En la actualidad el papel del Chief Information Officer (CIO) ha adquirido una importancia estratégica, pero también se ha convertido en una de las posiciones más volátiles dentro de las organizaciones. Un reciente estudio de LiceoTIC revela que la permanencia media de un CIO en su puesto es de solo 4,5 años, lo que pone de manifiesto la gran presión y las altas expectativas que rodean a estos profesionales.
El informe destaca que solo el 30% de los CIOs llega a la edad de jubilación manteniendo su cargo. Este dato refleja una realidad incómoda: el liderazgo tecnológico dentro de las empresas está sometido a una rotación constante. En sectores altamente innovadores, como la tecnología y las telecomunicaciones, el tiempo de permanencia es aún más corto, debido a la necesidad de adaptación rápida a nuevas tendencias y la presión por ofrecer soluciones competitivas.
En contraste, sectores como el financiero o el energético ofrecen una mayor estabilidad a los CIOs, ya que los proyectos de transformación digital requieren una visión a largo plazo y la continuidad en el liderazgo se convierte en un factor clave para el éxito de las iniciativas tecnológicas.
«El informe ‘De CIO a CXO’ refleja una verdad incómoda: ser CIO es uno de los puestos más exigentes y de mayor desgaste dentro de la C-Suite. Si los CIOs no amplían su visión estratégica y de negocio, corren el riesgo de quedarse fuera de las decisiones clave y de limitar sus opciones de crecimiento profesional. Desde LiceoTIC, nuestro compromiso es ayudarles a romper ese techo de cristal y prepararse para ocupar posiciones de máxima relevancia en sus organizaciones.”, afirma Jordi Damià, CEO de LiceoTIC.
La edad, un factor determinante para el CIO
Uno de los aspectos más reveladores del estudio es cómo la edad impacta las oportunidades laborales de los CIOs. Las estadísticas indican que:
- A los 50 años, solo uno de cada diez CIOs logra obtener un nuevo puesto de liderazgo en tecnología.
- A los 55 años, la posibilidad de ser contratado en un puesto similar disminuye a 1 entre 18.
- A los 60 años, las oportunidades se reducen drásticamente a 1 entre 40.
Solo 3 de cada 10 CIO s forman parte del comité ejecutivo
Estos datos reflejan una tendencia preocupante en el mercado laboral, donde se priorizan perfiles más jóvenes bajo la percepción de que tienen mayor capacidad de adaptación a los cambios tecnológicos. Sin embargo, en sectores más tradicionales, la experiencia y la capacidad estratégica senior siguen siendo valoradas.
El camino hacia la dirección general
Pese a los desafíos, muchos Chief Information Officer han encontrado oportunidades para evolucionar dentro de las empresas, asumiendo roles como CEO o formando parte de los consejos de administración. No obstante, el estudio revela que solo el 30% de los CIOs forma parte del comité ejecutivo de sus organizaciones, lo que limita su influencia en la toma de decisiones estratégicas.
Para aquellos que buscan avanzar en su carrera hacia posiciones de mayor responsabilidad, el informe identifica una serie de habilidades esenciales:
- Desarrollo de una visión de negocio más allá de la tecnología.
- Capacidad de liderazgo y gestión del cambio organizacional.
- Adopción de una mentalidad orientada al valor empresarial.
- Profundización en el conocimiento del sector en el que operan.
- Creación de redes de contacto a nivel directivo.
- Demostración de impacto en los resultados financieros de la empresa.
Formación y especialización, claves para el futuro
El informe también resalta la importancia de la formación continua para que los CIOs puedan acceder a roles estratégicos dentro de las organizaciones. Programas de educación ejecutiva, como MBAs o cursos especializados en gestión empresarial, así como la experiencia en la gestión de presupuestos y rentabilidad, son factores determinantes para que un CIO logre consolidarse en la alta dirección.
En un mundo donde la tecnología es el motor del cambio, el papel del CIO es fundamental para la competitividad empresarial. Sin embargo, para garantizar su permanencia y evolución dentro de la organización, estos profesionales deben ampliar su enfoque más allá de la tecnología y consolidarse como líderes estratégicos capaces de guiar a sus empresas en un entorno cada vez más dinámico y digital.
