El sector tecnológico se convierte en el ariete de la política anti – Trump. En un hecho sin precedentes, 97 empresas del sector tecnológico han decidido presentar ante la Justicia norteamericana un escrito amistoso en la Corte de Apelaciones de EE.UU. para parar la prohibición de viajar a los ciudadanos de siete países, todos ellos de mayoría musulmana. La idea parte de Tim Cook, CEO de Apple y homosexual declarado (otro de los colectivos señalados por Trump), y a ella, entre otras, se han sumado empresas como Microsoft, Google, Facebook, AirBnB, Uber, Intel, LinkedIn, Netflix, Mozilla y también la red social de la que el nuevo presidente estadounidense es declarado seguidor: Twitter.
El escrito señala que la nueva política de inmigración de Trump viola las leyes estadounidenses y también la Constitución. El sector tecnológico ha decidido ir en masa a por Trump. Los motivos son varios: en primer lugar buena parte de los fundadores o de los máximos responsables de estas grandes multinacionales, son inmigrantes, cuando no, directamente refugiados, como el caso de Sergey Brin, uno de los fundadores de Google.
Trump está sufriendo el funcionamiento de la separación de poderes que se da en cualquier estado democrático
Por otro lado, estas empresas buscan el talento en cualquier parte del mundo y entre sus trabajadores cuentan con un núm ero importante de personas provenientes de los países señalados por Trump. Por eso, el argumento de la nota con la que pretenden parar la orden presidencial señala: “[La orden] dificulta y encarece el reclutamiento, la contratación y la retención de algunos de los mejores empleados de las empresas estadounidenses. Frena negocios activos y amenaza contra la posibilidad de atraer talento, negocios e inversiones al país”.
De momento, Trump está sufriendo el funcionamiento de la separación de poderes que se da en cualquier estado democrático, pero el presidente norteamericano se muestra seguro de que el Tribunal de Apelación, revocará el bloqueo temporal al decreto en una instancia superior. Todo apunta a que será a finales de esta semana cuando el Tribunal decida sobre ello y que la batalla continúe en la Corte Suprema de Justicia (el Tribunal Supremo Estadounidense)
