AMD ha desvelado un estudio que muestra a nivel regional los patrones del consumo energético en los centros de cálculo de todo el mundo. El estudio, dirigido por el profesor Johathan Koomey, que utiliza datos de IDC, firma de analistas del sector, documenta el consumo energético en cinco regiones: Estados Unidos, Europa Oriental, Japón, Asia/Pacífico (excluido Japón) y el resto del mundo. Este nuevo estudio pronostica el consumo energético de los centros de cálculo y estima que antes de 2010 el consumo en Estados Unidos se reducirá en relación al consumo mundial.
Este nuevo estudio pronostica que, según las actuales tendencias de crecimiento, la parte de Estados Unidos en el consumo eléctrico total de los servidores de los centros de cálculo del mundo se reducirá del 40 % en 2000 a un 33 % en 2010, mientras que la región Asia/Pacífico (excluido Japón) incrementará su participación del 10 al 16 % en el mismo periodo. Según este escenario, el consumo eléctrico absoluto de los servidores de la región de Asia/Pacífico se duplicaría con creces entre 2005 y 2010, lo que requeriría una capacidad eléctrica equivalente a la producción de dos nuevas centrales eléctricas de 1.000 megavatios. En todo el mundo, el consumo de los servidores entre 2005 y 2010 requerirá una capacidad adicional equivalente a más de 10 nuevas centrales eléctricas de 1.000 megavatios.
«Esperamos que este estudio ayude a salvar el puente entre el conocimiento y la acción mediante la mayor comprensión mundial de los costes económicos y medioambientales relacionados con el incremento del consumo energético de los centros de cálculo», afirma Bruce Shaw, director de marketing de servidores y estaciones de trabajo de AMD. «Según un reciente informe de la EPA, el consumo energético de los centros de cálculo de Estados Unidos podría reducirse en cinco años en torno a un 20 % con esfuerzos relativamente pequeños por parte de sus administradores, que incluyen el uso de las funciones de gestión energética disponibles, la mayor consolidación de recursos, la desconexión de los servidores no utilizados y la mejora del funcionamiento de la infraestructura».
El informe del profesor Koomey muestra que la electricidad utilizada por los servidores de Estados Unidos y Europa representa unos dos tercios del total mundial, mientras que las regiones de Japón, Asia/Pacífico y el resto del mundo suponen cada una en torno al 10 y el 15 % del total. Al examinar el consumo eléctrico por regiones entre 2000 y 2005, el estudio descubrió que el consumo energético de los servidores de la región de Asia/Pacífico (excluido Japón) crece a una tasa anual del 23 %, en comparación con la media mundial del 16 % al año, lo que convierte a esta región en la única en la que el consumo eléctrico de los servidores crece considerablemente por encima de la media mundial. El crecimiento del 17 % de Europa Occidental se sitúa ligeramente por encima de la media mundial, mientras que las tasas de crecimiento en otras regiones están por debajo de dicha media.
Los centros de cálculo de todo el mundo se diseñan y utilizan de forma similar a los de Estados Unidos. En consecuencia, si la reducción del 20 % estimada en el informe de la EPA se aplica a los pronósticos del profesor Koomey sobre el uso eléctrico global de los centros de cálculo en 2010, el ahorro total equivaldría aproximadamente a 5 centrales eléctricas de 1.000 megavatios. En otras palabras, unos cambios relativamente modestos en el diseño y la utilización de los centros de cálculo permitirían reducir aproximadamente a la mitad el crecimiento esperado del consumo eléctrico global de los centros de cálculo en 2010.
«Con los hallazgos que desvelamos hoy, comenzaremos a dar los siguientes pasos, que incluyen estudiar cómo podemos abastecer los centros de cálculo de todo el mundo al tiempo que reducimos el impacto sobre el clima mundial», comenta Larry Vertal, estratega sénior de AMD Green. «Por ejemplo, en la actualidad el carbón satisface el 25 % de las necesidades de energía del mundo y genera el 40 % de la electricidad mundial. Está claro que debemos trabajar más que nunca, no solo para ofrecer servidores y tecnología de refrigeración más eficiente, sino también, lo que es igual de importante, para colaborar con nuestros socios de la industria y el gobierno en el desarrollo de soluciones sostenibles en las áreas en las que se produce el mayor incremento del consumo de energía».
Esta nueva investigación amplía el estudio patrocinado por AMD publicado en febrero, que identificaba los costes mundiales relacionados con el consumo energético de los centros de cálculo y arrojó que en 2005 el consumo eléctrico total de los centros de cálculo de Estados Unidos (incluidos servidores, equipos auxiliares y refrigeración) era aproximadamente de 45.000 millones de kW/h, lo que origina facturas de 2.700 millones de dólares. Dicho estudio estimó que el consumo total de electricidad de los centros de cálculo de todo el mundo costaba 7.200 millones de dólares al año. Los dos estudios del profesor Koomey fueron sometidos a una revisión llevada a cabo por profesionales del sector de las TI, funcionarios y expertos en políticas de eficiencia energética.
Para obtener más información sobre el nuevo estudio y consultar los debates del sector sobre los esfuerzos para incrementar la eficiencia energética, visite la página www.amd.com/koomey/pressrelease.