Un estudio realizado por Comparaiso.es demuestra que, en general, los españoles malgastan cada año hasta 1.261 millones de euros por no cambiar de proveedor de banda ancha y aprovecharse del ahorro que ese cambio puede suponer: 139 euros anuales.
En España hay más de nueve millones de líneas de banda ancha residenciales (sin contar en empresas), de los que más de la mitad (52%) llevan con el mismo proveedor tres o más años, y uno de cada diez no ha querido cambiar durante más de una década. Esto contrasta en una gran medida con los datos obtenidos en varios países del entorno, en los que es mucho más frecuente cambiar de proveedor buscando un mejor precio y calidad de servicio.
“A pesar de la variedad de proveedores de ADSL que hay en España, la mayor parte de la población sigue con el mismo un año tras otro, aunque algo tan sencillo como comparar y cambiar de proveedor le supondrá un mejor servicio por un menor precio”, afirma Alicia Navas, Directora de Comparaiso.es. “Nuestro estudio demuestra que los consumidores que recientemente han cambiado están más satisfechos con su nuevo operador de banda ancha y, además, pagan menos que aquellos que siguen con el mismo. La fidelidad no está recompensada en este sector, y por ello son los consumidores los que tienen que tomar cartas en el asunto”.
BUSCAR Y COMPARAR PARA AHORRAR
Una de las principales razones por las que los consumidores no cambian de compañía es que consideran que se trata de algo complejo que va a requerir una gran cantidad de tiempo. Según el estudio entre 2.000 consumidores, el 30% considera que es necesario dedicar más de 24 horas a investigar las distintas ofertas y paquetes, algo muy alejado de la realidad.
Alicia Navas prosigue afirmando que “cuando preguntamos a los consumidores por qué no habían cambiado recientemente, uno de cada diez respondió que creían que el esfuerzo no valía la pena. Otros estaban preocupados porque un nuevo proveedor les costara más (14%), mientras que un último grupo simplemente no había considerado nunca un posible cambio para ahorrar dinero. Las webs que llevan a cabo comparaciones se encargan de la parte más complicada del proceso, ofreciendo a los usuarios toda la información que necesitan para comparar las distintas ofertas y cambiar de proveedor con las mínimas molestias. En una situación como la actual, es un momento idóneo para cambiar a un nuevo operador de banda ancha, y cualquier persona que esté interesada en saber cómo hacerlo, sólo tiene que seguir los siguientes pasos”.
• Comparar: es recomendable comparar la última factura de ADSL con los precios actuales del mercado. Si se superan los 40 euros mensuales, es probable que se esté pagando más de lo necesario. Actualmente, las ofertas más baratas de ADSL con llamadas se sitúan en unos 35 euros al mes para siempre, con IVA y línea.
• Costes escondidos: al comparar ofertas de ADSL, no hay que olvidar que las compañías a veces no muestran el precio total en su publicidad. Por ejemplo, si no se incluye, hay que sumar la cuota de línea al coste del ADSL. Después hay que asegurarse de que el precio incluya el IVA. Y en algunos casos, la cuota se encarece pasado el primer año, por lo que también debe considerarse el coste definitivo después de promociones.
• Las apariencias engañan: hay usuarios que creen que una conexión a internet sin teléfono fijo debe ser más barata que otra con teléfono. Pero algunos de los paquetes más económicos son los que incluyen internet, fijo e incluso una línea de móvil básica. Es decir, un paquete más completo puede ser más barato que otro más sencillo.
• ¿Línea nueva o cambio de compañía?: si ya se tiene una línea de ADSL en casa y se cambia de compañía, el alta es gratis con la mayoría de operadores. Sin embargo, la situación cambia cuando hay que instalar una nueva línea de teléfono en casa. Hay operadores que cobran por ello más de 60 euros y, en cambio, con otros es totalmente gratis.
• Aprovechar las promociones: los regalos u ofertas especiales pueden ser lo que termine por decantar al usuario hacia un operador. Por ejemplo, los smartphones que algunas compañías regalan al contratar su ADSL. Pero igualmente siempre conviene comprobar que la promoción sea realmente distinta a la oferta habitual del operador, y que supone un verdadero ahorro. Por ejemplo, algunos terminales a plazos pueden acabar resultando más caros que comprarlos libres en un comercio.
• Lo que verdaderamente se necesite: para no pagar más de la cuenta, conviene ser realista y contratar lo que verdaderamente se necesita. Por ejemplo, las conexiones de alta velocidad sólo serían adecuadas para hogares muy numerosos o usuarios que realmente hacen un uso intensivo de la Red. De igual modo, las tarifas de móvil con llamadas ilimitadas pueden acabar saliendo caras si el uso del móvil es esporádico.