Fellowes Ibérica ha desvelado cómo las empresas siguen poniendo en riesgo la información confidencial que manejan tanto corporativa como de sus empleados y clientes.
Un estudio que la compañía ha llevado a cabo en empresas del Reino Unido, ha puesto de manifiesto cómo la protección de la información confidencial en papel sigue siendo una asignatura pendiente para muchas organizaciones.
“La mayoría de las compañías almacena información personal y confidencial de sus clientes y empleados, como nombres, direcciones, números de teléfono, números de seguros, cuentas bancarias, etc. Por ello, es importante que las organizaciones sean responsables a la hora de gestionar y almacenar datos tan sensibles”, afirma Héctor Barak, director general de Fellowes Ibérica. Sin embargo, según este estudio, el 40% de las compañías británicas ponen en riesgo las identidades de sus clientes y empleados tirando documentos con información sensible a la basura.
Y es que si algún documento que contenga datos como números de DNI, de cuentas bancarias o números de la seguridad social, cae en manos inadecuadas, puede ser utilizado para solicitar créditos, abrir cuentas paralelas y un sinfín de actividades fraudulentas, robando así la identidad de la víctima.
Asimismo, este riesgo no sólo afecta a personas individuales, ya que los delincuentes también pueden hacerse con información confidencial de la compañía para dañar su buen nombre y obtener bienes y servicios a crédito a través de los proveedores de la organización. Pero el riesgo no termina aquí, ya que los delincuentes pueden obtener firmas de los registros públicos para meterse en las cuentas bancarias de la compañía, haciéndose pasar por uno de los titulares.
Algunos datos sobre el robo de identidad
El robo de identidad se ha constituido como un delito creciente que cada año supone el coste de más de 1.000 millones de euros en Reino Unido según fuentes estatales. Por ello, no es de extrañar que según este estudio el 81% de la población británica muestre una cierta preocupación ante el hecho de ser víctima de un robo de identidad. De hecho, este delito preocupa más a la población que los atracos o los robos de cartera.
Sin embargo, todavía son muchos los que tiran a la basura documentos personales e incluso, el 22% de la población accede a sus cuentas bancarias desde el trabajo o en cibercafés con el consiguiente riesgo. Y es que estos riesgos no se deberían tomar a la ligera, ya que según un estudio de la agencia de crédito Experian, se tarda una media de 467 días en descubrir que se ha sido víctima de un robo de identidad, por lo que tratar la información de manera diligente resulta de vital importancia.
Para evitar posibles situaciones de riesgo, y que los documentos con datos personales caigan en manos inadecuadas, los expertos recomiendan a las compañías la destrucción de toda la documentación sensible y susceptible de ser utilizada en contra de la persona ya esté recogida en papel, CD o DVD, a través de dispositivos como las destructoras de documentos.