El mundo, las redes y las comunicaciones se han digitalizado. Solo en los últimos cinco años, el modo de comunicarnos ha cambiado más que en las últimas tres décadas. Esta revolución, que afecta a la sociedad de modo global, ha tenido una influencia definitiva en la actividad de empleados, clientes, socios y proveedores corporativos, que han cambiado el puesto de trabajo fijo por uno móvil, se han deslocalizado, y que ya pueden comunicarse y tener acceso a la información empresarial en todo momento y lugar. A este importante progreso se ha sumado el fenómeno de comunicación entre identidades impulsado por internet de las cosas (IoT), para interactuar con objetos cotidianos. Hemos llegado a un momento en el que la comunicación es omnipresente, conecta personas con personas por voz, texto o vídeo, y además une a personas con cosas y a objetos con objetos.
En plena transformación digital, las empresas piden servicios de comunicación que se presten en movimiento, mediante smartphones o tabletas; en circunstancias de teletrabajo, con PC portátil y teléfono de escritorio o softphone, y con capacidad para usar distintos canales (comunicaciones unificadas) integrados en el negocio. Se ha detectado también que las organizaciones adquieren soluciones de comunicaciones bajo el modelo de pago por uso, que ofrecen como incentivo la rapidez en el despliegue, el ahorro por un coste optimizado por el uso y la actualización sin coste. Este nuevo patrón está sustituyendo a los modelos de inversión basados en CAPEX.
Servicios de colaboración seguros
Las organizaciones quieren servicios en nube híbrida gestionados, capaces de crear interacciones colaborativas en equipo, con protección de sus inversiones previas en tecnología. En paralelo, la nube híbrida ofrece plenas garantías de seguridad y fiabilidad, en un momento en el que las empresas cuentan con aplicaciones cada vez más singularizadas, basadas en la movilidad y en BYOD (Bring Your Own Device).
Las pymes desean asegurarse de que cualquier solución híbrida de comunicaciones unificadas y de colaboración conlleva administración remota
En esta coyuntura se impone agregar al conjunto la flexibilidad precisa y orientar las ofertas a los distintos sectores, con soluciones basadas en la nube híbrida, de modo que el usuario del servicio pueda aprovechar lo mejor de los entornos de nube privado y público, y de los equipos existentes en sus instalaciones. La meta es que la experiencia de usuario (empleados, socios, clientes) sea óptima. En realidad, las pymes desean asegurarse de que cualquier solución híbrida de comunicaciones unificadas y de colaboración conlleva administración remota (de cara a garantizar su tiempo de actividad o para actualizar software) y soporte. La nube híbrida suprime gran parte de esta carga para aquellas empresas que adolezcan de algunas de las habilidades de TI disponibles en las grandes corporaciones.
La tecnología no cesa de desafiar a fabricantes y empresas, y por ello surgen nuevas tendencias de servicios de nube que operan bajo demanda del usuario y que le ofrecen un cada vez más amplio ramillete de posibilidades. De hecho, las nuevas plataformas de comunicación en la nube facultan a las empresas la integración de sus procesos de negocio –ERPs, CRMs, transaccionales-, además de la realización de comunicaciones en tiempo real (chat, voz o vídeo) y automatización de tareas -bots-. Por si fuera poco, el mercado demanda cada vez más soluciones WLAN que aseguren movilidad sin fisuras, acceso seguro, smart analytics y gestión unificada, mediante tecnología de contenedores IoT, que interconecta cada dispositivo de manera segura. Este modelo híbrido establece un pilar que, sobre la base de la nube, mira al futuro, manteniendo al mismo tiempo otra fuerte columna vertebral en la probada y eficiente infraestructura y servicios de valor añadido brindados por la nube.
