El reportero del portal Vice, Joseph Cox, informaba este pasado jueves 18 de junio de 2020 de que había robado por accidente la cuenta de WhatsApp de otro usuario. Cox destacaba que este problema dejaba claro que algunos usuarios pueden quedarse sin acceso a los servicios online con los que está vinculado su número de teléfono.
Joseph compró a principios del mes de junio una nueva tarjeta SIM de prepago, luego descargó la popular aplicación y se registró con el número de teléfono de esa tarjeta. Su sorpresa llegó cuando al entrar la primera vez a WhatsApp descubrió que ese número ya había participado de muchos chats y que la foto de perfil pertenecía a una mujer rubia.
Lógicamente Cox se percató sobre la marcha de que ese no era su perfil y que estaba como intruso en el perfil de otra persona ajena. Cuando Joseph volvió a entrar en la cuenta por segunda vez, le llegaron infinidad de mensajes, con fotos y vídeos privados, que él o tendría por qué estar viendo, ya que deberían estar protegidos por las leyes de seguridad y privacidad.
El periodista señala que desconoce si la propietaria original de la cuenta logró recuperar su WhatsApp
Cox está convencido que esta incómoda y peligrosa situación viene determinada por la metodología que aplican los operadores de telefonía para generar los números. Se hace necesario encontrar un sistema de verificación en dos pasos que evite situaciones como las vividas por este periodista, ya que en otras manos podría haber comprometido la seguridad y privacidad del usuario vulnerado.
El periodista señala que desconoce si la propietaria original de la cuenta logró recuperar su WhatsApp, y afirma que le llegó un mensaje con el código de registro cuando ésta intentó volver a iniciar sesión, ante su asombro y preocupación, ya que toda esta experiencia suponía un problema muy serio para los usuarios.
WhatsApp ha aclarado que cuando el número ya está registrado en la app, porque el dueño anterior utilizara la aplicación, y dado que las compañías de telefonía reciclan números, pasados 45 días de inactividad, si se volviera a activar la cuenta, la tratan como un nuevo perfil con número reciclado.
Sería igualmente conveniente que las compañías telefónicas revisaran la asignación de números y crearan un sistema algo más escrupuloso y seguro de cara a las funciones que cumplen en aplicaciones varias, y blindar la seguridad que deben proporcionar a los usuarios de cara a evitar anécdotas como la descubierta por Cox.
Sea como sea, es algo a lo que hay que buscarle solución inmediata, ya que ni la compañía, ni los usuarios se pueden permitir que hackers, con otras intenciones, se sirvan de esta falla para sus fines concretos. El descubrimiento por casualidad de Cox debería servir para que WhatsApp implementara algún tipo de sistema de seguridad que evite que esto pase.