Indra ha mostrado algunas de sus tecnologías más innovadoras para afrontar los retos de la ciudades del futuro en el marco del Smart City Expo World Congress, que se celebrará en Barcelona entre hoy martes y el próximo jueves, día 15 de noviembre.
En esta ocasión, Indra ofrecerá a los visitantes la posibilidad de interactuar a través de una smart card con varias de la soluciones de gestión que la compañía ha desarrollado en el ámbito de las ciudades inteligentes. Así, en la Smart City Plaza –una reproducción de ciudad con más 1.200m2 que acogerá soluciones reales disponibles a día de hoy- los visitantes podrán acceder a servicios como el alquiler de bicicletas públicas o la solicitud de cita médica. Por su parte, también podrán tramitar en el stand de la compañía la reserva de un vado a través de la ·”Carpeta ciudadana” o realizar el proceso de identificación previo a una votación.
Esta tarjeta inteligente contactless se basa en tecnología RFID y ya ha sido utilizada por Indra en numerosos proyectos de transporte urbano y seguridad y también integra como función adicional la gestión de recarga del vehículo eléctrico. Su objetivo es constituirse en la llave de acceso a los servicios que necesiten identificación, control de acceso o pago (tarjeta sanitaria, DNI, carnet de biblioteca, transporte público, etc.) con el fin de integrar toda la actividad del ciudadano en un único dispositivo para poder cruzar mejor la información y optimizar la gestión de esos servicios. Los ciudadanos se podrán beneficiar así de servicios más personalizados y podrán interactuar de una forma más directa además de disfrutar de la comodidad de integrar todo en un único soporte (carnets de familia numerosa, la tarjeta rosa o amarilla, carnet universitario). Incluye asimismo la posibilidad de integrarse con servicios privados (por ejemplo, el carnet del Barça o del Real Automóvil Club) y, en un futuro, se prevé que el teléfono móvil sea el soporte, con las mismas funcionalidades que la smart card.
La Administración, por su parte, mejoraría notablemente su conocimiento sobre las demandas de servicios y necesidades del ciudadano y, a su vez, podría racionalizar la oferta de productos y servicios según las demandas segmentadas. Así, por ejemplo, se podrá reforzar el transporte público en el caso de que muchos ciudadanos hayan comprado una entrada para un evento especial o preparar promociones cruzadas para favorecer que los ciudadanos visiten una exposición entre semana con el fin de evitar las aglomeraciones en sábado o domingo.