El proveedor de aplicaciones de gestión empresarial para el sector industrial, IFS, ha detectado un creciente interés del sector de la construcción por la digitalización de sus procesos, un fenómeno que según sus previsiones aumentará la productividad media de esta actividad en un 20%.
Como subraya este especialista en gestión de procesos, el sector de la construcción es uno de los menos activos en este campo y más reacio a abordar tecnologías que ya han demostrado que permiten evitar errores de ejecución, reducir plazos y facilitar el trabajo de sus profesionales, potenciando la calidad del resultado final. La tecnología no solo va a cambiar la actividad en sí, sino también las expectativas de los consumidores, en cuanto a la conectividad, eficiencia energética y seguridad de sus hogares y oficinas.
Aumento de la productividad hasta 2025
La previsión para los próximos cinco años es de un crecimiento de la productividad de las empresas constructoras del 20%, para aquéllas que apuesten por la integración de nuevas tecnologías en sus procesos de trabajo.
Un desafío que, como afirma Kenny Ingram, Director de Industria, Ingeniería, Construcción e Infraestructura de IFS Global, muchos empresarios dan por imposible. “Si le dices a una empresa de construcción que necesita la realidad virtual y la planificación 4D en la etapa de diseño, movilidad sobre el terreno, impresión 3D y tecnologías IoT, soluciones de modelado de información de construcción (BIM), robótica y drones, o escaneo láser, pero que además todo ello debe adoptarse de forma simultánea, se lleva las manos a la cabeza”, señala.
El sector de la construcción es uno de los menos activos en este campo y más reacio a abordar tecnologías
Como explica el propio Ingram, los contratistas deben alejarse de la gestión de proyectos basada en hojas de cálculo no conectadas, e implementar sistemas empresariales que permitan monitorizar y administrar proactivamente todo el ciclo de vida de un proyecto de construcción. Es decir, dar un paso más hacia un software de planificación de recursos empresariales (ERP).
Este entorno de software centralizado puede facilitar procesos BIM y permite albergar toda la información de un proyecto en una única estructura de datos. Además de extender el uso de nuevas tecnologías, incluida información de activos y drones habilitados para IoT. De hecho, la construcción ya usa más drones que cualquier otro sector, con un aumento del 239% interanual; superando a la minería, que lo ha hecho en un 198%.
Sin embargo, “los datos de estas atractivas tecnologías solo son valiosos cuando se introducen en el sistema transaccional ERP”, insiste el experto.
Estandarización y nuevos competidores
Otra de las tendencias que se observa en este sector tiene que ver con la fabricación de subensamblajes de edificios o activos que están alejados del lugar de la construcción y que hay que ensamblar in situ más tarde. Sobre este aspecto, la consultora global McKinsey considera que la construcción modular puede aumentar la velocidad hasta en un 50% y reducir sus costes. Además, permitirá aumentar la productividad, dejando a un lado el proceso secuencial y sustituyéndolo por el simultáneo.
La construcción modular funciona no sólo para propiedades residenciales y multifamiliares, sino también para proyectos de infraestructura, activos gubernamentales, minería, marítimos y comerciales. Ejemplo de ello es la mini Sky City de China que fue erigida en 19 días o el hospital para hacer frente al coronavirus que se ha llevado a cabo en 10 días.
Bajo este contexto, Kenny Ingram afirma que en cinco años el 50% de los proyectos de construcción utilizarán esta técnica, lo que dará lugar a una caída del 40% en los plazos de entrega de proyectos y una reducción del 20% en sus costes.
En este sentido, las empresas de construcción deberán adaptar su modus operandi actual en busca de una mayor estandarización que reduzca tiempos de ejecución y costes. Asimismo, deberán ser capaces de adoptar una forma de trabajo digitalizada, para hacer frente a nuevos competidores emergentes; que pueden incluso no ser empresas del sector, pero que, sin embargo, están aprovechando el modelo de prefabricación.
“Para sobrevivir, las empresas de construcción deben diversificarse y convertirse en fabricantes y constructores. Entre otras cosas, será imprescindible incorporar software y procesos empresariales que abarquen tanto un enfoque único para el proyecto como el ciclo de vida de los activos”, concluye Kenny.
El futuro estará, por tanto, condicionado por la toma de decisiones en lo que a inversiones, tecnología y reingeniería de procesos comerciales se refiere, que serán factores determinantes para garantizar su liderazgo en 2025.