Virtualización es un término relativamente maduro en la industria de la tecnología de la información y la comunicación. En su sentido más amplio, la virtualización es la creación de una versión virtual (en contraposición a real) de algo, como un sistema operativo, un servidor, un dispositivo de almacenamiento o un recurso de red.
La mayor parte de la infraestructura utilizada actualmente por los servicios basados en “cloud computing” se apoya en servicios de alta fiabilidad suministrados a través de centros de datos de nueva generación, construidos con tecnologías de virtualización informática y de almacenamiento. Estos servicios son accesibles desde cualquier lugar del mundo, apareciendo la “nube” o red como punto único de acceso.
En la actualidad, ambos conceptos están siendo aceptados y adaptados por un número creciente de usuarios. Los proveedores de servicios y contenidos están constantemente desplegando nuevos servicios de cloud computing como el S3 de Amazon, el cloud computing elástico o EC2 o el recientemente anunciado servicio Synaptic Hosting de AT&T, proporcionando entornos de IT completamente gestionados, para que las empresas puedan cargar y ejecutar sus aplicaciones.
Como resultado, las empresas dependen cada vez más de las aplicaciones ofrecidas a través de la “nube” y están migrando frecuentemente hacia aplicaciones IT estándar, en lugar de utilizar opciones propietarias o adaptadas. Utilizado de forma razonable, el cloud computing puede sustituir a algunos aspectos de la IT, tradicionalmente cubiertos por grupos internos. Si consideramos que, como promedio, aproximadamente el 80 por ciento de los recursos informáticos locales de la empresa están sin utilizar, la virtualización de algunas aplicaciones IT (es decir, su inclusión en la “nube”) puede ser razonable y adecuada. Los beneficios son prometedores: el menor coste de licencias de software y el recorte del OPEX en IT, así como las ventajas inherentes derivadas de los procesos de estandarización.
El impacto de la “nube”
El uso creciente de cloud computing y la virtualización traslada el intercambio de datos tradicionalmente localizado en una pequeña oficina a la “nube” de redes, habitualmente Internet. El consecuente aumento del uso de la red tiene implicaciones significativas para la infraestructura del proveedor de servicios que soporta dicho intercambio de datos.
El hecho de que cada vez más usuarios estén dispuestos a pagar para acceder a través de la web a aplicaciones alojadas en servidores remotos permite a los vendedores ofrecer estas opciones como servicios. Utilizando la “nube”, estas aplicaciones frecuentemente eliminan la necesidad de instalar y ejecutar software en el propio ordenador del cliente, reduciendo la carga que supone el mantenimiento, el funcionamiento permanente y el apoyo a este software. Software-as-a-Service, al igual que Salesforce.com o Google Apps, que permiten al cliente acceder a todos los contenidos y funciones desde un lugar remoto a través de la red de su proveedor de servicios, constituyen ejemplos perfectos de este nuevo escenario.
Teniendo en cuenta que el uso de SaaS puede requerir la conexión a través de Internet, la calidad de la experiencia del usuario puede variar. Además, por lo general es la conexión ofrecida por el proveedor de servicios, más que la propia aplicación, lo que determina la calidad de la experiencia. Como consecuencia, el proveedor del servicio se convierte indirectamente en “proveedor del acceso a la aplicación”, lo cual supone tanto una oportunidad como un riesgo para el operador.
Algo que también tiene un impacto significativo para el modelo de negocio de los proveedores, en particular en lo relativo a las características de su red y ancho de banda, es la creciente facilidad para conectarse a la Web desde dispositivos móviles. Esta “nueva” disponibilidad amplía el alcance de los servicios virtualizados, llevándolos más allá de la conexión inalámbrica “tradicional”. Aparatos como el iPhone 3G, el Google G1 y otros smart phones, que ofrecen facilidad de uso, una excelente experiencia de usuario y un abanico de aplicaciones de terceros, fomentan esta tendencia. Al hacerse cada vez más omnipresentes los servicios de datos móviles, el empleo de la virtualización y el cloud computing va ganando adeptos, no sólo en las áreas de consumo y SMB, que son tradicionalmente más susceptibles a las novedades del mercado, sino también entre las grandes empresas.
Resultado: nuevos requisitos para la arquitectura de red
Debido a todas las tendencias anteriormente descritas, los proveedores de servicios se encuentran con la urgente necesidad de transformar sus arquitecturas de red y modelos de suministro de servicios para hacer frente adecuadamente a este nuevo entorno.
Una arquitectura optimizada debe tener la flexibilidad y capacidad necesarias para satisfacer rápidamente las demandas del cliente y reducir el tiempo entre solicitud y cobro del servicio. Esto sólo es alcanzable si es posible reconfigurar dinámicamente los recursos de red para satisfacer nuevas solicitudes de servicios con una intervención humana mínima.
Según un reciente estudio de McKinsey Group, “la arquitectura de red habilitada por software puede reducir el tiempo de prueba y servicio en un 20 por ciento para los servicios iniciales, y hasta un 70 por ciento para las mejoras de línea (como el ancho de banda, el tipo de servicio o la calidad del servicio –QoS–)”.
En esencia, las redes deben hacerse más dinámicas y definidas por software, tomando en consideración los tres elementos clave siguientes:
El Time-to-market: Los proveedores de red necesitan ser capaces de crear, activar y ofrecer servicios rápidamente. Por eso, debe aumentarse el conocimiento del servicio en las áreas metropolitanas y de acceso para poder acelerar su creación, activación y seguridad.
La diferenciación del servicio: Los proveedores de red necesitan diferenciar los servicios con Service Level Agreements (acuerdos de nivel de servicio – SLA) para las diversas necesidades de las aplicaciones, lo cual les permitirá obtener un mayor beneficio por cliente. Para lograrlo, deben ofrecer un comportamiento más determinista, con capacidades como la QoS jerárquica y una mejor estratificación del servicio.
La flexibilidad. Los proveedores de servicios de red también necesitan tener la capacidad de asignar, incrementar y/o reducir dinámicamente la capacidad de la red automáticamente a través de una programabilidad que responda a las curvas impredecibles de la demanda, puesto que es imposible predecir qué dispositivo, aplicación o servicio cobrará protagonismo en el futuro como gran impulsor del ancho de banda basado en la “nube”.
Cada vez es más evidente que el enfoque tradicional de construcción de redes y suministro de servicios no podrá hacer frente a largo plazo a las innovaciones en materia de aplicaciones.
En esta nueva era, los proveedores de servicios de red necesitan una perspectiva y enfoque fundamentalmente diferente respecto a la red que sustituya a la actual conectividad de acceso a aplicaciones carente de valor añadido por redes inteligentes, automatizadas y basadas en los servicios. En este contexto, el éxito será para aquellos que sepan asumir que sus redes deben evolucionar hasta convertirse en un activo que pueda adaptarse rápidamente a las innovaciones generadas por la virtualización y el cloud computing encaminadas a posibilitar el aprovechamiento y obtención de un beneficio económico de los nuevos servicios. Aquellos que no lo hagan pueden estar abocados a tener dificultades.
Infraestructuras Cloud Privadas
Existe un interés creciente en el desarrollo de herramientas que permitan acceder bajo de demanda a la infraestructura privada de una organización. El objetivo de estos despliegues no es ofrecer interfaces públicos para vender capacidad de computación en Internet, sino proporcionar una infraestructura flexible y dinámica para ejecutar la carga de servicios. El gestor de máquinas virtuales OpenNebula es la componente principal del gestor de entornos de ejecución virtuales que está siendo desarrollado en el contexto de RESERVOIR para satisfacer las necesidades de los casos de negocio de RESERVOIR. OpenNebula es una alternativa open-source a herramientas comerciales para la gestión de máquinas virtuales que proporciona una gestión eficiente, dinámica y escalable de máquinas virtuales en centros de datos, o Cloud privadas, formadas por un gran número de recursos físicos. Además, OpenNebula puede interactuar con proveedores Cloud remotos, siendo la única herramienta capaz de acceder bajo demanda a Amazon EC2 para crecer la infraestructura local en función de la demanda de recursos.