Dos de cada tres trabajadores autónomos (el 68,4%) dispone de algún tipo de equipamiento informático, lo que representa un aumento del 20,6% respecto al año anterior. Crece 10 puntos la presencia del ordenador de sobremesa (que sigue siendo el dispositivo estrella), hasta el 72,4%, y 3 puntos el smartphone, hasta el 19%, mientras, curiosamente, se reduce 2 puntos la penetración del portátil, situada en el 36,1%, y 5 puntos la del terminal punto de venta (TPV), que se fija en el 22%.
Son datos extraídos del informe ‘El trabajador autónomo y la Sociedad de la Información 2011’, elaborado por Fundetec en colaboración con la Federación Nacional de Trabajadores Autónomos (ATA) y la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA), y realizado por IDC. El informe, presentado hoy en Madrid, está basado en más de 4.100 encuestas a microempresas de toda España, e incluye datos generales y pormenorizados de nueve sectores de actividad (automoción, construcción, transporte, industria, actividades financieras, hostelería, etc.). Su versión digital puede descargarse desde www.fundetec.es.
Las soluciones ofimáticas continúan siendo las más implantadas en los negocios de los autónomos españoles, sin variaciones interanuales, alcanzando el 71,5% de los que disponen de equipamiento informático. Ligeramente por detrás se sitúan las aplicaciones empresariales (65,3%) y las de comunicación (61,3%). Si hablamos de soluciones de código abierto, están presentes en el 36,4% de estos autónomos, un 9% más que en 2010.
Respecto a otro tipo de utilidades, crece 7 puntos el uso del certificado digital, hasta el 21,4% de los autónomos informatizados, siendo este mismo porcentaje el que descienden quienes aseguran no conocer este documento digital. Y también disminuye un 21% el porcentaje de quienes dicen no conocer la factura electrónica, creciendo al mismo tiempo un 5,9% los autónomos que la utilizan, alcanzando ya el 15%.
Internet, página web y redes sociales
Frente a esta óptima evolución del nivel de informatización de los autónomos españoles, destaca la caída en la disponibilidad de conexión a Internet, que en 2011 experimenta un ligero retroceso del 4,2% respecto a 2010, situándose en el 68,7% de los autónomos con equipamiento informático. Resulta relevante que la principal razón que alegan quienes no utilizan la Red, que no creen que pueda serles útil para su negocio, ha crecido un 25,2% en el último año (lo que explica, probablemente, ese retroceso en la conectividad), llegando a un elevado 60,5%. Sin embargo, se reducen un 13,2% los que alegan motivos económicos.
Entre los que sí la utilizan, siete de cada diez (el 73,8%) llevan haciéndolo más de tres años, mostrando así cierta madurez del autónomo respecto a su confianza en Internet. El principal uso sigue siendo el correo electrónico (93,7%), seguido de la búsqueda de información (83%), pero es notable el crecimiento de quienes se sirven de la Red para establecer comunicaciones con clientes y proveedores (del 32,3% en 2010 al 53,7% en 2011).
Sin embargo, aún son minoría los autónomos conectados cuyos negocios tienen presencia en Internet, llegando tan sólo al 47,5%. De ellos, el 58,1% dispone de página web propia, mientras que el resto se sirve de webs empresariales de terceros o incluso de las redes sociales. El 62,5% de sus páginas web tiene más de tres años, y su principal finalidad es ofrecer información del negocio (97,2%), el catálogo de productos y servicios (83,6%) y un canal de contacto (54,9%). Respecto a sus objetivos, el prioritario es la captación de clientes (40,6%). Cabe destacar el incremento del 16,4% en el porcentaje de quienes afirman no haber encontrado dificultades a la hora de estar presentes en Internet, hasta el 53,1%.
Las redes sociales van calando poco a poco entre estos profesionales, siendo ya prácticamente todos (el 92,1%) quienes conocen de su existencia, y casi la mitad (el 45,7%) las utilizan, un 8,4% más que en 2010. La edad es un factor clave en este aspecto: el 67,5% de los menores de 30 años se han subido al carro de las herramientas 2.0, mientras que entre los mayores de 50 el porcentaje desciende al 25,8%. Respecto a las más utilizadas, puede decirse que casi todos (el 94,9%) los usuarios de redes sociales eligen Facebook, que sigue ganando adeptos, creciendo un 25% respecto a 2010. A gran distancia le sigue Twitter (29,6%).
Comercio electrónico
Un año más, el comercio electrónico es la asignatura pendiente de los autónomos. Sobre todo en lo relativo a ventas online: sólo el 9,8% de los autónomos con conexión comercializa sus productos y servicios vía Web, creciendo apenas medio punto. Un aspecto positivo es que crece un 16,2% el porcentaje de quienes afirman no haber encontrado problemas en la implantación de este canal de ventas, hasta el 51,6%. Respecto a sus ventajas, mientras en 2010 destacaba el aumento del número de clientes, en 2011 se concede más importancia a la simplificación del proceso de venta y de gestión, y es notable que quienes no practican la venta online lo explican simplemente porque no se lo han planteado, un 15% más que en 2010, reduciéndose otro tanto quienes creen que su producto o servicio es inadecuado para este canal.
En el caso de las compras online a proveedores, las practican el 27,6% de los autónomos conectados, con un ligero descenso del 1,1% respecto a 2010, y de ellos, siete de cada diez afirman no haber tenido dificultades en el proceso. También en este caso se ha producido una variación en el principal beneficio de este canal: en 2010 eran las mejoras en la gestión de compras, mientras que en 2011 encabeza la lista la reducción de costes. Y quienes no lo utilizan lo achacan principalmente al tamaño de su negocio y al desconocimiento del medio. Es significativo que más de la mitad de los autónomos que utilizan la Red tanto para comprar como para vender productos y servicios lleva haciéndolo al menos tres años, y se percibe una tendencia alcista en la evolución del volumen de compras y de ventas online.
La crisis ha hecho mella en la importancia que los autónomos conceden a las ayudas y subvenciones: el 80,6% las considera necesarias para invertir en tecnología, un 9,1% más que en 2010. En cuanto al destino que les darían en caso de recibirlas, predominan quienes las dedicarían a incorporar o renovar el equipamiento informático (31,6%), aunque desciende 9 puntos respecto al año anterior. Y en ese mismo porcentaje aumentan quienes las destinarían a crear su propia página web e iniciarse en el comercio electrónico (23%). La voluntad de formarse en el uso de las nuevas tecnologías también es notable, alcanzando el 20,1%.
Conclusiones
El informe de Fundetec establece tres índices secuenciales que presentan el grado de madurez de los autónomos en relación al uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación:
Ø Índice de madurez básica: se basa en el uso de aplicaciones informáticas básicas, como las ofimáticas. Los resultados de las encuestas revelan que el 48,9% se encuentran en este primer nivel, 15 puntos por encima del registrado en 2010.
Ø Índice de madurez intermedia: además de lo anterior, se vincula con la disponibilidad de acceso a Internet, como llave de entrada al uso de otro tipo de aplicaciones más avanzadas, incluidas las redes sociales. Un 37,8% de los autónomos encuestados se encuentra en este segundo nivel, un 17,4% más que hace un año.
Ø Índice de madurez avanzada: se identifica con aquellos que, además de la ofimática e Internet, practican el comercio electrónico. En este tercer nivel se sitúa el 12,6% de los autónomos consultados, un 4,9% más que en 2010.
Los actuales cambios culturales, económicos y tecnológicos son una oportunidad para transformar y modernizar la actividad de los autónomos, mejorando su competitividad. La tecnología en la nube, el pago por uso, la movilidad y las redes sociales son elementos clave para esa transformación. Sin embargo, aún son numerosos los profesionales que no se han informatizado porque no terminan de ver clara la utilidad de la tecnología para su negocio.
Cada autónomo debe encontrar su propio camino hacia un mayor grado de informatización, que en algunos sectores puede venir de la mano de nuevos dispositivos móviles y en otros de un TPV que más adelante pueda conectarse con un software de gestión. En cualquier caso, el primer paso ha de ser recurrir a asesores profesionales para informarse sobre la tecnología que mejor se adapta a sus necesidades. Y a continuación, es recomendable explorar la multitud de posibilidades de Internet, que pueden tener gran impacto en su negocio sin requerir importantes inversiones ni grandes conocimientos técnicos.