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RODEADOS POR LA RED

El mundo parece estar cambiando a marchas forzadas. El contacto entre seres humanos parece crecer en proporciones nunca imaginadas, pero se trata de un contacto distinto: a través de la red.
Cuando usted ve en la calle a una persona hablando consigo misma, tal vez no esté loca como solía creerse en el pasado, tal vez habla con alguien usando un teléfono móvil que puede estar o no la vista (Bluetooth mediante). Hay amores que se hacen y se deshacen incluso sin el repetido contacto personal, simplemente por la relación que permite la nueva vida en la red. Aparecen y desaparecen nuevos grupos sociales al margen de los que la proximidad geográfica y lingüística solían crear en el pasado. La gente ya no tiene que verse en persona para crear relaciones que pueden llegar a ser, no lo dude, tan profundas como las «anteriores».
Un ejemplo, la intimidad. Mi generación aprendió en los años setenta y ochenta que había que proteger la intimidad, y tuvimos que esperar años para que las leyes recogieran esa necesidad. Hoy ya no parece hacer falta. Los jóvenes de hoy «regalan» a todo el mundo sus imágenes, videos y pensamientos sin el menor sonrojo. La figura se llama Flickr (imágenes), YouTube (videos) o blogs (comentarios de todos tipo), sin olvidar la omnipresencia de ese Twitter que, con mensajitos de unos 140 caracteres, permiten llevar incluso un diario público de actividades para uso de todo aquel a quien pueda interesar. Lo que a algunos sorprende es que, entre las nuevas generaciones, hay realmente muchos interesados en dar a conocer su vida o meterse en la de otros aprovechando las grandes facilidades que permite la tecnología.
Y todo ello sin olvidar esos grupos de relación social que han cambiado en sólo dos o tres años. Desde la forma de avatares simbólicos de Second Life que podían ser ficticios en muchos de sus detalles, a nuevas formas en las que la persona y sus datos reales se hacen públicos como ocurre en Facebook, MySpace, Linkedin o incluso gracias a nuevos sistemas de blogs como LiveJournal.
¿Es eso bueno?
Me temo que la pregunta está mal planteada. No se trata de la bondad o maldad del nuevo agobio que la red pueda presentar, se trata simplemente de constatar que se usan vehículos distintos para la relación interpersonal tan tradicional en la especie humana. Somos «animales políticos», decía Aristóteles. Seres que vivimos en sociedad (polis no significa otra cosa que ciudad, con la relación social que esa infraestructura permite), y los mecanismos de interrelación que esa sociedad proporcione son sólo el medio, no el fin.
Un nuevo ejemplo que, debo reconocerlo, me ha sorprendido y mucho. Desde que una ministra del PP cambió las reglas del juego, hoy las elecciones a Rector en una universidad pública española tienen como cuerpo electoral a toda la comunidad y ya no sólo al clásico Claustro de toda la vida. Eso convierte esas elecciones en algo parecido a unas municipales con un conjunto de electores que se cuenta ya no por centenares (los miembros del Claustro), sino por millares: quince mil, treinta mil, ochenta mil electores, ésas son las cifras que se barajan hoy en las elecciones a rector en universidades españolas.
Por eso hay que hacerlas al estilo que puso de moda Obama: con el uso y abuso de la red. Por ejemplo, en unas recientes elecciones a una universidad catalana el pasado mes de noviembre, se usaron por parte de una misma candidata, una red personal en Facebook, vídeos en YouTube, imágenes en Flickr, una puesta al día continua con mensajitos en Twitter, sin olvidar un blog y un botón en la web (¿como no iba a haber una web?) para que los electores pudieran hacer sus preguntas y/o consultas. La candidata ganó las elecciones aunque, imagino, no sólo por la web y su recurso a las nuevas técnicas de la red.
Lo que fue la gran sorpresa de la elección de Obama como presidente, ocurre también en ámbitos a priori tan insospechados como la universidad pública española. Si eso ocurre en la universidad, qué no habrá de ocurrir en otros ámbitos.
Estamos rodeados por la red y disponemos de nuevas maneras para crear relaciones entre nosotros. Mejor.

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