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euro digital

4 creencias falsas sobre el euro digital

A pesar de que el concepto de euro digital está en un estado muy avanzado, Giesecke+Devrient (G+D) ha detectado una serie de suposiciones falsas entre los ciudadanos europeos que cree conveniente erradicar. La empresa enumera, básicamente cuatro suposiciones erróneas asociadas a la llegada de la moneda digital: que el efectivo se abolirá gradualmente, la necesidad de los ciudadanos de disponer de una cuenta en el Banco Central Europeo (BCE) para su uso, que permitirá el control y monitorización de los usuarios y que el euro digital ya existe.

Respecto a la primera de ellas, la sustitución gradual del efectivo en forma de billetes y monedas, G+D apunta que ambos formatos se complementarán, siendo el euro digital la contraparte electrónica y un complemento urgente al efectivo ya que, si bien el efectivo tiene muchos beneficios como medio de pago, no puede utilizarse en el mundo digital.

Respecto al mito de que todos los ciudadanos deberán tener una cuenta en el BCE para el uso del euro digital, G+D aclara que el efectivo entra en circulación cuando los respectivos bancos nacionales de los Estados miembros lo emiten y distribuyen a través de los bancos comerciales, y la introducción del euro digital no cambiaría este equilibrio entre instituciones públicas y privadas. G+D apunta que los bancos centrales permanecerían en un segundo plano y no entrarían en contacto directo con los clientes ni competirían con los bancos tradicionales manteniendo, así, la división de funciones y responsabilidades entre los bancos centrales y comerciales, y los proveedores de servicios financieros. Los usuarios del euro digital seguirían teniendo, por tanto, la libre elección de su banco comercial.

La privacidad y la protección de datos tienen máxima prioridad en el diseño del euro digital

Por lo que se refiere al control y monitorización de los ciudadanos, G+D subraya que la privacidad y la protección de datos tienen máxima prioridad en el diseño del euro digital. G+D señala que el euro digital no sería programable ni permitiría rastrear las transacciones de pago a través de flujos de datos. Además, los datos de las transacciones estarían técnicamente separados de la información personal y el BCE no retendrá ningún dato. Estos aspectos hacen que el euro digital sea esencialmente diferente de los modelos de negocio de los proveedores privados de pago, que habitualmente utilizan los datos generados por sus ofertas con fines comerciales.

Por último, y ante la creencia de que el euro digital ya existe, G+D aclara que, si bien las personas que pagan online o con sus dispositivos móviles podrían pensar que ya están utilizando un euro digital, es también incorrecto. Las acciones activadas electrónicamente, que están vinculadas a una cuenta, generalmente se realizan a través de proveedores terceros privados, como las compañías de tarjetas de crédito. Estas acciones van de la mano de la correspondiente clasificación del usuario y no son, por tanto, de libre acceso para todos. Los pagos con el euro digital también funcionarían sin cuenta bancaria, prueba de edad, calificación crediticia ni coste de transacción, como ocurre con el efectivo en el mundo físico. Por último, pero no menos importante, aclara G+D, se prevé que el euro digital también funcione sin acceso a Internet, es decir, sin conexión.

G+D coincide con las instituciones comunitarias en la urgencia de contar en el continente con una Moneda Digital de Banco Central (CBDC) como la única moneda digital pública de pago, en respuesta a la demanda creciente de opciones de pago digitales seguras y fiables. Según G+D, con ella, la zona euro tendría una alternativa a las propuestas privadas de pago digital y las criptomonedas o monedas privadas, que se han demostrado altamente volátiles. Además, apunta G+D, tendría el potencial de convertirse en motor de la economía digital y dotaría de estabilidad al sistema monetario y de pagos. Además, agrega G+D, promovería la eficiencia en las transacciones de pago europeas y fortalecería la competitividad y la soberanía monetaria de la zona euro.

Según Wolfram Seidemann, CEO de G+D Currency Technology, “el euro digital combinaría los beneficios del efectivo con la comodidad de las opciones de pago digital sin dependencias, riesgos de seguridad o costes adicionales para los ciudadanos”. “Como complemento perfecto al efectivo, el euro digital sería la opción de pago digital inclusivo del futuro y al alcance de todos”.

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