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CURIE acelera la investigación europea

El equivalente a leer dos mil millones de libros en solo un segundo: ése es el nivel de rendimiento del supercomputador CURIE, diseñado por Bull para GENCI, la Organización Informática Nacional de Alto Rendimiento francesa, y que, a partir de ahora, está disponible para propósitos de investigación.

En las dos últimas décadas, los supercomputadores se han convertido en herramientas esenciales de los  investigadores, para moldear y simular fenómenos complejos, con una capacidad de detalle desconocida para la experimentación tradicional. Cuanto mayor  capacidad y rendimiento logran los supercomputadores, más precisos y realistas pueden ser los modelos informáticos y de simulación.

CURIE, que es capaz de alcanzar  hasta 2.000 billones de operaciones por segundo (o 2 Petaflop/s), consta de más de 92.000 núcleos de proceso, enlazados a un sistema que puede almacenar el equivalente a los archivos MP3 de 7.600 años (15 Petabytes), a una velocidad de 250GB/sg, 100.000 veces más rápido que lo conseguido a través de una conexión ADSL ultrarrápida.

“Con esta arquitectura balanceada, que es única en Europa, combinada con altos niveles de potencia de proceso y la capacidad de datos, CURIE ofrecerá a los investigadores europeos la posibilidad de abordar los mayores retos científicos jamás emprendidos, en campos como la climatología, la astrofísica y las ciencias de la vida”, subraya Catherine Rivière, CEO de GENCI, la agencia pública encargada de la coordinación de las políticas francesas en materia de comptutación intensiva.


Creciente competitividad europea

“El diseño de CURIE reafirma la excelencia de los ingenieros de Bull en la comprensión de las tecnologías de Computación Extrema”, asegura Philippe Vannier, CEO de Bull. “Esto es parte de un círculo virtuoso en el que los expertos europeos de diferentes campos, desde los ingenieros que diseñan supercomputadores a los investigadores que los utilizan, unen sus fuerzas para crear las soluciones más avanzadas en esta área. Lo que está en juego es la innovación y competitividad tecnológica europea, que será nuestro mejor activo en un espacio de competencia global y permitirá lograr altos niveles de empleo en nuestro continente”.

“La gran experiencia de los equipos de Bull, junto al soporte esencial del CEA (que está centrando y operando CURIE, en su centro de datos TGCC de Bruyères-le-Châtel)  nos permite mantener la  hoja de ruta prevista hace cuatro años y llegar a su satisfactoria conclusión, cumpliendo también el plan de inversión de 100 millones de euros en cinco años, lo que ha permitido a Francia cumplir sus compromiso de contribuir a la infraestructura europea, según los términos de la iniciativa PRACE (Asociación para la Computación Avanzada en Europa) de la que es miembro fundador.

PRACE, que ahora cubre 24 países,  se ha propuesto poner gradualmente en marcha una infraestructura de cuatro data centers paneuropeos, cada uno equipado con supercomputadores que ofrezcan una potencia de al menos 1 Petaflop/s, incluido el de CURIE en el TGCC.


Simulaciones de muy alto nivel

El supercomputador, que fue implantado en dos fases (a finales de 2010 y de 2011), ya está totalmente instalado y su configuración final probada, antes de estar totalmente disponible para la comunidad científica, a partir del próximo 1 de marzo. En esta fase final de pruebas se verificó su eficiencia, activando simulaciones de muy alto nivel que utilizaban virtualmente todos sus componentes. Esta etapa, llamada “Gran Desafío” también está permitiendo a los investigadores repetir grandes avances científicos

Por ejemplo, este era el caso del trabajo llevado a cabo en diciembre pasado por el mismo equipo que lideró Michel Caffarel, desde el laboratorio de física y química del CNRS (Centre National de la Recherche Scientifique) de la Universidad Paul Sabatier de Toulouse. Para conseguir una mejor comprensión de cómo actúa el fenómeno químico en el proceso neurodegenerativo, especialmente en pacientes de Alzheimer, enfermedad que afecta actualmente a más de 20 millones de personas en todo el mundo, los investigadores estuvieron moldeando el comportamiento de iones metálicos que toman parte concretamente en estos procesos.

Las simulaciones se realizaron utilizando virtualmente todos los núcleos de proceso CURIE, con el código QMC=Chem, en un procedimiento que ya ha demostrado ser mucho más exacto  que los obtenidos por métodos tradicionales.

Michel Caffarel da la bienvenida a este desarrollo: “Gracias a la potencia de proceso de CURIE, ahora es posible disponer de la precisión necesaria para realizar exploraciones al nivel de los procesos químicos fundamentales que actúan en los sistemas moleculares complejos de los organismos vivos. Explorar este aspecto supone que podemos comprender los mecanismos que toman parte en la decisión de importantes factores y puede sugerir nuevas opciones de tratamiento”.

Otro “Gran Desafío” se está planteando para CURIE. En astrofísica, por ejemplo, un equipo del Observatorio de París está actualmente involucrado en comprender la evolución del Universo, desde el Big Bang al día de hoy, y determinar la influencia de la materia oscura. Esta simulación tendrá diez veces más realismo que otras que se realizan actualmente en Estados Unidos o Corea del Sur.

Otros equipos de investigación tienen grandes esperanzas puestas en CURIE, como los que están trabajando en CEA en la fusión nuclear, con el objetivo de alcanzar el futuro prototipo de ITER (el proyecto Experimental de Reactor Termonuclear Internacional). Investigadores de CORIA y CERFACS están planeando utilizar este sistema para mejorar los procesos de combustión en turbinas y motores de pistón. Y otros equipos del Instituto Pierre Simon Laplace (IPSL) están creando modelos climáticos multi-nivel para estudiar ciclones en el Océano Índico.

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