Los iWorkers son una figura en auge dentro de las compañías europeas. Se trata de personas fiables y capacitadas, que tienen acceso las 24 horas del día y los 7 días de la semana a toda la información necesaria para satisfacer las necesidades de la compañía y de sus clientes, por lo que no están ligados a horarios ni espacios de trabajo específicos. Este perfil de trabajador es clave en la evolución tecnológica de un negocio, pero requiere unas herramientas que actualmente son inexistentes en la gran mayoría de las organizaciones.
Según un estudio encargado por RICOH , en la actualidad solo el 4% de los directivos europeos considera que su personal está integrado mayoritariamente por iWorkers, pero a la vez, el 37% de ellos opina que en 2018 esta situación se habrá revertido. En los próximos cinco años, se espera que el número de iWorkers aumente de manera muy significativa en el tejido empresarial europeo, y esto obliga a las compañías a estar preparadas para este nuevo perfil.
A pesar de esto, el estudio de RICOH refleja los muchos retos que aún hay que superar antes de incrementar la presencia del iWorker en las compañías europeas. Casi el 75% de ellas ya están invirtiendo en nuevas tecnologías para mejorar la productividad del trabajador dentro y fuera de la oficina, y la mayoría también destaca la necesidad de revisar los procesos ya existentes con el fin de que los trabajadores puedan acceder más fácilmente a la información empresarial crítica. Precisamente, la incapacidad de acceder a documentos desde un dispositivo móvil es considerada como un lastre para su negocio por más del 70% de los líderes empresariales, mientras que dos terceras partes aseguran que las funciones de búsqueda inadecuadas impiden a los trabajadores encontrar la información que necesitan para contribuir al avance de la compañía. Además, el 62% afirma que los silos de información inconexos están dificultando el intercambio de información.
Las claves para adaptarse al iWorker
Eduard Farga, Director de Marketing y Desarrollo de Negocio de RICOH España, señala que “la previsión es que el perfil del iWorker aumente de manera significativa. Ahora bien, la pregunta es: ¿están preparadas las organizaciones? Los directivos europeos son más conscientes que nunca de la necesidad de optimizar la forma de usar la tecnología y eliminar los silos de información que se producen dentro de la compañía. Es urgente revisar y cambiar los métodos de trabajo tradicionales, y mantenerse al día de los cambios impulsados por la tecnología que, sin duda, nos seguirá planteando nuevos retos”.
Los directivos europeos destacan los pasos más importantes a seguir para acelerar la presencia del iWorker. En primer lugar, sitúan el uso de herramientas colaborativas para propiciar la colaboración y el intercambio de conocimiento en múltiples ubicaciones. A ello le sigue la transición a la nube y la optimización de los procesos de la organización, revisando la forma de trabajar de los empleados y asegurando que la tecnología se usa para obtener el máximo beneficio. Los directivos situaron en cuarto lugar la digitalización de documentos en papel, lo que permite un mejor acceso a la información crítica, tanto actual como histórica, contribuyendo a la toma de decisiones futuras. Estas acciones conllevarán beneficios significativos para las compañías.
“Ahora es el momento para que las organizaciones optimicen sus procesos documentales y empresariales críticos y se preparen de un modo más efectivo para el futuro. Con mayores innovaciones y el cambio liderado por la tecnología ya en marcha, el afianzamiento del iWorker como fuerza laboral más informada es esencial para el crecimiento, la mejora de la agilidad, la eficiencia y la productividad, así como la capacidad de respuesta ante las necesidades del cliente”, concluye Farga.