Cuando está a punto de comenzar el que se espera sea un año decisivo para las Tecnologías de la Información, CSC desvela las cinco grandes tendencias TI que espera sean fundamentales para transformar las organizaciones en 2016.
Estas cinco tendencias clave para el próximo año, de ésta que ya se conoce como “era de la digitalización”, deben ser tenidas muy en cuenta por el nuevo líder corporativo que afronta la oportunidad única de aprovechar las llamadas “tecnologías de próxima generación” para abordar una completa transformación interna que multiplique el valor de su negocio.
“Tanto en las salas de juntas como en los consejos de alta dirección, existe un mayor reconocimiento de que estratégicamente la inversión en innovación y transformación tecnológica reporta una mejor experiencia al cliente, aumenta la productividad y la eficiencia del negocio, protege recursos y marca, para, en definitiva, reportar ventajas competitivas a las empresas», asegura Dan Hushon, director de tecnología de CSC. «Se está produciendo un cambio fundamental en el modo en que las organizaciones utilizan las redes digitales para hacer negocios y en CSC estamos orgullosos de poder ayudarlas a tener éxito en este camino hacia su transformación digital”, subraya el directivo.
Las siguientes cinco grandes tendencias convertirán 2016 en el “año de la información contextualizada”, cuando muchas organizaciones se doten de modernas plataformas y aplicaciones que, además de evitar riesgos contra la seguridad, impulsen su crecimiento, en opinión de CSC.
1) La información contextual añade valor
Con el enorme caudal de información que generan las plataformas y datos digitales de la llamada “Internet de las Cosas”, el análisis contextual será uno de los principales motores de 2016. Estos datos contextuales nutren a las organizaciones de información adicional (meta-datos), como tipo de dispositivo, localización, idioma o red social del usuario. Esta información es rica e influyente, puede suscitar nuevas ideas en la organización para personalizar mejor sus productos o servicios, e incluso sugerir acciones concretas de mejora. Un contexto enriquecido permite además construir una experiencia más integrada y de valor, de cara a clientes, empleados, socios y, en general, toda la sociedad.
2) Como el contexto aumenta, el número de posibles ciberataques también
Esta mayor riqueza contextual de la información corporativa es, no obstante, muy atractiva para el cibercrimen. El consiguiente aumento del riesgo a sufrir un ataque exige a las organizaciones adoptar una nueva generación de técnicas de defensa en red, de gestión de identidades, riesgos e información. Las nubes públicas jugarán un papel importante, en la defensa de la integridad de los datos contextuales, que deben ser integrados en arquitecturas seguras. Estos nuevos entornos, contextuales, obligan a las organizaciones a ponderar unos niveles de riesgo y control aceptables, a medida que comparten un caudal cada vez mayor y diverso de datos con sus principales accionistas.
3) El mercado de las APIs sigue fuerte
Las empresas han descubierto el poder de las Interfaces de Programación de Aplicaciones (APIs, en siglas) y seguirán construyendo sobre sus cimientos. Las APIs permiten utilizar e intercambiar información entre diferentes entornos y, con frecuencia, actúan como un envoltorio de los sistemas más antiguos. Esto permite combinar datos, entre aplicaciones nuevas y antiguas. Pero estas APIs son mucho más que meras herramientas de desarrollo. Permiten crear nuevos canales de servicios y coordinar la información que comparten distintos ecosistemas. El éxito de una estrategia digital depende de su capacidad para democratizar el acceso a la información y las APIs juegan un papel fundamental en este proceso. Resultan claves para desplegar una estrategia de negocio que promueva la innovación.
4) Los CIOs buscan aliados para convertir la información en contexto
El CIO seguirá empeñado en garantizar que los controles y el gobierno de su organización están preparados para manejar este nuevo flujo de información. Si en el pasado, estos directores de TI estuvieron más centrados en la “T”, de tecnología, que en la “I”, de información, ahora vuelven su mirada a la segunda, situándose muy cerca del negocio, para llevar las riendas de esta transformación digital. Esta cercanía, a la denominada gestión de las relaciones de negocio (BRM, en siglas), favorece el acceso a nueva información y tecnologías, que son necesarias para tomar mejores decisiones e introducir productos más competitivos, rápidamente y a gran escala.
5) Los proveedores de plataformas corporativas siguen convergiendo
Otra tendencia clave en 2016 será la progresiva consolidación de los proveedores de infraestructuras TI. Este proceso responde a la creciente demanda de soluciones no convencionales, es decir, que se adapten cada vez más al negocio y sean más ágiles e integradas; las infraestructuras convergentes. Como consecuencia, las organizaciones buscarán en 2016 nuevos productos y servicios que procedan de auténticos especialistas en infraestructuras TI.
