Repsol, una de las principales multinacionales españolas, afronta diversos retos relacionados con la transformación digital. Entrevistamos a Juan Manuel García, CIO y CDO de la compañía que cuenta cuáles son los principales desafíos.
Entrevista con Juan Manuel García CIO y CDO de Repsol
¿Cómo es el día a día en el departamento TIC de una multinacional como Repsol?
En los últimos años hemos asistido a un cambio de paradigma: el área de Tecnologías de la Información (TI) ha pasado de ser un área de soporte a los negocios a convertirse en una pieza clave en la transformación digital de toda la compañía.
Desde el área de TI y Digital gestionamos la visión transversal de la totalidad del Programa Digital de Repsol y lo hacemos realizando una planificación integral del portafolio según las prioridades del negocio y las disponibilidades de los equipos, del seguimiento presupuestario y de la gestión integral del staffing. Para cada uno de los negocios y para la corporación contamos con distintos responsables que cuentan con una visión global y estratégica y son capaces de identificar las necesidades tecnológicas del negocio a futuro. Nuestro día a día también contempla garantizar la operación, disponibilidad y eficiencia de los servicios que prestamos a nivel mundial, desde el mantenimiento y evolución de las aplicaciones, plataformas e infraestructuras necesarias en la compañía, hasta la atención a usuarios.
Repsol opera en diferentes frentes, desde extracción de recursos hasta atención al cliente, pasando por la logística o el suministro y control de gasolineras estaciones de servicio… Además, opera en diferentes países ¿cómo se puede atender las demandas TIC de cada uno de los sectores en los que opera?
Entendemos que la tecnología debe estar al servicio de las distintas áreas que forman Repsol. El éxito de nuestra transformación digital ha sido posible gracias a un modelo operativo que empodera a los negocios para que sean estos los que lideren su propia digitalización. Desde TI y Digital, nuestro papel es ser un habilitador, es decir, ponemos la tecnología a su servicio, pero son ellos los que están al mando de las iniciativas digitales.
Hay un aspecto fundamental y es hacer que los diferentes negocios y áreas corporativas vean donde reside el valor de digitalizar sus procesos. De esta forma, cuantificar el impacto económico es muy importante. Tenemos el objetivo es ser capaces de probar el potencial de muchas ideas e iniciativas de una forma rápida y con baja inversión y así lograr que la gran mayoría de nuestra inversión se destine a aquellas iniciativas cuyo éxito esté más asegurado.
¿Son muy diferentes las necesidades de TI de cada una de las divisiones en las que opera Repsol? ¿Cuál es la más compleja de todas?
Desde la puesta en marcha del Programa Digital de Repsol hace cinco años hemos desplegado iniciativas digitales a lo largo de toda nuestra cadena de valor, siempre atendiendo a las necesidades de todos nuestros negocios por igual y con la finalidad de generar valor. Actualmente contamos con más de 400 iniciativas en marcha.
En el área de Exploración&Producción, tecnologías como por ejemplo el big data y la inteligencia artificial (IA) ayudan a nuestros equipos a reducir al máximo la incertidumbre, mejorar márgenes y ser más eficientes, reduciendo tiempos de perforación y aumentando la producción. Si nos centramos en la parte Industrial de la compañía, las tecnologías digitales están contribuyendo a la transformación de nuestros centros industriales hacia plantas más autónomas, predecibles, eficientes y sostenibles.
En cuanto a nuestros clientes, ya hace tiempo identificamos un cambio en su perfil, más digital, mucho más exigente y cada vez más comprometido con cuestiones climáticas, que además espera que le ofrezcamos altos niveles de personalización en su relación con Repsol. Nosotros evolucionamos con ellos y con un enfoque customer centric y multienergía, les facilitamos soluciones digitales tanto para la movilidad como para sus hogares. También la digitalización tiene un papel esencial para la corporación a la hora de simplificar operaciones y automatizar procesos, y es un elemento clave en las nuevas formas de trabajo, contribuyendo al despliegue de nuevos entornos, espacios y tecnologías de colaboración en la “nube”.
Si tuviera que destacar uno de los procesos de transformación digital en los que se ha visto involucrado el departamento de TI, ¿cuál destacaría? ¿En qué ha consistido?
En Repsol nos marcamos el objetivo de ser una compañía “data driven”. Hemos trabajado con mucho entusiasmo, intensidad y dedicación en iniciativas que nos faciliten seguir este camino y en estos últimos cuatro años hemos hecho grandes avances. Hemos pasado de poner en marcha pilotos y pruebas de concepto a escalar el uso de la IA y datos a todos los negocios. De las más 400 iniciativas digitales en marcha, hay más de 200 casos de aplicación de esta tecnología. Hay tres aspectos clave que nos han habilitado este camino. Uno de ellos ha sido el despliegue de nuestra plataforma del dato ARiA. Es “nuestro cerebro digital”, basado en big data e inteligencia artificial estratégica para el Programa Digital. Está siendo una pieza habilitadora fundamental en la mayoría de nuestros casos de Data Analytics y nos ha permitido desarrollar modelos y escalarlos de una forma mucho más ágil y eficiente. La segunda es la consolidación de nuestro programa de aceleración de casos digitales basados en data&analytics. Para ello HackIA, nuestro hackaton del que llevamos ya siete ediciones y que es una fuente básica de inspiración para buscar soluciones digitales para que en un breve espacio de tiempo mejoren nuestros negocios. Por último, la formación: con nuestra Data School proporcionamos formación digital a nuestros empleados y así podemos obtener el mayor valor de los datos de los que disponemos en toda la compañía.
De todas las tendencias tecnológicas, (Big Data, migración al cloud, transformación logística…) ¿cuál cree que es la que va a ser más relevante para el negocio de Repsol?
Estamos a punto de alcanzar el horizonte de cinco años de nuestro Programa Digital y tenemos claro que la digitalización seguirá siendo una importante ventaja competitiva a futuro. Vamos a continuar impulsando y reforzando nuestra transformación digital a partir de 2022 asegurando su continuidad mediante una segunda fase del Programa.
Para afrontar este reto, seguiremos apostando por el uso extensivo de la inteligencia artificial (IA), que es uno de grandes principios que ha marcado nuestro proceso de transformación digital desde el inicio. También serán muy relevantes las tecnologías para la automatización de operaciones a través del uso a escala “de gemelos digitales”, la robótica, el Internet de las cosas o el 5G, que fundamentalmente son de aplicación en nuestros activos y entornos industriales. Por supuesto, seguiremos poniendo el foco en desarrollar nuevos canales digitales de interacción con nuestros clientes y apostando por las tecnologías que nos ayuden a ello. Otro de los aspectos relevantes será intensificar el uso de la nube, que consideramos fundamental para acelerar el desarrollo de nuevos productos y servicios digitales. Otra de nuestras prioridades es seguir buscando e incorporando tecnologías disruptivas (ej. Quantum computing, Metaverso, Software 2.0, Zero-trust security…) y para ello estamos poniendo todos nuestros esfuerzos en contar con las capacidades y el talento necesarios.
Y aunque, evidentemente, la tecnología es muy importante, el verdadero reto lo tenemos en nuestro equipo humano. La tecnología requiere a las personas y para ello la pieza clave es la gestión del talento y la capacitación de nuestros profesionales en nuevas competencias digitales.
¿Qué estrategia de ciberseguridad llevan a cabo? ¿Es más importante la prevención o saber hacer frente a un ciberataque?
Estamos comprometidos con la seguridad y sabemos que los ciberincidentes podrían impactar no solo en nosotros, sino también en nuestros grupos de interés. Por eso nos hemos propuesto mantenernos como una compañía ciberresiliente. Nosotros analizamos los riesgos de nuestras operaciones digitales desde el momento de su concepción, y aplicamos procesos y tecnologías para su protección, exigiendo el mismo nivel de identificación y protección a nuestros proveedores. Dado que las amenazas están en constante evolución, periódicamente actualizamos los análisis de riesgos y planificamos la remediación de las vulnerabilidades que se detectan. También desplegamos y actualizamos tecnologías de detección de potenciales ataques o intrusiones, y probamos y adaptamos constantemente nuestros planes de respuesta y recuperación como medida de contingencia. Y, por supuesto, igual de importante es seguir impulsando la cultura de ciberseguridad entre nuestros empleados, conscientes de que cada persona es la mejor barrera de protección frente a las amenazas.
Repsol muestra una clara devoción por la sostenibilidad, ¿en qué ayuda el departamento TIC en esta materia?
Cuando pusimos en marcha nuestro Programa Digital, lo hicimos con la ambición de transformar los procesos de cada área de nuestra compañía, aportando un impacto económico tangible real, y actuando como un habilitador clave en los objetivos de sostenibilidad de Repsol. Actualmente, de las más de 400 iniciativas digitales que tenemos en marcha, alrededor del 60% tienen un impacto positivo en términos de sostenibilidad y en torno al 20% reducen nuestras emisiones de CO2, contribuyendo a una reducción estimada de 50kt de CO2 en 2021. En términos de descarbonización, podríamos descartar dos campos en los que la digitalización ayuda a nuestros negocios: la eficiencia energética en los activos y el apoyo a nuestros clientes en la transición energética.
Por otra parte, en nuestro viaje hacia el reto de ser una compañía cero emisiones netas en 2050, nos hemos propuesto que los modelos de negocio bajos en carbono sean 100% digitales desde el primer día. En Repsol estamos destinando 6.500 millones de euros a proyectos bajos en carbono en el periodo 2021-2025. La digitalización seguirá siendo una palanca clave para crear nuevas fuentes de ingresos y optimización de estos modelos de negocio.
En cuanto a generación renovable, las nuevas instalaciones de generación se están diseñando para ser inteligentes y estar conectadas desde el principio, aprovechando el Internet de las Cosas (IoT) y el análisis de datos para optimizar el rendimiento.
Uno de los retos de la compañía es que el cliente sea el centro de su estrategia, ¿cómo están realizando esa transformación desde el departamento de TI?
Nuestro reto es reinventar el modo en el que nuestros clientes se relacionan con la energía y el objetivo es poder ofrecer a cada uno de ellos aquel producto que necesite en cada momento. Somos conscientes de la importancia creciente de la digitalización como palanca para atraer y fidelizar clientes, facilitando el entendimiento de sus necesidades y la capacidad de relación/interacción con ellos. Hay tecnologías que están siendo decisivas en este sentido, como los datos y la IA, la omnicanalidad y también la disciplina del diseño. Así, gracias a ellas, por ejemplo, hemos puesto en marcha aplicaciones como Waylet, vinculada a ofrecer soluciones a la demanda de energía para el transporte, y Vivit diseñada para ayudar al cliente a optimizar el consumo energético de su hogar.
