Aunque tanto HP como Microsoft posicionan este producto como un servidor doméstico, lo cierto es que sus cualidades le hacen idóneo para pequeños departamentos, o incluso empresas que deseen contar con un almacenamiento centralizado, con accesos controlados, servidor ftp, servidor de impresión y sistema de copia de seguridad de los equipos conectados. Todas estas funciones son configurables por el usuario, para adaptar mejor el producto a sus necesidades.
El dispositivo está orientado a centralizar información multimedia, según indica HP “centralizar los contenidos digitales de todo el hogar”, con lo que algunas funciones dan servicio rápidamente dentro de una red local. Sin embargo Microsoft ha optado a la vez por mantener una cierta funcionalidad de servidor donde hace falta otorgar permisos para acceder de forma restringida a la información. El equilibrio se basa en contar con cuentas de usuario “invitado”, que son compartidas con facilidad, y cuentas de “usuario” cada una con sus claves propias y donde hay que asignar permisos específicos a otros usuarios.
El funcionamiento básico permite crear usuarios, asignarles permisos y limitaciones en su empleo del servidor. De forma notablemente simple es posible crear carpetas personales y carpetas para uso compartido, indicando qué usuarios tienen permisos y de qué tipo, acceso, lectura y/o escritura. De igual forma se asigna a cada usuario permisos para acceder o no a las zonas comunes de compartición de vídeo, ficheros, música, etc. En este aspecto lo único que se hecha en falta es disponer de una gestión individual del espacio ocupado. Con ello se lograría, por ejemplo, que ningún usuario sobrepase una cierta cantidad, en porcentaje o en número de Gb, del espacio común de almacenamiento.
De forma predeterminada el servidor ofrece en modo compartido una serie de útiles funcionalidades, como compartir fotos, películas o música. Inicialmente estas funciones vienen desactivadas, para que el usuario tome control de las mismas permitiéndolas si así lo considera necesario. El software interno incluye transmitir música de iTunes, una configuración que si viene activada inicialmente.
Como el servidor tiene funcionalidad FTP también es posible conectarse remotamente, o localmente y vía navegador Web, al servidor. En el primer caso hay que configurar previamente el sistema de acceso para que la conexión del MediaSmart Server de HP sea accesible de forma remota. Uno de los bloques de configuración del servidor se encarga, precisamente, de este tema.
Pero, como tuvimos ocasión de comprobar, el ajuste depende a su vez de los bloqueos asignados en el router, con lo que no siempre se logra con facilidad dar paso al acceso externo. Cuando se logra, el servidor queda accesible para volcar contenidos de forma remota, ya sea acceder de forma remota a la descarga, o a subir, archivos, o para ver y compartir fotos con amigos.
En el área de facilitar el compartir fotos, HP ha incluido sobre el servidor un Photo WebShare que ofrece buenas capacidades para crear galerías de fotos y compartirlas con quien deseemos. Con HP Photo WebShare hay funciones para crear notificaciones que informen mediante un mensaje de correo de la aparición de nuevas galerías, así como limitar la carga de los visitantes.
Sin duda una de las mejores funciones integradas en el MediaSmart Server es la de copia de seguridad. El panel de control contiene un buen conjunto de opciones para automatizar las tareas de copia de seguridad de los diversos equipos conectados en la red, de manera que se logre un sistema simple para tener una copia completa, y las modificaciones incrementales de los datos y programas de cada PC. Un sencillo ajuste permite indicar la hora en que se lanza la copia de seguridad de los equipos. Adicionalmente hay ajustes para controlar el número de copias diarias, de copias semanales y de copias mensuales que se guardan.
Pero lo mejor es la tecnología Single Instant Technology, preparada para optimizar el espacio de almacenamiento. Con ella se evitan múltiples copias de los archivos, ya sean del propio sistema operativo o de archivos de datos o música. El sistema almacena físicamente el archivo original, y asigna una copia virtual cada vez que encuentra un fichero coincidente. Así, la copia del sistema operativo y las principales aplicaciones de cada PC sólo ocupan una vez, y no tantas veces como equipos. Y otro tanto se aplica a ficheros comunes o compartidos entre los usuarios.
La elegante carcasa tiene hueco para alojar hasta cuatro unidades de disco duro, con un sencillo sistema de extracción de cada no, de manera que el propio usuario pueda ampliar la capacidad del dispositivo. Inicialmente el equipo se ofrece en dos versiones, con un precio de 649 euros para la versión de 500 GB y de 799 euros la versión de 1 TB de capacidad. Los alojamientos frontales, que pueden ser bloqueados físicamente con un pequeño mecanismo, pero no con llave o candado, permiten añadir discos SATA internos. En la trasera se ha colocado un puerto eSATA para incrementar la capacidad interna o emplear dispositivos SATA externos que no tengan conexión USB.
Curiosamente si se ha previsto un bloqueo Kensington para asegurar físicamente el servidor, a diferencia de sus discos que contiene la información. Además de elegante y compacto, el servidor es muy silencioso, lo que permite acomodarlo en cualquier parte sin que moleste.
En su interior hay una sofisticada electrónica, basada en un procesador AMD a 1,8 MHz y con 512 MB de RAM. Además de su conexión de red Ethernet 10/100 Auto, el equipo lleva cuatro conectores USB, uno frontal y tres en la trasera. En cualquier de ellos se puede conectar una llave de memoria, un disco duro externo o incluso una regrabadora, que, automáticamente quedan accesibles a todos los componentes del grupo. Un pequeña omisión es que el MediaSmart Server no está preparado como servidor de impresión, de forma que conectando a cualquiera de esas tomas USB una impresora ésta quede accesible para los componentes de la red. Un olvido que podría solucionarse mediante una eventual actualización del software.
El sistema de gestión no es excesivamente complejo, aunque para sacar partido se necesitan unos buenos conocimientos de informática. Este es uno de los motivos por lo que este dispositivo puede triunfar más en las empresas que en el hogar. La instalación inicial del producto no es compleja, aunque si algo larga. Tras instalar el software de control en un equipo se tiene acceso a una completa administración del servidor. Un asistente guía al usuario por el proceso para configurar las opciones generales, crear las cuentas de usuario, asignar permisos de acceso a las carpetas, etc.
Entre otras funciones avanzadas, y tendentes a facilitar su manejo fiable pero seguro, hay que mencionar que, como ya es habitual en los equipos basados en Windows, el sistema cuenta, con actualizaciones automáticas, naturalmente configurable por el usuario para que recoja o no automática las actualizaciones. De esta forma cualquier mejora o corrección podrá ser bajada rápidamente. El proceso inicial de instalación, de hecho lanza como primera acción una actualización del software del servidor.
Windows ha posicionado esta plataforma como un appliance abierto, con lo que se está pensado para añadir complementos de software. Todavía no hay oficialmente complementos, pero los sistemas de antivirus o programas para compartir y transferir archivos son candidatos a incrementar la lista de funcionalidades base del producto.
Microsoft ha creado un límite de 10 usuarios para acceder a este servidor. Se trata de un límite un tanto artificial, pensado posiblemente para que este producto no invada el terreno de los servidores profesionales, donde Microsoft tiene una sólida posición con sus diversas variantes de Microsoft Windows Server, del cual el núcleo del MediaSmart Server es una versión simplificada.
