La empresa Cybersecurity Ventures estima que el cibercrimen manejará una suma considerable de 9,5 billones de dólares este año, y se espera que esta cifra aumente a 10,5 billones para el año 2025. Este dinero proviene del llamado «impuesto revolucionario» que las empresas pagan después de sufrir un ataque cibernético, un tipo de chantaje digital exigido por los cibercriminales tras perpetrar sus ataques.
Según el estudio ENISA Threat Landscape, el 31,2% de los delitos cibernéticos ocurridos en un año, desde julio de 2022 hasta junio de 2023, fueron ataques de ransomware, donde se secuestra información sensible y se exige un rescate a cambio.
Estos datos fueron compartidos por Andrés Soriano, director de Ciberseguridad del Instituto Superior de Formación Profesional UNIVERSAE, durante una conferencia en el Digital Policy Workshop de la Embajada de Estados Unidos en Costa Rica. Altos representantes de los ministerios del país y de la Dirección de Inteligencia y Seguridad de Costa Rica asistieron al evento.
Las cifras que mueve el cibercrimen
Soriano resaltó la importancia de reconocer los riesgos del ciberespacio y su impacto en la sociedad, ya que la ciberdelincuencia es un negocio multimillonario en crecimiento a nivel mundial. También señaló el peligro de las Amenazas Avanzadas Persistentes, que son grupos cibercriminales respaldados por Estados, Gobiernos o equipos de inteligencia con el objetivo de socavar infraestructuras de gobiernos contrarios a sus intereses geopolíticos.
El director de Ciberseguridad de UNIVERSAE, Andrés Soriano, alertó de que “la ciberdelincuencia es un negocio multimillonario que está en ascenso en todo el mundo”
Para combatir estos ataques y garantizar la seguridad cibernética nacional, Soriano enfatizó la necesidad de invertir en tecnología, desarrollo de la fuerza laboral y establecer procesos robustos para operar esta tecnología. Destacó la importancia de la cooperación internacional en la lucha contra el cibercrimen, ya que en el ciberespacio no existen fronteras. Además, mencionó la importancia de obtener inteligencia a través de agentes especializados para conocer a los adversarios desde adentro y anticiparse a las amenazas.
