El mayor problema con la adquisición de un sistema NAS es que no se piensa en su utilidad, ni en cómo aplicarlo dentro de un sistema de trabajo donde o bien ya hay un servidor central o no existe ninguno. En el primer caso ya existe un cierto almacén central donde se almacena la información que debe estar accesible de forma común, mientras que el segundo la forma de compartir se reduce a pasar los archivos en un disquete una llave de memoria o mediante correo electrónico.
La implantación de un sistema NAS puede fácilmente cambiar la forma de trabajo en todo un grupo de trabajo, un departamento o incluso una empresa. Ya no se necesita enviar un documento para que otro compañero lo mire y lo revise. Basta con dejarlo en una zona común donde cada uno puede ver e incluso cambiar, por turnos, la información, sin tener que llevar un complejo control de quién tiene el archivo para revisión o cuál es la última versión.
En muchos casos, aunque no sea en todos, un sistema NAS puede sustituir con ventajas a un servidor. Y el coste de adquisición y mantenimiento de un NAS es netamente inferior al del servidor. No hacen falta actualizaciones, la configuración es mucho más simple, el consumo eléctrico también y el espacio requerido es mucho más reducido. Para departamentos donde compartir la información y/o tener un mecanismo de seguridad para los datos de cada puesto de trabajo individual sea importante, un NAS resulta una adquisición importante por prestaciones, y barata por precio.
Varias categorías
En los equipos analizados puede distinguirse cuatro categorías, atendiendo a su funcionalidad y cualidades básicas.
En la zona más simple está un modelo como el Western Digital NetCenter 500 que permite funciones de seguridad sobre el almacenamiento compartido, y cuenta, además con dos conexiones USB, aptas tanto para impresoras como para almacenamiento adicional, como un disco duro, una llave de memoria o incluso una grabadora CD o DVD.
En el grupo más numeroso están una serie de dispositivos, como el Adaptec SnapServer 210, el Airis NAS 400, el Iomega StorCenter Pro NAS 250d, el AllNet 6400 y el Maxdata SN 40, que ofrecen varios discos duros, extraíbles (salvo en el SnapServer) y diversas capacidades de configuración RAID para crear un eficaz sistema de salvaguarda y seguridad de los datos.
Dependiendo de la misión específica, la opción de uno u otro tipo de máquina puede depender de lo sencillo o complicado que se desea la administración. En general, para pequeños grupos de trabajo o departamentos, los sistemas sencillos de configurar y mantener seguramente atraerán más la atención del comprador, por su menor coste de operación.