La ciudades se encuentran en la era del conocimiento. La innovación en entornos urbanos se encuentra más cerca de lo que podamos imaginar. En los últimos años, España ha surgido como referente global en materia de innovación y modelos de inteligencia urbana. La plataforma tecnológica MiNT (Madrid iNTeligente), basada en capacidades y soluciones de IBM, ha sido uno de los proyectos más relevantes en el área de medioambiente y movilidad. Se trata de una iniciativa puesta en marcha por el Ayuntamiento de Madrid para la integración total de los servicios de la ciudad. Como parte importante de esta solución, los ciudadanos adquieren un mayor protagonismo al ser capaces de interactuar y comunicarse de forma directa con los responsables urbanos. Es un paso adelante no solo en innovación de gestión de las ciudades, sino también en participación social y transparencia informativa por parte de la administración.
Desde que formulamos el concepto de Smarter Cities hace ya más de siete años, hemos trabajado con miles de ciudades y gobiernos en todo el mundo para construir entornos urbanos mejor instrumentados, interconectados e inteligentes, en un constante compromiso por la innovación y excelencia tecnológica. La combinación de sensores, redes interconectadas y sistemas de analítica de datos posibilitan, ahora más que nunca, la prestación de un mejor servicio a la población. Cada día generamos más de 2,5 trillones de bytes en información digital en medio de una incipiente Internet de las Cosas, con sólo un 99,4% de objetos cotidianos por conectar a redes de inteligencia. Todos esos datos, sometidos a un análisis de contexto, esconden información de gran valor y, por tanto, la clave para alcanzar un mayor beneficio para la sociedad. La estrategia de IBM aprovecha esos datos que generamos para ayudar a terceros a tomar mejores decisiones, anticipar incidencias, solventarlas proactivamente, así como coordinar procesos de forma más efectiva.
Gestión urbana a través de la innovación
A partir de ahora, miraremos atrás y pensaremos en qué basábamos nuestras decisiones de negocio sin tener en cuenta la información disponible. Ante nosotros se inicia un salto en la historia de la computación, una nueva era cognitiva, centrada en la extracción y aprovechamiento del conocimiento. IBM, a la vanguardia de esta transformación, está preparada para asesorar a empresas, sectores e instituciones en cómo empezar su viaje hacia esta avanzada tecnología y ponerse por delante de sus competidores.
Estos sistemas cognitivos son capaces de asimilar enormes cantidades de información a partir de datos no estructurados – aproximadamente, más de un 80% del total–, aprendiendo con cada interacción entre humanos y máquinas, al mismo tiempo que aceleran y escalan el grado de experiencia de profesionales. De esta forma partimos del conocimiento necesario para emprender nuevas acciones. Tenemos a mano la posibilidad de hacer mejor las cosas. En los próximos años, veremos cómo en la gestión de las ciudades se democratiza el uso de complejos algoritmos para incrementar capacidades y competitividad global.
La rápida penetración de smartphones ha impulsado asimismo a las personas a ser más partícipes en la sociedad. En España, hay más de 23 millones usuarios de apps móviles, según un informe de Fundación Telefónica. Algunas de esas aplicaciones, como en el caso del proyecto MiNT en Madrid u otras redes sociales, establecen una comunicación directa con la administración pública. El ciudadano puede informar, en tiempo real, sobre incidencias que detecte en su entorno mediante una simple foto y, posteriormente, hacer un seguimiento de su alerta hasta su completa resolución. Se convierte, por tanto, en agente proactivo y beneficiario de una ciudad inteligente. Y debe asumir su compromiso de colaboración con las administraciones a fin de que los servicios públicos vayan adaptándose al día a día y circunstancias de cada usuario.
El progreso trae aparejado un reto de adaptación al entorno con ideas y talento. La diferencia competitiva frente a otras ciudades residirá precisamente en las personas, concretamente, en su nivel de participación, cualificación, creatividad y conocimiento. Afrontando los desafíos que supone una adecuada administración de recursos con el objetivo de garantizar elevados niveles de habitabilidad. Sólo lo conseguirán aquellos gestores, empresas y ciudadanos que tengan clara su estrategia desde el principio y se muestren decididos a innovar por un futuro más inteligente de las ciudades.