en lugar de cotejar los propios píxeles.

Y es que la IA ya puede considerarse un nuevo escalón cualitativo en el avance tecnológico humano, pudiendo mejorar nuestra vida en múltiples facetas, por ejemplo, eliminando la barrera del idioma mediante los traductores simultáneos. En efecto, aunque ya habían sido presentados y galardonados con un premio a la innovación en el Consumer Electronics Show (CES) celebrado en 2019 en Las Vegas (Estados Unidos), ha sido en 2023 cuando se han sacado al mercado los Mymanu CLIK S, unos ingeniosos auriculares que, por menos de 100 €, permiten traducir 37 idiomas prácticamente a tiempo real.

Pero las aplicaciones de la IA son de lo más variado. Así, en junio de 2023 se informó sobre que en la iglesia luterana de St. Paul de la ciudad alemana de Fürth (Nuremberg) se produjo la primera misa creada por IA, toda vez que el sermón, las oraciones y la música fueron realizados por Jonas Simmerlein, teólogo y filósofo de la Universidad de Viena, usando ChatGPT, y que fueron oficiadas por un pastor virtual que apareció en una pantalla gigante sobre el altar dirigiéndose a los parroquianos.

Pero no todo son parabienes, ya que ha acusado a los sistemas de IA de vulnerar derechos de autor, de forma que en Estados Unidos ya se han iniciado procedimientos judiciales por este motivo. Así, en febrero de 2023, Getty Images interpuso una demanda contra Stability AI por el uso masivo de su banco de imágenes por parte de Stable Diffusion. Y en julio de 2023 se dio a conocer que se han interpuesto demandas contra OpenAI, dueña de ChatGPT, y contra Meta, titular de LLaMA, por usar para su entrenamiento los datos de obras literarias que estarían en webs llamadas “shadow libraries” sin el consentimiento de sus titulares.

En EE.UU. ya se han iniciado procedimientos judiciales acusando a los sistemas de inteligencia artificial de vulnerar derechos de autor

Asimismo, por lo que se refiere a la industria musical, existe una creciente preocupación por la creación de obras musicales mediante IA que imitan el estilo de artistas consagrados sin autorización estos, como es el caso de las supuestas canciones de Frank Ocean, Drake o The Weeknd, vendidas fraudulentamente en mayo en 2023, lo que está provocando que se eliminen cientos de ellas en plataformas como Spotify, TikTok o YouTube.

Pero no todo es negativo. Aunque en 2016 ya existía el antecedente de la canción “Daddy’s Car”, creada con el estilo de The Beatles mediante una IA, ha sido en junio de 2023 cuando, dando un paso más, Paul McCartney anunció en la BBC que planea el lanzamiento de una nueva canción de The Beatles, “Now and then”, en la que se ha usado la IA para rescatar la voz de John Lennon de una grabación casera realizada en una cinta magnetofónica a finales de 1979 en su apartamento del Edificio Dakota de Nueva York. Esta cinta, que tiene la leyenda “For Paul”, fue entregada por Yoko Ono, viuda de Lennon, para el álbum “Anthology” de The Beatles publicado en 1995, pero no pudo usarse porque la tecnología de ese momento no permitía obtener un sonido limpio.

En cuanto a las artes plásticas, famosa fue la venta realizada en 2018 por 432.500 dólares en la casa de subastas Christie’s, de la pintura llamada “El retrato de Edmond Belamy” creada por un algoritmo. Sin perjuicio ello, la protección de la propiedad intelectual de las obras creadas por IA presenta serias dudas a tenor de lo dispuesto en el artículo 5-1 Real Decreto Legislativo 1/1996, de 12 de abril, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley de Propiedad Intelectual, regularizando, aclarando y armonizando las disposiciones legales vigentes sobre la materia (LPI), que considera autor únicamente a la persona natural que crea alguna obra literaria artística o científica.

También se ha planteado la cuestión del uso de obras de terceros en las creaciones realizadas por la IA. Este es el caso de DALL-E, un programa informático de IA que realiza imágenes de gran definición y detalle a partir de una descripción dada por el usuario, recogiendo información de distintas imágenes que se encuentran disponibles por internet. Por tanto, el uso de estas imágenes podría constituir una infracción de derechos de propiedad intelectual al amparo de lo dispuesto en los artículos 1 y 17 LPI, al no contar con la autorización de sus autores, y que no perciben ninguna remuneración por ello.

En este sentido, no hay que perder de vista el criterio de la reciente sentencia del Tribunal Supremo de Estados Unidos dictada en mayo de 2023, con ocasión de la demanda interpuesta por Lynn Goldsmith, en relación con las serigrafias realizadas en 1984 por Andy Warhol por encargo de la revista Vanity Fair, a partir de una fotografía suya del cantante Prince realizada en 1981 para la publicación Newsweek. Dicha resolución ha dictaminado que se violaron los derechos de autor de la fotógrafa, que incluyen los trabajos derivados que transformen el original, máxime cuando ambas imágenes comparten sustancialmente el mismo propósito y el uso es de carácter comercial.

Por Javier López, socio de Écija

Deja un comentario

Scroll al inicio