Para las empresas, los datos son un factor constante. En la era de la IA, los datos en sí mismos no han cambiado, pero sí la forma en que se entregan y lo que las empresas pueden hacer con ellos. Piensa en la llegada de Netflix y su efecto en la industria del alquiler y distribución de películas y vídeos. El producto principal seguía siendo el mismo, pero la forma en que se entregaba y se consumía era completamente nueva, y eso significó el fin de Blockbuster.
Los datos se están convirtiendo en una herramienta clave para las empresas que esperan capear el difícil clima económico actual y superar los desafíos comunes del sector, desde la inflación hasta los problemas de la cadena de suministro. Aquellas que aún no han tomado las riendas de sus datos corren un mayor riesgo ante las dificultades económicas, ya que los datos, respaldados por una estrategia sólida y combinados con la inteligencia artificial (IA), pueden proporcionar la información y la previsión necesarias para seguir siendo competitivas y gestionar las fluctuaciones del mercado.
Las empresas que no se comprometan con sus datos o que implementen la IA de forma ineficaz podrían correr la misma suerte que Blockbuster.
Construyendo los cimientos
Los datos son tan valiosos para una empresa como cualquier otro activo en sus estados financieros. Las organizaciones no pueden ser valoradas únicamente por sus ingresos, sino también por los datos que poseen y el impacto que estos tienen en el negocio. Todas las empresas tienen datos al alcance de la mano, pero para convertirlos en un valor del negocio, deben ser correlacionados, analizados y utilizados correctamente. Las organizaciones no pueden aprovechar al máximo sus datos si estos se encuentran aislados en silos.
Las empresas deben contar con una base sólida para los datos: este es el punto de partida para la exploración y el análisis de datos. Una vez que las organizaciones se han incorporado a una plataforma de datos moderna que sirva como esta base, es hora de que los líderes piensen detenidamente qué tipo de IA quieren usar. Como primer paso, deberían considerar la IA empresarial, que se puede aplicar a las organizaciones para mejorar diversas funciones comerciales. Para habilitar esto, las empresas necesitan construir una estrategia de datos consolidada y abierta para ejecutar estos modelos de IA.
La IA generativa destaca en la creación de nuevo contenido a partir de datos que recibe, a menudo alimentada por enormes modelos de datos. Si bien tiene muchos usos, la inmensidad de los datos requeridos puede dar problemas en la base para los datos de una organización si esta no es capaz de ingerir y analizar tales cantidades de datos. Aunque existe un entusiasmo masivo en torno a la IA generativa, las empresas deben evitar precipitarse en su implementación, ya que los modelos no estarán debidamente entrenados con todos los datos disponibles. Esto puede resultar en inexactitudes y alucinaciones, haciendo que las inversiones en IA pierdan valor y llevando a los líderes empresariales a recortar gastos.
En cambio, la IA empresarial debería ser la primera opción para las empresas, ya que se basa en conjuntos de datos más pequeños, con un propósito o beneficio específico, en lugar de tener usos prácticamente ilimitados. Por ejemplo, desde que construyó una base empresarial para los datos, Zoom ha desarrollado aplicaciones de IA empresarial para todos los miembros de la empresa, lo que le permite tomar decisiones comerciales más inteligentes, ya que los equipos tienen acceso a los datos correctos en el momento adecuado.
Ahora, cualquier persona dentro de la empresa puede chatear con sus datos en lenguaje natural para obtener información clave del negocio y aumentar la productividad. La IA empresarial también es más eficiente energéticamente, utilizando la IA con un propósito y aprovechando la tecnología donde tiene más sentido. Si bien la IA generativa tendrá un uso más generalizado, su uso no excluye a la IA empresarial, ni viceversa, y es probable que las empresas tengan que considerar ambas en su camino hacia la IA.
Gestionando el cambio
La tecnología, por su propia naturaleza, es disruptiva y busca impulsar la automatización dentro de una organización. Esto puede tener un gran impacto en las personas, pero los líderes empresariales deben minimizar cualquier incertidumbre en torno a la IA tanto como sea posible y trabajar para disipar el temor natural de que la tecnología pueda anunciar una era de pérdida de empleos.
La última investigación de PwC muestra que ocurrirá lo contrario: la IA traerá una era de crecimiento gradual del empleo, lo que ayudará a garantizar que haya suficientes trabajadores para que las organizaciones puedan encontrar a las personas que necesitan. Lo que cambiará son las habilidades requeridas por los trabajadores.
Las habilidades tradicionales pierden relevancia en las ofertas de empleo, mientras que las nuevas son cada vez más demandadas. Este cambio es un 25% más rápido en los puestos afectados por la automatización mediante IA. Las empresas deben enfocarse en contratar candidatos con potencial y brindarles oportunidades para desarrollar tanto sus habilidades actuales como las nuevas que exige este entorno.
La cultura es fundamental a la hora de implementar tecnologías como la IA. Los líderes empresariales deben asegurarse primero de tener acceso a la formación y los recursos necesarios para familiarizarse con la tecnología. Solo entonces deberían intentar educar a su personal sobre los beneficios de la tecnología y las habilidades que necesitarán para interactuar con ella. Esto ayudará a establecer un diálogo abierto entre empleados y líderes para debatir el uso de la IA dentro de la empresa y su propósito, lo que resultará en un mayor interés por utilizar la tecnología. Posteriormente, las empresas podrán evaluar las herramientas, políticas y procesos de datos adecuados, así como la forma en que utilizarán la IA.
Datos y supervivencia
Hoy en día, el objetivo de muchas empresas es implementar la IA y capitalizar sus ventajas. Si bien la IA es el destino actual, se convertirá en un trampolín hacia el próximo destino que todas las empresas compiten por alcanzar. Este es un ciclo por el que pasan todas las industrias: algunas organizaciones sobreviven y otras no. Para ser una de las empresas que prosperan en la era de la IA, los líderes deben dirigir sus organizaciones en la dirección correcta y asegurarse de que exista una base sólida para respaldar una estrategia de datos consolidada, lo que les permitirá diferenciarse de la competencia y cumplir con las expectativas de los clientes.
Hacerlo requiere una planificación cuidadosa y un cambio de los enfoques aislados, así como un cambio radical en la cultura empresarial. Al construir esta base, y evitar los inconvenientes de adoptar la IA con demasiada rapidez, los líderes empresariales pueden construir empresas preparadas para crecer en un futuro impulsado por la IA.