La expansión significativa de la digitalización en los últimos años ha generado la necesidad de reforzar la ciberseguridad en empresas e instituciones. Acompañando esta transformación, ha surgido una mayor demanda de profesionales especializados en nuevas tecnologías y seguridad.
En este contexto, S21Sec ha observado un crecimiento del 4% en su plantilla en 2023 en comparación con el año anterior. Este aumento, impulsado por la creciente demanda, ha sido posible gracias a las políticas de conciliación laboral de la empresa. Estas políticas incluyen un modelo de trabajo híbrido y la innovadora iniciativa «free fridays», que ofrece a los empleados la posibilidad de disfrutar de un día libre al mes sin afectar su salario, lo que les permite gestionar su jornada laboral de manera más flexible.
A pesar de ello, la compañía reconoce que existe una brecha global de la fuerza laboral en este sector, que cada vez es más grande debido a la falta de profesionales especializados y al rápido crecimiento de la industria. Así lo asegura, Ana Baliña Pérez, HR Manager de S21Sec, “la brecha va a seguir creciendo puesto que cada vez se van a necesitar más perfiles. El aumento de la digitalización tras el COVID y el teletrabajo son la principal causa, además, las matriculaciones en Centros de FP y Universidad no solo no se están manteniendo sino que están descendiendo, y también hay que tener en cuenta la bajada de la natalidad, que tendrá un gran impacto”.
Impulso del talento femenino en ciberseguridad
El Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE) proyecta que para 2024 se necesitarán más de 83,000 profesionales en el sector, mientras que se estima que solo habrá alrededor de 42,283 especialistas buscando empleo en ciberseguridad en ese mismo año. Esta discrepancia aumenta la brecha laboral en el campo de la seguridad. Además, el sector enfrenta el desafío de retener el talento femenino, ya que solo el 24% de los puestos de trabajo en esta materia están ocupados por mujeres, según datos del INCIBE.
Para abordar esta brecha de género, es crucial implementar programas específicos que motiven a las mujeres a ingresar a puestos tecnológicos. Además, es fundamental promover el estudio de carreras STEM desde una edad temprana, ya que la disparidad de género se refleja incluso en la etapa universitaria, donde solo el 18% de las personas graduadas en esta área son mujeres.
