Incluso en un mercado todavía convaleciente por la crisis internacional, la consultora Forrester constató en su último informe Forrsights Software Survey de marzo de 2011 un interés creciente en la adopción de plataformas, aplicaciones y procesos de Business Intelligence (BI). Coincide en su estimación con Gartner, que aseguró a principios de año que el BI crecerá un 9,7% a lo largo de 2011.Un reciente estudio de IBM basado en entrevistas a más de 3.000 CIOs pone también de manifiesto que tanto el BI como el análisis de la información son las máximas prioridades actuales para explotar los grandes volúmenes de datos.
No obstante, a pesar de la confianza empresarial en esta tecnología, la primera generación de soluciones BI ya no resuelve los actuales requisitos de negocio y de cumplimiento normativo. Por ello, con las lecciones aprendidas tras años de un uso intensivo de herramientas de inteligencia de negocio, la nueva generación de soluciones BI se orienta a la mejora de la agilidad y la flexibilidad, además de la perfecta integración de todos los componentes implicados en la infraestructura (fuentes de datos, modelos, métricas, informes, cuadros de mando, alertas…). La calidad de datos es el tercer eje básico en toda estrategia BI, ya que de ello depende una toma de decisiones óptima.
Hasta ahora, los fabricantes y desarrolladores de aplicaciones BI se habían centrado en la funcionalidad operacional y la robustez de las arquitecturas. Las nuevas tecnologías BI categorizadas por Forrester, sin embargo, persiguen otros objetivos. En primer lugar, la automatización: las empresas necesitan automatizar sus procesos BI para eliminar trabajo manual y que su personal pueda dedicarse al análisis y otras tareas de valor añadido. Además, se busca la unificación: las distintas herramientas BI se combinan en una única plataforma que acabe definitivamente con los silos de información. En tercer lugar, se persigue la generalización: las aplicaciones BI deben estar disponibles en todo momento para que los responsables de la toma de decisiones tácticas, estratégicas y operativas puedan analizar la información y actuar en tiempo real. Finalmente, la nueva generación de aplicaciones BI opera sin restricciones o limitaciones, como las que suponían las hojas de cálculo, para poder extender el valor BI por todas las áreas del negocio.
Este cambio de modelo se concreta en nuevos enfoques como el suministro BI en auto-servicio, controlado y adaptado plenamente a las necesidades de cada empleado, o la tendencia imparable hacia el BI móvil, que lleva la inteligencia de negocio allí donde se encuentre el usuario. Según Gartner, en 2013, el 22% de las funcionalidades de Business Intelligence serán atendidas a través de dispositivos móviles. Otro fenómeno en alza es la combinación de las soluciones BI con las herramientras colaborativas y sociales en los modernos entornos 2.0.
El crecimiento descomunal de los datos ha provocado, por otro lado, un interés creciente hacia las analíticas predictivas aplicadas al BI, ya que permiten aprovechar toda la información sobre comportamientos y patrones de consumo pasados, para predecir futuros escenarios y adaptar consecuentemente las estrategias empresariales. En este caso, Gartner prevé que, en 2014, el 30% de las aplicaciones analíticas utilicen capacidades in-memory para añadir escalabilidad y velocidad.
El Business Intelligence camina así hacia el concepto más global de Gestión de la Información, que abarca todas las prácticas que involucran la integración, transformación y replicación de los datos claves para organizar y estructurar la informaciónen un núcleo integrado, temático, historificado y estructurado que dé soporte a la toma de decisiones. La gestión óptima de los datos permite descubrir el valor de su contenido y gobernar su origen, su comportamiento y su ciclo de vida. Las empresas están descubriendo cómo gestionar el valor del contenido del dato; cómo gobernar su origen, comportamiento y ciclo de vida; cómo limpiar los datos metodológicamente y cómo unificar los datos maestros para obtener una visión consistente del negocio. Una infraestructura BI robusta y flexible al mismo tiempo permitirá adaptar rápidamente el negocio a los cambios en el entorno y ajustar sus recursos a la demanda del mercado.