El caos gestionado es el panorama de TI del futuro. Formación de microequipos, reestructuración de procesos de negocio, creación de una arquitectura centrada en API.
Cómo el departamento de TI puede responder a los desafíos de los tiempos. En los últimos años, los desafíos que enfrentan los negocios reales son cada vez menos predecibles. La situación actual exige que los departamentos de negocio y TI respondan con mayor rapidez a los constantes cambios.
¿Cómo lidiar con este estado y cómo pueden los departamentos de TI mantenerse al día con todas las solicitudes externas?
Además de los desafíos externos, un ecosistema común contribuye al tesoro conjunto, dentro del cual todos los jugadores grandes y medianos están tratando de predecir el futuro, tratando de sobrevivir, continuar su desarrollo y construir sus propios ecosistemas internos.
¿Cómo responde TI a estos desafíos?
La base principal en la que nos apoyamos a la hora de implementar la estrategia para los departamentos de tecnología es la tarea de formar microequipos. Esta idea está lejos de ser nueva, pero su esencia es que la decisión final sobre un tema en particular puede tomarse dentro de los propios microequipos, y no después de que el problema alcance los niveles más altos en la jerarquía empresarial a lo largo de la cadena.
La descentralización de la toma de decisiones conduce al hecho de que el microequipo tiene pleno derecho y autoridad apropiada para tomar decisiones finales y es él mismo responsable de ellas. Y este es el desafío número uno para los departamentos de TI del siglo XXI.
Este concepto tiene ventajas obvias:
Cualquier problema se resuelve mucho más rápido y no se queda atascado en el «cuello de botella» de la toma de decisiones al más alto nivel. Los microequipos pueden hacer minilanzamientos de forma independiente, es decir, el trabajo en un gran producto de TI descompuesto se puede llevar a cabo en paralelo, en lugar de secuencialmente, lo que acelera enormemente el proceso.
El derecho a tomar decisiones permite que los microequipos realicen experimentos constantes dentro de sí mismos, lo que significa que tienen la oportunidad de encontrar soluciones óptimas para el desarrollo y mantenimiento de productos de TI.
Al mismo tiempo, los microcomandos pueden y deben ser intercambiables: si uno falla, los demás no dependen de él y siguen funcionando, y se tardará varias veces menos en reemplazar un microcomando que en reemplazar un comando grande.
La segunda tarea es la formación de una arquitectura de TI corporativa que permita a la empresa incorporar nuevos servicios de la manera más flexible y rápida posible y resolver con éxito nuevos problemas, independientemente del grado de turbulencia del mercado en su conjunto.
En este sentido, la denominada arquitectura de microservicios se ha mostrado como la más eficaz, en la que la orquestación de la interacción entre sistemas ubicados en el paisaje TI de una determinada empresa se realiza sobre la base de API.
La interacción entre microequipos, equipos de productos y cualquier otro equipo ya ocurre en el nivel de cumplimiento de los contratos de API. Además, la arquitectura centrada en API es la solución a cualquier problema de producto.
Surge la pregunta, ¿cómo se implementan varios productos en dicha arquitectura? Debido al hecho de que la implementación final en cada punto API se puede reemplazar en cualquier momento, la empresa tiene la oportunidad de utilizar los productos de un fabricante de software hoy y otro mañana, pasado tres días, y así sucesivamente.
Porque la arquitectura centrada en API implica que el contrato de API no cambia, pero la implementación detrás de él puede hacerlo. Así es como se construye cierta fachada de API, en la que todo se puede cambiar rápidamente sin dañar los procesos existentes y el medio ambiente.
Al mismo tiempo, el radar tecnológico debe formarse en función de cómo será la situación dentro de 3 a 7 años. El estado de turbulencia en el que se encuentra ahora no desaparecerá durante este tiempo.
Por lo tanto, cualquier arquitectura debe construirse de tal manera que todos los cambios posibles dentro de ella puedan implementarse sin interferir con el funcionamiento del resto del entorno. Este es quizás el punto más importante.