En 2017 el parque de coches conectados a Internet en Europa superaba los 30 millones de vehículos, esta cifra se espera que llegue a los 71 millones para 2020 según el Strategy and Digital Auto Report elaborado por la consultora PwC. Los coches conectados y autónomos no sólo cambiarán el modo en el que nos transportemos, también afectará de manera decisiva a la industria del automóvil y las marcas. La agencia de comunicación global Hotwire analiza en ‘La carrera por el coche conectado’ las principales implicaciones de esta revolución en la industria del transporte y cómo las marcas podrán seguir siendo relevantes para los usuarios en este nuevo entorno.
En 2017 el parque de coches conectados a Internet en Europa superaba los 30 millones de vehículos
La carrera por ser el primer fabricante en sacar al mercado el primer coche conectado y completamente autónomo ya ha comenzado. Quién pasará la línea de meta en primer lugar y dónde se encuentra esa meta todavía se desconoce. Lo que ha quedado claro es que la industria del automóvil y la tecnología están condenadas a entenderse para conseguir ser el vencedor de esta carrera. Tal y como se ha comprobado en las últimas ediciones del CES en Las Vegas y el Mobile World Congress en Barcelona, el coche será el gran protagonista de la comunicación mobile en los próximos años. Este hecho no solo provocará un cambio de paradigma en la industria del automóvil, que verá como cada vez más empresas tecnológicas y de comunicaciones entrarán en este sector, sino también para el consumidor, que interactuará con el automóvil de un modo totalmente diferente.
En 2017 el parque de coches conectados a Internet en Europa superaba los 30 millones de vehículos, esta cifra se espera que llegue a los 71 millones para 2020 según el Strategy and Digital Auto Report elaborado por la consultora PwC. Según este mismo informe, para 2025 en las carreteras europeas habrá 2,7 millones de coches autónomos y más de 7 millones a nivel mundial. La introducción de la tecnología en la conducción de los automóviles creará nuevos hábitos de consumo y nuevas formas de transporte y relaciones con los automóviles. En este artículo, la agencia de comunicación global Hotwire, analiza algunas de las principales tendencias a las que marcas de automóviles y tecnológicas tendrán que hacer frente en esta revolución del transporte y sus implicaciones en la comunicación de los agentes implicados.
Entre las principales tendencias destacan:
Los asistentes de voz en nuestros vehículos
la introducción de los asistentes de voz como Alexa de Amazon dentro de los automóviles tendrá también consecuencias y no solo en la conducción. Desde nuestros vehículos podremos encargar la compra antes de llegar al centro comercial y tan solo esperar a que en el mismo aparcamiento –y sin necesidad de bajar del vehículo– nos entreguen nuestro pedido. Sin embargo, el uso de la voz afectará de manera determinante a nuestra relación con las marcas.
La falta de infraestructuras 5G condicionará la conducción autónoma
En la actualidad, la industria de la tecnología, telecomunicaciones, fabricantes y operadores están sumergidos en un proceso progresivo de preparación de las redes y adaptación del ecosistema de dispositivos que sean capaces de soportar esta nueva ola de innovación. Una conducción sin ningún tipo de intervención humana solo será posible con una red 5G consolidada.
La electricidad se extenderá en los automóviles
Según predice PwC en el Strategy and Digital Auto Report, entre 2025 y 2030 el coste de las baterías eléctricas descenderá por debajo de la de los motores de combustión. Sin duda alguna, la mayor presencia de los motores eléctricos en los automóviles afectará de manera determinante a diferentes industrias y modelos de negocio de las empresas energéticas, que deberán trabajar hacia modelos más sostenibles.
La Inteligencia Artificial al mando del volante
Mientras que la Inteligencia Artificial y la recogida de datos permite ofrecer interacciones más personalizadas, esto supone al mismo tiempo un riesgo para la seguridad y la privacidad. Muchos dispositivos están conectados a Internet, lo que significa que son susceptibles de ser hackeados.
Robotización del sector del automóvil
El sector del automóvil en España está intensificando de nuevo la compra de robots industriales con más 1.500 unidades nuevas cada año. Aproximadamente 6 de cada 10 robots que hay en España corresponden al sector de automoción, liderando el ranking del parque de robots sobre otros sectores productivos según recoge la patronal del sector en España, ANFAC. Esta realidad, aunque no afecta directamente a la conducción, sí que lo hace a la industria del automóvil que cada vez más depende de la industria tecnológica para aumentar su competitividad.
La regulación de la telemática del automóvil
Las leyes funcionan razonablemente bien para sistemas sencillos que no cambian mucho con el tiempo (por ejemplo, velocidad máxima en la carretera, infracciones de tráfico, etc.). Sin embargo, no pueden mantener el ritmo de los sistemas complejos y dinámicos que cambian rápidamente, como el vehículo conectado. Para dar solución a esto, recientemente han aparecido conceptos que evitan el acceso de terceros a los datos del vehículo alegando motivos de seguridad y que podrían crear un muro de pago donde los usuarios finales tendrían que pagar por el acceso a sus propios datos de vehículo y además no podrían elegir quién les provee los datos.
La digitalización de la venta de los automóviles
Las nuevas tecnologías también impactarán de manera decisiva en el modo en el que adquiriremos los vehículos. A pesar de que el sector del automóvil es uno de los más rezagados en las compras online, la tendencia indica que no parará de crecer. Según el Observatorio Cetelem sobre eCommerce 2017, el 21% de consumidores encuestados ha adquirido en los últimos 12 meses algún producto del sector del automóvil. Los internautas que han declarado haber comprado este tipo de productos se han decantado mayoritariamente por accesorios para el coche (52%).
El automóvil en el nuevo concepto de la movilidad
La economía colaborativa y las aplicaciones móviles han revolucionado el sector del automóvil, especialmente en las áreas urbanas. Una de las principales consecuencias es el descenso del deseo de adquisición de vehículos propios, un hecho que impactará de manera clara en el descenso de las ventas de automóviles por parte de particulares.