Vivimos en un mundo altamente interconectado que depende de la tecnología de comunicación moderna. Pero esta tecnología no hubiera sido posible si no se hubiera comenzado a desarrollar uno de los primeros cables submarinos transatlántico en 1858, que buscaba unir Terranova e Irlanda.
Este cable permitió la comunicación entre EEUU e Irlanda y logró transmitir una carta de felicitación de la reina Victoria al presidente de Estados Unidos, James Buchanan. Sin embargo, la señal de transmisión disminuyó rápidamente y el cable solo funcionó durante tres semanas.
Casi 165 años después del primer intento, el pasado mes de octubre, llegó a Barcelona Cable Landing Station, el cable submarino más largo del mundo hasta el momento, de DE-CIX. Sus 45.000 kilómetros sirven de puente a las empresas y proveedores de servicios situados en España para poder acceder a una conectividad internacional.
5 datos curiosos sobre los cables submarinos
- No son indestructibles. Un cable submarino tiene un tiempo medio de vida de unos 25 años si se mantiene en condiciones óptimas. A partir de ahí, su mantenimiento es cada vez más delicado y su estado depende mucho de las condiciones naturales ya que, en definitiva, están sumergidos en las profundidades del océano y es imposible controlar la fuerza natural
- ¿Cómo se reparan?. Hay que tener en cuenta que el fondo del mar no es un lugar completamente seguro y estos cables están expuestos a accidentes geográficos, ataques de animales, golpes de anclas de barcos, etc. Antes de nada, vamos a aclarar que no existe riesgo humano en este procedimiento. Hay barcos localizados en puntos estratégicos del mar donde hay una mayor concentración de cables submarinos para que, en el momento en el que se detecte un fallo en alguno de ellos, el barco se desplaza hasta las coordenadas específicas y gracias a un robot se lleva a cabo la reparación del cable afectado. Se sube el cable a la superficie y tras solucionar el problema, se vuelve a sumergir
Estos son los 5 datos más curiosos sobre los cables submarinos
- ¿Qué tamaño tienen?. Aunque pensar en cables submarinos que transportan millones de datos y conectan continentes nos haga creer que es una infraestructura gigantesca, lo cierto es que nada más lejos de la realidad. Los cables submarinos están compuestos por conjuntos de fibras ópticas que normalmente tienen el diámetro de un pelo. Lo que sí supone un volumen mayor es la protección de estos ya que necesitan de varias capas de materiales resistentes como el polietileno, cobre y hasta barreras de aluminio resistentes al agua. Aún así, contando con las capas de protección que se le añaden, normalmente estos cables no superan el tamaño de una manguera de jardín o de un brazo humano. Pero, hay que mencionar que las partes de los cables submarinos que están más próximas a las costas suelen tener un recubrimiento de protección mayor para que se encuentren más protegidos
- Ventajas frente a los satélites. La fibra óptica es mucho más rápida y genera una latencia mucho menor en el envío de datos que las conexiones realizadas mediante satélite. Además, no están expuestas a las tormentas solares, que normalmente generan problemáticas interferencias en las comunicaciones y, al mismo tiempo, son menos vulnerables a la piratería informática
- ¿Cuántos hay?. En total, son más de 400 cables submarinos los que hay desplegados por las profundidades del planeta. En España tenemos, actualmente, 28 cables submarinos. En 2021 se anunció una nueva extensión del 2Africa y conectará las Islas Canarias con la Península. Existen cables de todo tipo de longitudes, algunos muy cortos, como es el que une Irlanda con Reino Unido, de 130km, o el que conecta Japón y Reino Unido, que tiene 28.000 km.