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Portabilidad de los datos: una nueva respuesta a la integración en un mundo 2.0

En las dos últimas décadas ha surgido una industria dedicada a la integración de datos para afrontar este desafío cuyo objetivo principal es facilitar las tareas de acceso, búsqueda, sincronización, transporte y gestión de la información de los repositorios empresariales, utilizando habitualmente herramientas y servicios ya instalados en los servidores corporativos que mueven los datos a través de las redes corporativas. Normalmente, las soluciones empresariales se basan en estándares de portabilidad de datos tradicionales como SQL, ACORD, ARTS, FIX/FPL, OFX y otros muchos.
Sin embargo, en los últimos años ha emergido un nuevo tipo de aplicaciones, las llamadas aplicaciones Web 2.0. Se trata de aplicaciones que utilizan la Web como plataforma esencial y se sustentan sobre una gran variedad de Servicios Web -normalmente de proveedores de servicios independientes- para la gestión de identidades; los servicios de Single Sign-On; la administración de la información; la distribución de contenidos; la gestión de sucesos; los servicios de mensajería seguros, etcétera. Una consecuencia de ello es que los enfoques empresariales mencionados simplemente no funcionan. Los usuarios de la Web 2.0 necesitan acceder a los datos sin complicaciones administrativas. Afortunadamente, han surgido nuevos estándares web de portabilidad de datos para ayudar a resolver estas necesidades.
La Web 2.0: Nuevas reglas para un nuevo mundo
En la actualidad hay disponibles una amplia variedad de aplicaciones web, como Flickr y Facebook que permiten a los usuarios mantener sus perfiles, participar en comunidades, crear y publicar contenidos y realizar una gran variedad de tareas. Algunas aplicaciones incluso realizan mashups (mezclas) de lógica y servicios empresariales procedentes de distintas fuentes. Tim O’Reilly definió el nuevo fenómeno del siguiente modo:
La Web 2.0 es la revolución del negocio de la industria informática causada por el movimiento hacia Internet entendida como plataforma, así como el intento de entender las reglas para el éxito en esta nueva plataforma. La principal de dichas normas es construir aplicaciones que aprovechen los efectos de la red para conseguir mejores resultados cuanta más gente la utilice (eso es lo que yo siempre he llamado en cualquier lugar “aprovechamiento de la inteligencia colectiva”).
O’Reilly también describió las caracteristicas comunes de las aplicaciones de la Web 2.0:
1. No trates el software como un artefacto, sino como un proceso de compromiso con tus usuarios.
2. Abre tus datos y servicios para que puedan ser reutilizados por otros, y reutiliza los ajenos siempre que sea posible.
3. No pienses en aplicaciones que residan en clientes o en servidores, construye aplicaciones que residan en el espacio entre dispositivos.
4. Recuerda que en un entorno de red, las APIs abiertas y los protocolos estándar triunfan, aunque esto no signifique que la idea de ventaja competitiva desaparezca.
5. Las mas importante de entre todas las futuras fuentes de ventaja competitiva serán los datos, ya sea proveniente de conseguir mayores beneficios de la información generada por los usuarios; proveniente de la posesión de un nombre de dominio; o proveniente de los formatos de archivo propietarios.
Los datos desempeñan un papel central en las aplicaciones de la Web 2.0. El modelo de negocio se basa en los datos y la información es la materia prima de la nueva economía basada en Internet. Pero a medida que el número de sitios web y la información se multiplican, el reto de acceder a esta información y gestionarla también crece. Para desarrollar realmente la visión de la Web 2.0, las aplicaciones basadas en Internet deben ser capaces de acceder a la información, almacenada en repositorios dispares, de compartirla, sincronizarla y gestionarla de un modo seguro (se trata de resolver el mismo problema que la informática empresarial ya ha afrontado, pero en una plataforma completamente nueva). En consecuencia, necesitamos un nuevo conjunto de soluciones.
A menudo, el primer paso es alcanzar un nivel básico de estandarización, requisito imprescindible para la emergencia de servicios de integración de la información más potentes. En otras palabras, la portabilidad de datos es la precursora de su integración. En la actualidad, las nuevas organizaciones y comités centrados en la representación normalizadora de la información en Internet ya han comenzado a hacer de la portabilidad de datos una realidad.
Aparición de nuevos estándares
Dataportability.org es uno de los grupos más interesantes que están impulsando la portabilidad de datos. Inicialmente, esta organización se centraba en permitir a los usuarios el control de su propia información, acumulada en distintos servicios de Internet. Sin embargo, el equipo tiene ahora un objetivo más amplio y es lider en abogar por la adopción de estándares globales para la portabilidad de la información en la Web. Echemos un rápido vistazo a algunos de ellos.
OpenID. OpenID tiene como objetivo ofrecer un mecanismo gratuito y fácil para utilizar una identidad digital única en la web. Ha sido adoptado por Yahoo, AOL, Google, Microsoft, MySpace, Orange, France Telecom y otros muchos proveedores. Más de quinientos millones de personas disponen de un identificador OpenID, lo que debería impulsar aún más la adopción de este estándar.
Hay varias cuestiones relativas a OpenID, incluyendo la de la usabilidad: un identificador OpenID es una cadena URL que puede ser difícil de recordar. Además, tiene muchos competidores propietarios poderosos, como Facebook Connect. Sin embargo, dada su amplia audiencia, OpenID podría convertirse potencialmente en el medio dominante de representar las identidades de los usuarios en Internet.
OAuth. OAuth se define como un medio sencillo de publicar e interactuar con información protegida en Internet. Por ejemplo, una aplicación de Internet podría requerir información adicional a un usuario identificado mediante su cadena OpenID, como la fecha de nacimiento o la dirección de correo electrónico. Para ello podría solicitar al usuario introducir esos datos en un formulario, pero este método puede ser tedioso e ineficaz, particularmente si esta información ya está disponible en cualquier otro lugar. Alternativamente, la aplicación podría preguntar al usuario dónde se encuentra esta información y solicitarle una contraseña para acceder a ella.
Este modelo ya está en uso. Las redes sociales a menudo solicitan a los nuevos miembros una dirección de correo electrónico y una contraseña que se utiliza para acceder a la agenda de direcciones del usuario de la red y enviar las invitaciones de amistad. Sin embargo, compartir contraseñas en la red conlleva, obviamente, numerosas preocupaciones y riesgos. OAuth resuelve estos problemas estableciendo un protocolo para un uso compartido de datos a través de servicios seguros. Con la ayuda de OAuth, un usuario puede autorizar a un servicio a acceder a un subconjunto limitado de su información mantenida por otro servicio.
RSS. RSS son las siglas de Really Simple Syndication. Es un dialecto de XML utilizado a menudo para compartir contenidos en Internet, indicado por el icono naranja de RSS que puede encontrarse en numerosos sitios web. Los archivos RSS contienen a menudo una parte del contenido del sitio web, que muestran como un listado de temas con un título, la fecha de publicación, la descripción, el enlace al documento original y otros atributos. Los feeds publicados en RSS pueden ser consumidos por una amplia variedad de aplicaciones y servicios, como por ejemplo un gadget portal, un agregador de feeds un lector de RSS, o incluso un cliente de correo electrónico como Outlook o Apple Mail.
Muchos lectores de RSS pueden monitorizar automáticamente las actualizaciones en múltiples feeds procedentes de varias fuentes, aplicar los filtros deseados y notificar automáticamente a los usuarios cualquier cambio. Los medios RSS también se han desarrollado para la publicación de contenidos de vídeo y audio y se utilizan en búsquedas de vídeo y podcasting. RSS es a un tiempo simple y poderoso, además de considerarse la semilla de otros estándares como CMIS, para la integración de contenidos, y SSE, para compartir archivos.
OPML. OPML son las siglas de Outline Processor Markup Language (Lenguaje de Etiquetado para Procesamiento de Esquemas). Está estrechamente relacionado con RSS y se utiliza a menudo para compartir listas de suscripción entre lectores y editores, lo que normalmente permite a los usuarios exportar e importar suscripciones RSS y marcadores web en forma de archivo OPML. Por ejemplo, Google Reader ofrece esta capacidad. Compartir suscripciones y marcadores juega un papel clave en la colaboración y en las redes sociales, como demuestra el crecimiento de servicios como del.icio.us o magnolia. Estos sitios podrían beneficiarse enormemente de la estandarización ofrecida por OPML.
Microformatos. Los microformatos son un conjunto de formatos sencillos de información abierta para representar información en XHTML e incrustarla directamente en las páginas web. De este modo, puede ser vista por los usuarios en su forma legible y utilizada por otras aplicaciones y servicios de Internet como motores de búsqueda o plug-ins de los navegadores. Podría decirse que los microformatos son los hermanos pobres de la web semántica, al dotar de contexto a la información para que los ordenadores puedan utilizarla de un modo automático.
Por ejemplo, la siguiente información se ajusta al microformato estándar hCard:

<span class="tel">
_ <span class="type">home</span>
_ <span class="value">+1.415.555.1212</span>
_ </span>

Mientras que los usuarios sólo verían un número de teléfono, los motores de búsqueda y otras aplicaciones pueden reconocer automáticamente que tipo de información se está proporcionando, permitiendo así una reutilización eficiente de los datos.
Un OASIS de información
Dataportability.org es sólo una de las muchas organizaciones que promueven la estandarización de la información en Internet. OASIS (Organization for the Advancement of Structured Information Standards, Organización para el Avance de los Estándares de Información Estructurada) es otro de los agentes destacados que ha subvencionado muchos otros estándares, siendo quizás el más notable CMIS (Content Management Interoperability Services) que regula los Servicios de Interoperabilidad de Gestión de Contenidos.
CMIS es un equivalente al SQL para los contenidos no estructurados que puede ser utilizado para consultar y gestionar la información estructurada en bases de datos. El contenido no estructurado, en comparación, es manejado por los sistemas de gestión de contenidos. A pesar de la madurez de la industria de gestión de contenidos, todavía no se dispone de un equivalente al SQL ampliamente aceptado; CMIS ha sido diseñado para cubrir este hueco.
Un sistema de gestión de contenidos puede ser desplegado en un entorno corporativo y permitir que accedan a él aplicaciones empresariales por ejemplo Documentum o SharePoint; también puede ser desplegado en forma de servicio de Internet, como se ha visto en los casos de Flickr o YouTube. CMIS es una interfaz estándar para acceder a la metainformación y al contenido almacenado tanto en la empresa como en los Sistemas de Gestión de Contenidos basados en Internet. Tiene un único modelo de dominio pero ofrece dos APIs de acceso diferentes: un API de servicios web para acceso empresarial, y un API basada en REST (Representational State Transfer, Transferencia de Estado Representacional) para los despliegues basados en Internet.
Poniendo los datos en funcionamiento
A medida que los proveedores de contenidos y servicios adopten la utilización de la Web como plataforma, seguirán apareciendo los mismos problemas de portabilidad de datos e integración que surgieron en la empresa. Las nuevas herramientas y servicios basados en Internet que pueden conectar islas de datos dispares y proporcionar un acceso transparente y seguro a la información web, con independencia del lugar donde esté almacenada, serán esenciales para lograr que estos contenidos y servicios sean verdaderamente accesibles, y los formatos de datos estandarizados y protocolos serán un primer paso crucial.
Una serie de interesantes nuevos estándares, como OpenID, OAuth, CMIS y otros, ha comenzado a emerger. Todos ellos son un gran paso adelante, pero todavía queda mucho por hacer para mejorarlos y asegurar que los nuevos servicios basados en Internet los soporten. Hasta que esto se cumpla, la integración de datos en Internet continuará siendo clave. Sin embargo, los grandes problemas suelen ocultar grandes oportunidades; no cabe duda que muchas compañías alcanzarán este objetivo y cubrirán esta importante necesidad.

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