La semana pasada, en un acto informativo de una empresa del sector, me dieron un Pendrive con unos ficheros que contenían las notas de prensa de la convocatoria. Todo normal, como ya estamos habituados. Mi sorpresa llega cuando voy a abrir los archivos de “Word” y me aparece el mensaje «formato incompatible». Menuda contrariedad: tenía que subir rápido la noticia a nuestra Web y no tenía instalado el parche de Microsoft que te permite abrirlo con una versión anterior.
¿Solución? Te vas a Google y abres el fichero con Docs, que además es gratis, y resuelto el problema. Pero, ¿cómo puede ser que a estas alturas de la tecnología tengas que utilizar un recurso de Google para compatibilizar dos ficheros de Microsoft?
¿O qué me dicen sobre que Windows no haya conseguido todavía que, cuando ponemos en marcha el ordenador, nos aparezca la pantalla para trabajar al instante como ocurre con Android?
¿ O que para sincronizar correctamente mi móvil Android con Outlook, tenga que sincronizar primero con el Calendar de Google?
O que no pueda usar adecuadamente Wordpress con Explorer y tenga que recurrir a Firefox para colgar noticas en la WEB.
Sí, ya sé que algún listillo me va a decir que soy un torpe, (que lo soy), que existen métodos más rápidos para solucionar los problemillas que relato sin tener que recurrir s Google, pero la realidad de los usuarios, por desgracia, se asemeja más a mi ignorancia que a los sabiondos.
Este tipo de simplezas son las que propician que una empresa como Microsoft esté perdiendo la guerra con una oportunista como Google a la que, si no ponemos freno, nos va a dominar hasta límites que en algún momento vamos a lamentar.
Muchas empresas están empezando a sustituir las herramientas de correo de Microsoft por las de Google y ése puede ser el principio del fin de supremacía de compañía de Bill Gates.
Esperemos que Windows 8 resuelva alguno de estos problemas.