«Smart video analytics» es una tecnología avanzada que procesa y analiza datos de vídeo para obtener información valiosa y respaldar decisiones comerciales fundamentadas en dicha información. Con el crecimiento de la inteligencia artificial (IA) y sus capacidades, el «Smart Video» está ganando popularidad tanto en España como en toda Europa. Así lo destaca el reciente estudio de Western Digital sobre el uso de sistemas de vídeo inteligentes en organizaciones europeas, el 25% tiene previsto adoptar esta tecnología en los próximos 12 meses.
Las conclusiones clave en el mercado español son las siguientes:
- El 49% de las empresas afirma tener un sistema de videovigilancia, mientras que el 51% restante aún no cuenta con uno.
- Los dos principales métodos utilizados para almacenar imágenes y datos generados por sistemas de videovigilancia inteligente en empresas encuestadas en España son el almacenamiento de la propia cámara (48%) y un sistema de almacenamiento externo (47%).
- Los usos más comunes incluyen la investigación de incidentes (35%), seguridad y prevención de robos (30,53%), y el control de la salud y seguridad de los empleados (25%).
- Al seleccionar sistemas de video inteligentes, las consideraciones más importantes incluyen la calidad de video de alta resolución (25%), la conectividad de alta velocidad (26%) y las opciones de almacenamiento de datos (21,6%).
- En España, el 11,5% de las empresas encuestadas invierten anualmente menos de 10.000 euros en la compra y mantenimiento de sistemas de videovigilancia; el 38% invierte entre 50.000 y 100.000 euros; el 37% invierte entre 10.000 y 50.000 euros, y el 13% invierte entre 100.000 y 500.000 euros.
El 46% de las organizaciones europeas afirma que la IA influye en los sistemas de videovigilancia y permite optimizar sus negocios
El creciente interés en el «Smart Video» gracias a la IA y sus diversas aplicaciones ha generado un aumento significativo en las necesidades de datos empresariales en los últimos años. Para adaptarse a estos cambios y mantenerse al tanto de la evolución de cámaras, funciones avanzadas de IA e innovaciones en almacenamiento de datos, las empresas deben ajustar y escalar sus sistemas de almacenamiento según las demandas específicas al utilizar esta tecnología.
Según Darragh O’Toole, director de marketing de Producto de Western Digital en Europa, “actualmente las cámaras no sólo graban en 4K y ofrecen múltiples transmisiones de video, sino que también admiten análisis de datos en tiempo real gracias a los chips de inteligencia artificial integrados en los dispositivos. Ofrecen cada vez datos más nítidos, detallados y grabados a un mínimo de 24 fotogramas por segundo (fps), duplicando o incluso triplicando la capacidad de almacenamiento requerida por las empresas”.
Numerosas cámaras operan constantemente, los siete días de la semana, durante todo el año, desempeñando roles fundamentales en la prevención de robos, investigación de incidentes y monitoreo de la salud y seguridad de los empleados. Sin embargo, en los últimos años, ha surgido un creciente número de aplicaciones en el «Edge», como alertas en tiempo real (23%) y mapas de calor (22%), que permiten a los clientes optimizar sus operaciones en Europa.
La IA en los sistemas de videovigilancia
En sectores como el comercio minorista, las cámaras inteligentes ofrecen diversas utilidades, desde la planificación del diseño de la tienda hasta la mejora de la experiencia del cliente mediante la detección de movimientos dentro del establecimiento. Con información respaldada por inteligencia artificial, las tiendas pueden precisar y registrar con exactitud la afluencia de personas, facilitando la planificación empresarial, la optimización de escaparates y estantes. Estos ejemplos subrayan la creciente importancia de los datos en el «Edge», exigiendo una mayor durabilidad y confiabilidad.
Este cambio está llevando a empresas europeas a respaldar los datos de sus cámaras ante la posibilidad de pérdida repentina de disponibilidad de red. Según el informe, el 48% de las compañías prefieren soluciones de almacenamiento local, como centros de datos centrales, en lugar de opciones en la nube.
Los flujos de datos de alta calidad requieren almacenamiento avanzado para mejorar el «streaming ATA», reducir la pérdida de fotogramas y optimizar la reproducción general de vídeo. Para respaldar cargas de trabajo de inteligencia artificial y permitir que los clientes aprovechen las aplicaciones de aprendizaje, tanto los centros de datos como la nube necesitan soluciones de almacenamiento potentes y especializadas, ofreciendo alta capacidad y rendimiento.