En Navidad es común que uno de los regalos estrella sean los videojuegos y que los más pequeños pasen más horas de lo habitual jugando con ellos en videoconsolas de última generación y tablets.
Además, estas nuevas videoconsolas y los juegos que van apareciendo tienen una gran orientación al juego online multijugador. Este fuerte componente online, hace que muchos juegos estén orientados a la interacción social entre los jugadores para conseguir logros en común.
Desde S2 Grupo, empresa especializada en ciberseguridad y explotación de sistemas críticos, se ha advertido de que aunque estas interacciones son una gran fuente de diversión, también aportan algunos riesgos para los jugadores más pequeños ya que permiten a los ciberacosadores y ciberdelincuentes ponerse en contacto con sus víctimas de forma sencilla.
Otro de los peligros más frecuentes entre los jugadores con alto dominio tecnológico es el llamado “hoax”, que consiste en engaños masivos online para que los jugadores produzcan un daño severo a sus dispositivos de forma voluntaria. Un ejemplo es el caso de facilitar a través de Internet unas supuestas instrucciones para “desbloquear” la consola y poder jugar con juegos piratas y no sólo no se consigue, sino que al hacerlo se inutiliza la misma.
Junto a esto, desde S2 Grupo se recomienda a los padres que dejan que sus hijos jueguen en sus dispositivos electrónicos que supervisen las aplicaciones que instalen sus hijos, ya que con sólo instalar una aplicación maliciosa se podría ver comprometido el dispositivo entero y con ello toda la información personal y laboral que esté almacenada. Para evitarlo, es aconsejable instalar aplicaciones que tengan una buena reputación y siempre desde las tiendas oficiales.
Además, también es importante que extremen las precauciones en los juegos a través de dispositivos móviles que permiten micropagos. Estas aplicaciones, ofrecen la posibilidad de obtener nuevos objetos y funcionalidades realizando pequeños pagos. El problema reside en que si el dispositivo tiene almacenados los datos de facturación, estos pagos se podrían realizar sin el consentimiento de los padres, pudiendo generar un grave conflicto.