Los Consejeros Delegados de Orange España, Jean Marc Vignolles, y de Vodafone España, António Coimbra, han anunciado un acuerdo para desplegar en España de forma complementaria y coordinada una red de fibra óptica hasta el hogar (FTTH) con el objetivo de llegar, en más de 50 ciudades, a 6 millones de unidades inmobiliarias en los próximos 4 años y medio, con una inversión total de 1.000 millones de euros, repartidos a partes iguales.
El acuerdo contempla que cada compañía despliegue su propia red FTTH en zonas complementarias, tanto el tramo horizontal como los cableados verticales necesarios para el acceso a los edificios, y que ambas compañías se faciliten el acceso mutuo y el uso de sus respectivas infraestructuras. Asimismo, ambos operadores negociarán de forma conjunta acuerdos de compartición con cualquier otro operador que disponga de verticales en los territorios cubiertos por este acuerdo.
El plan de despliegue ha sido acordado por ambas compañías, tanto en lo que respecta a los ritmos como a los territorios sobre los que se desplegarán las redes, que serán todo lo similares que sea posible para garantizar la reciprocidad y el equilibrio del acuerdo. Dicho plan prevé alcanzar 3 millones de hogares en 2015 y 6 millones en 2017, cubriendo más de 50 ciudades y extendiendo de forma significativa la huella de FTTH en España. El ritmo de despliegue podrá ajustarse por común acuerdo entre ambas compañías en función de la evolución del mercado y del entorno regulatorio.
Las zonas de cobertura de las redes horizontales construidas por cada compañía serán complementarias y no solapadas, y sus características técnicas serán compatibles de forma que puedan conectarse formando una red única de mayor alcance, lo que maximiza la eficiencia de las inversiones realizadas. Cada compañía será propietaria de la red desplegada en su zona de cobertura, mutualizando las inversiones realizadas.
En lo que respecta a los cableados verticales, cada compañía construirá sus propias verticales en aquellos edificios donde no existan, dentro de su zona de cobertura. Ambas compañías compartirán las verticales construidas en virtud de este acuerdo y colaborarán para obtener el acceso a la infraestructura vertical de cualquier otro operador en aquellos edificios donde ya esté desplegada. Cada compañía se responsabiliza del mantenimiento de su red en el territorio asignado en el acuerdo.
La conexión de los clientes finales, así como la entrega, mantenimiento y gestión del servicio final será realizada por cada compañía de manera totalmente independiente. Asimismo, las ofertas comerciales de ambas compañías serán distintas y contarán, por tanto, con precios, servicios de soporte y canales de distribución establecidos de forma independiente. De esta manera, el acuerdo alcanzado revertirá en beneficio de los clientes, al asegurar la pluralidad de ofertas, extender el alcance de la banda muy ancha y aumentar la competencia en el mercado.
Este acuerdo está abierto a la participación de otros operadores que quieran invertir en el mismo modelo de despliegue.
El entorno regulatorio
Un elemento fundamental para la consecución de los objetivos de este acuerdo es la posibilidad de compartir cableados verticales con otros operadores presentes en las zonas de cobertura. En este sentido, tanto Orange como Vodafone negocian independientemente desde hace meses un acuerdo de compartición de verticales con Telefónica, sin haber llegado ninguno de ellos, por el momento, a resultados positivos.
Este acuerdo se ha alcanzado en la confianza de que en un futuro inmediato se cuente con un marco regulatorio para la fibra que permita:
- La plena compartición de verticales en el interior de edificios, tal y como establece la regulación, y a un precio adecuado a su coste real.
- Una mayor facilidad de acceso a los ductos de Telefónica, imprescindible para facilitar el despliegue masivo y rápido de la nueva red
- La eliminación del límite de 30 Mb en la oferta NEBA en condiciones económicas que permitan competir en el mercado retail de fibra
- Una mayor facilidad y rapidez en la obtención de los permisos necesarios para la realización de los despliegues previstos, mediante la coordinación en la respuesta administrativa de ayuntamientos y comunidades de vecinos
“Estamos muy satisfechos de presentar hoy este acuerdo en el que dos operadores como Vodafone y Orange España unen sus fuerzas para acelerar la implantación de la fibra óptica en España”, dijo Jean Marc Vignolles, Consejero Delegado de Orange España. “Este proyecto va a suponer una importante inversión económica para España y esperamos que contribuya firmemente al crecimiento económico y a la creación de empleo en el país“, añadió. Finalmente, en relación a los requisitos regulatorios, afirmó: ”Para que este proyecto cumpla sus objetivos de despliegue en el tiempo que nos hemos marcado, es fundamental alcanzar ya un acuerdo para la compartición de verticales con el operador incumbente que, en este momento, aún no ha sido posible”.
Por su parte, António Coimbra, CEO de Vodafone España, destacó: “Me siento especialmente orgulloso de este acuerdo porque permitirá el desarrollo de ofertas avanzadas de comunicaciones unificadas en beneficio de los clientes españoles”. Antonio Coimbra expresó también su confianza “en que pronto exista una oferta mayorista regulada de banda ancha fija sin limitaciones de velocidad y con precios mayoristas que promuevan una competencia real y que se facilite, además; el acceso o la compartición de la infraestructura necesaria para el despliegue masivo y eficiente de las nuevas redes. De esta forma, con la inversión de las operadoras y el marco regulatorio adecuado, aumentará la competencia en el sector de las telecomunicaciones España y se avanzará en el desarrollo de la Sociedad de la Información”.
Éxito de anteriores acuerdos
No es la primera vez que Vodafone y Orange realizan un acuerdo referente a la compartición de despliegue de redes. Ambos firmaron un acuerdo de RAN sharing en el año 2006, con el objetivo de expandir la cobertura de datos móviles 3G en el entorno rural (poblaciones entre 1.000 y 25.000 habitantes). Este acuerdo, debido a su éxito, fue extendido el año pasado a la tecnología 2G en el mismo ámbito geográfico, con un objetivo de compartición de 6.000 emplazamientos comunes en 52 provincias.