Nacida en 1999, es hace 20 años cuando OVHCloud revolucionó los tradicionales centros de datos. Un lugar en donde se alternan pasillos calientes y fríos, fruto de miles de servidores y máquinas trabajando al unísono que desprenden calor y que es necesario refrigerar con grandes máquinas de aire acondicionado. Sí, el centro de datos es el elemento menos sostenible del mundo TIC a pesar de los grandes avances que se han hecho en la reducción de costes energéticos y la incorporación de fuentes sostenibles.
Entrar en el data center de OVHCloud, como ha hecho Byte TI en el que la firma gala tiene en Roubaix, es hacerlo en otra dimensión. El creador de la firma, Octave Klaba, lo tuvo claro desde el principio: transformar los centros de datos pasaba por diseñar una tecnología que redujera de forma notable el principal gasto de cualquier centro de datos: el consumo energético derivado de la refrigeración.
Agua en el centro de datos
La solución la encontró en el agua. Si se conseguía canalizarla hacia las propias máquinas se podría prescindir de las costosas máquinas de aire acondicionado. El aspecto negativo es que no podría ir al mercado a nutrirse de servidores que permitieran dar servicio a sus clientes, por lo que OVHCloud tendría que fabricarlos por ella misma.
La multinacional francesa lleva desarrollando desde su nacimiento un sistema de refrigeración líquida que disipa el calor que emiten los servidores. Para ello ha desarrollado un propio sistema de tuberías de cobre que alcanzan hasta el núcleo central del servidor y que le dotan de una corriente continua de agua y que mitigan el calor de la CPU y la GPU. El agua que entra se encarga de enfriar mientras que una vez que entra en contacto con los chips sale, caliente, hacia el exterior del centro de datos, donde finalmente se disipa a través de refrigeradores secos optimizados. Con ello, OVHCloud aprovecha la menor resistencia térmica del agua que la de la refrigeración por aire, y no tiene necesidad de emplear ningún tipo de método de refrigeración.
La importancia de la fábrica de OVHcloud
El sistema de OVHCloud no tendría sentido sin unas fábricas que produjeran sus innovadores servidores. En el caso del centro de datos de Roubaix, ésta se encuentra a pocos kilómetros, y un equipo humano junto con varias partes automatizadas trabajan de forma síncrona para producir alrededor de 100 servidores diarios. La parte automatizada es la encargada de fabricar el engranaje sobre el que se colocarán las placas, transistores, chips, cableado y, lógico, el sistema de circulación de agua. Todo ello se hace de forma casi artesanal, con unas sesenta personas trabajando en esta labor. De momento, aunque en OVHCloud han pensado en automatizar también este proceso, han visto que resulta más caro y que además hay labores como la de colocar de forma correcta el cableado, que es incapaz de realizar un robot. Así que a día de hoy, la monótona tarea no puede ser sustituida por una máquina «y tampoco lo haría con tanta calidad como lo hace un humano».
Al contrario de los que ocurre en la mayoría de centros de datos, OVHcloud no tiene que recurrir al aire acondicionado para refrigerar las máquinas: el agua es la encargada de hacerlo
La multinacional tiene por tanto un control total sobre cada una de las máquinas. A pesar de que esta metodología pudiera parecer que incrementa los costes, lo cierto es que le supone tener una serie de ventajas en lo que se refiere a innovación, competitividad y resistencia.
Gracias a este modelo, no sólo se reducen los costes energéticos en refrigeración, sino que se favorece la economía circular: el 100% de los servidores se desmontan tras su uso, proporcionando, mediante pruebas exhaustivas, componentes para su reutilización, lo que contribuye a ampliar el ciclo de vida global del hardware. Con ello, la compañía se garantiza que sus servidores funcionarán durante al menos cinco años. OVHcloud también aplica su enfoque circular a los centros de datos, rehabilitando edificios existentes en lugar de construir otros nuevos.
Evidentemente, el agua es un recurso limitado y aunque el que emplea la multinacional gala para refrigerar sus centros de datos fluye por un circuito cerrado, no puede impedir que una parte de la misma se evapore. Sus nuevas líneas de investigación trabajan en que no se produzca esa evaporación. Unas pérdidas de H2O que ya redujo de forma notable cuando apostó por incorporar el cobre en sus circuitos de agua. El mecanismo supone que la refrigeración por agua sea tres veces más barata y eficiente que la tradicional refrigeración por aire.
La iniciativa innovadora ha ido creciendo con el paso del tiempo. Desde 2003, año en el que se implementó por primera vez, OVHcloud, ya cuenta 34 centros de datos repartidos por todo el mundo. Esos son más de 450.000 servidores refrigerados con agua.
Por Manuel Navarro. Roubaix (Francia)