Giesecke+Devrient (G+D) ha identificado cinco tendencias clave que están impulsando la continua evolución del Internet de las Cosas (IoT). Estas son: la incorporación de inteligencia artificial (IA), edge computing y blockchain, la estandarización para mejorar la gestión de los dispositivos IoT, y el uso de IoT para promover la sostenibilidad.
De acuerdo con G+D, a pesar de los desafíos y limitaciones asociados con la implementación de tecnologías IoT, estas tendencias facilitarán y acelerarán su adopción en un panorama donde el número de dispositivos conectados crece rápidamente. Las aplicaciones IoT están impactando cada vez más sectores como transporte, logística, agricultura, energía, manufactura y ciudades inteligentes.
Según el Dr. Philipp Schulte, CEO de G+D Mobile Security, “el futuro de la conectividad del Internet de las Cosas estará determinado por avances tecnológicos importantes, la integración de la IA y edge computing, así como por los esfuerzos continuos de interoperabilidad y el impacto transformador de 5G; estos avances mejorarán las capacidades de los sistemas IoT y los harán más eficientes, fiables y versátiles, abriendo nuevas oportunidades e impulsando la innovación en diversas áreas».
Qué está impulsando la evolución del IoT
- Inteligencia Artificial y Aprendizaje Automático. La primera tendencia destacada por G+D es la expansión del uso de IA y aprendizaje automático (ML). Estas tecnologías, a través del análisis de grandes volúmenes de datos, optimizan aplicaciones IoT en áreas como el mantenimiento predictivo y la gestión energética. Al combinar las capacidades analíticas de la IA con las capacidades de monitoreo y recopilación de datos del IoT, se crea un sistema más inteligente y eficiente. Sin embargo, G+D subraya que la IA depende de datos confiables y auténticos para funcionar adecuadamente, lo que hace crucial la integridad de los datos para generar confianza en los ecosistemas IoT
Giesecke+Devrient (G+D) ha identificado las cinco tendencias que están contribuyendo a la progresión de la evolución constante de la Internet de las Cosas (IoT)
- Edge Computing. El edge computing, como segunda tendencia, permite el procesamiento de datos más cercano a su origen, lo que reduce la cantidad de información que debe transferirse a centros de datos centrales. Esto disminuye la latencia, crucial en aplicaciones como la automatización industrial. G+D señala que la expansión de las redes 5G mejorará la comunicación entre dispositivos y facilitará un procesamiento de datos más ágil y eficiente. Además, se espera una mayor integración de IA y ML con el edge computing, lo que permitirá a los dispositivos periféricos tomar decisiones complejas de manera autónoma
- Blockchain. G+D también destaca el papel de la tecnología blockchain para mejorar la seguridad en el entorno del Internet de las Cosas. Con el aumento de dispositivos que manejan datos sensibles, blockchain, gracias a su naturaleza descentralizada, ofrece una solución eficaz para garantizar la integridad y autenticidad de las transacciones de datos. Esta tecnología es clave para proteger los ecosistemas de esta tecnología ante las crecientes amenazas de ciberseguridad
- Estandarización de la Gestión de Dispositivos IoT. Una cuarta tendencia relevante es la estandarización para una gestión más eficiente de dispositivos IoT, particularmente con la especificación SGP.32, publicada por la GSMA en 2023. Esta permite una provisión remota de SIMs sin necesidad de conexiones adicionales como Wi-Fi o Bluetooth, simplificando la instalación y gestión de dispositivos IoT. Además, la solución AirOn360 IoT Suite de G+D, que emplea el protocolo SGP.32, facilita la gestión centralizada de flotas completas de dispositivos, permitiendo una mayor flexibilidad y reducción de costes operativos
- Sostenibilidad y IoT. Finalmente, G+D señala la contribución del Internet de las Cosas a la sostenibilidad, resaltando su importancia en la gestión de recursos y la lucha contra los desafíos medioambientales. Los sensores energéticamente eficientes y las aplicaciones de IA optimizan la supervisión y control de recursos, ayudando a reducir residuos y mejorar la eficiencia energética. Esto posiciona esta tecnología como un aliado clave en la construcción de un futuro más sostenible.
