La Investigación y desarrollo retrocede en España si se atiende a las cifras de la Política de Gasto 46 de Investigación, Desarrollo e Innovación publicadas en el Plan de Presupuestos Generales del Estado 2017, el presupuesto total ha aumentado un total de 71,4M€, de los 6429,6 M€ de 2016 a los 6501 M€ de 2017, lo que supone una variación del 1,11%. Este incremento está lejos de la cifra destacada oficialmente como titular sobre I+D+i en los Presupuestos que anuncia un incremento del 4,1%.
Este incremento del 1,11% se sitúa por debajo de cifras como el crecimiento esperado del PIB (2,5%) o la tasa de inflación que maneja el Gobierno para 2017 (1,5%), lo que se traduce en que los Presupuestos de 2017 suponen un retroceso de la investigación y desarrollo con respecto a 2016 y una falta de apuesta por la innovación en unos presupuestos expansivos. El escenario actual de recuperación económica es una oportunidad que no se debería perder para apoyar la I+D+i de forma más decidida.
Particularizando en el gasto en investigación y desarrollo civil, que supone aproximadamente el 90% del total del gasto en I+D+i, aumenta de los 5.793 M€ de 2016 a los 6.029 M€ presupuestados para 2017
Particularizando en el gasto en Investigación y Desarrollo civil, que supone aproximadamente el 90% del total del gasto en I+D+i, aumenta de los 5.793 M€ de 2016 a los 6.029 M€ presupuestados para 2017. Esta variación sí corresponde con el incremento del 4,1% anunciado. La partida de I+D+i civil a su vez se desglosa en dos partes, una dedicada a subvención y otra a préstamo, de 2.446 M€ y 3.583 M€ respectivamente. La partida de subvención se ha visto reducida un 2,6% respecto a 2016 y el préstamo incrementado un 9,2%. Precisamente las ayudas en forma de subvención son las mejor valoradas por las empresas, mientras que los instrumentos de ayudas a la I+D+i en forma de préstamo por lo general no son lo suficientemente atractivos, tienen dificultades para atraer proyectos y presentan un porcentaje de ejecución presupuestaria preocupantemente bajo. Este balanceo cada vez más acusado hacia el préstamo resulta alarmante ya que complica el diseño de unos instrumentos de ayudas públicas a la I+D+i que realmente sean capaces de canalizar y potenciar el conocimiento, la capacidad y la voluntad de innovar de la industria española.
Los presupuestos de beneficios fiscales para el año 2017 tampoco traen buenas noticias: el concepto de deducciones por actividades de Investigación, Desarrollo e Innovación Tecnológica, valorado también de forma muy positiva para las empresas y que se ha convertido en un complemento casi imprescindible para abordar proyectos, se recorta a la mitad -un 49,8%- con respecto a 2016.
En conclusión, la falta de apuesta por la innovación y la insistencia en privilegiar el préstamo a costa de las subvenciones a la I+D+i no permiten valorar positivamente estos presupuestos desde AMETIC dado que reflejan que, en un momento de recuperación, y a diferencia de los países más avanzados, la innovación no se sitúa entre las prioridades para afirmar la competitividad del país y la continuidad del crecimiento.