Las herramientas de integración cobran una especial importancia en la era de la transformación digital. Gracias a ellas, se pueden aprovechar soluciones que ya estaban implementadas en las organizaciones de tal forma que sólo las que realmente se han quedado desfasadas se pueden descartar.
Las empresas se encuentran, debido a los constantes cambios que está propiciando la tecnología, ante desafíos muy importantes. Y es que, la cantidad y disponibilidad de la información que existe en estos momentos no tiene comparación con tiempos pretéritos. La información es la clave y gracias a ella, las entidades que sepan cambiar sus procesos de negocio, empleen motores de analítica y se aprovechen de las ventajas que ofrecen tanto los microservicios y las redes sociales tienen un beneficio mucho más relevante que sus competidores.
Este cambio tiene que estar basado en una integración fiable, escalable y flexible. Para ello, se necesita combinar toda la información nueva de la que dispone la empresa con los datos almacenados en las aplicaciones actuales, y de esta forma, poder cambiar los procesos de negocio o encontrar nuevas maneras de interactuar con los clientes.
Crear e integrar procesos nuevos es por tanto, un elemento primordial para las empresas de la actualidad y contar con una plataforma o una herramienta de integración potente se convierte en un elemento esencial para poder llegar a buen puerto. Tal y como afirma Sergio Moreno Roca, responsable de desarrollo de negocio de AppDev, IoT e Integración de Oracle, “aquellas empresas que disponen de herramientas de integración, tanto en la nube como on-premise integran los nuevos procesos de forma sencilla a través de los mecanismos de integración que han normalizado para los distintos casos de uso detectados. Una vez definidos estos mecanismos la integración de estos procesos en los flujos productivos de la compañía es sencilla desde el punto de vista tecnológico. Las herramientas de integración simplifican la incorporación de los nuevos procesos puesto que soportan múltiples interfaces heterogéneos de forma nativa, proporcionan mecanismos de mapping de datos visual, monitorización, seguridad, control de flujo, etc.”.
La simplificación de los procesos juega un papel relevante a la hora de realizar una integración
La integración de nuevos procesos de negocio es una de las ventajas principales de un bus de servicios empresariales o ESB. Estas plataformas han de ser capaces de integrar funcionalidades y procesos de negocio de sistemas diversos, sin dificultad. El salto cualitativo es que, a partir de ese momento, dichas funcionalidades, hasta entonces de uso exclusivo de un sistema o aplicación en particular, se convierten en procesos de negocio accesibles por el resto, que pueden combinarse y orquestarse para dar lugar a procesos nuevos, algunos imposibles de concebir y realizar cuando los sistemas funcionan como silos dentro de la empresa. José Tomás Salvador Tendero, Sales Engineer Manager de InterSystems pone ejemplos de esta situación: “Un ejemplo lo tenemos cuando la simple alta de un nuevo empleado en el sistema de Gestión de Personal de una empresa lanza automáticamente órdenes de autorización de acceso al sistema de Control de Acceso del edificio, al mismo tiempo que registra automáticamente al empleado como nuevo recurso disponible en el sistema de Gestión de Proyectos, que utiliza el gerente del Departamento de Operaciones. Otro ejemplo de orquestación lo tenemos cuando una alerta en el SCADA de un hospital indica condiciones de temperatura y humedad no adecuadas, que recomiendan la supervisión de los quirófanos, y procede a lanzar las órdenes de mantenimiento correspondientes a los servicios pertinentes bloqueando, al mismo tiempo, la disponibilidad de dicho(s) quirófano(s) en el HIS del hospital. Casos como estos sólo son posibles gracias a las plataformas de integración”. Para este directivo, “la mejora en la automatización de procesos ya existentes es evidente, pero la ventaja fundamental quizá sería el hecho de que, gracias a la orquestación, pueden implementarse nuevos procesos que, sin la integración, simplemente, no serían posibles”.
Simplificar procesos
La simplificación de los procesos juega un papel relevante a la hora de realizar una integración. El software de integración juega un papel clave en la estrategia de transformación digital y transformación por procesos y reglas de negocio. Una vez realizada la modelización de procesos es fundamental poder solucionar elementos técnicos como pueden ser la omnicacanalidad o la obtención de la información de contexto para poder integrarla con la capa de lógica de negocio. Todo ello se debe hacer desde la simplicidad, sobre todo si se tiene en cuenta que no existe una buena alineación entre Negocio y Tecnología en las empresas. De hecho, muchas veces se da la circunstancia de que el departamento de tecnología ha creado sistemas de integración sin contar con las necesidades de negocio, cuando los departamentos de negocio requieren la integración de los sistemas transaccionales de una forma ordenada y acorde a sus necesidades. Así que la pregunta es ¿cómo se lleva a cabo un proceso de integración de forma simple? La simplificación de las tareas para simplificar los procesos de integración no es sencilla. Tal y como apunta Sameer Parulkar, product marketing manager, JBoss Enterprise Middleware de Red Hat, “una buena fórmula es tener un enfoque sólido de arquitecturas de integración que esté basado en API, promueva integraciones descentralizadas y aproveche los beneficios como la flexibilidad y la escalabilidad de la nube. Las integraciones descentralizadas basadas en arquitecturas distribuidas permiten que las capacidades de integración se puedan desplegar donde sea necesario, ya sea en los endpoints o integrados en las aplicaciones. Se necesita una estrategia general de API para responder a preguntas sobre cómo crear y compartir API, cómo proteger y administrar esas API y cómo escalar las API. Desplegar los servicios de integración y las API de forma rápida e iterativa le permite crear servicios más adaptables: experimentar, probar y adaptar. Una plataforma de integración que proporciona estas capacidades clave como administración de API, integración distribuida y que es nativa de la nube es un buen punto de partida. También la tecnología de contenedores de Linux es una buena base para crear aplicaciones nativas de la nube”.
En este sentido, el portavoz de Intersystems asegura que “la fórmula para simplificar estos procesos no es estándar pero sí debe garantizar unas pautas lógicas para preservar la operativa de la organización. La facilidad de uso, la capacidad de la plataforma para transformar rápidamente y un compromiso completo del equipo del proveedor son clave para nosotros a la hora de realizar un proceso de integración. En nuestro caso hemos llegado a realizar migraciones en sólo ocho días y el sistema ha funcionado perfectamente sin interferir en la operativa de la empresa. En el caso de grandes organizaciones el plazo puede llegar a los 30 días, pero siempre sin interferencias”. Por su parte, José Tomás Salvador, cree que “la simplificación de los procesos de integración se basa en la estandarización de interfaces y mecanismos de seguridad. Esta estrategia que en integraciones on-premise los departamentos de TI han tenido que estandarizar es ofrecida de forma nativa por servicios SaaS, facilitando así las integraciones en escenarios de soluciones SaaS heterogéneos”.
OnPremise y SaaS
La transformación digital también está cambiando las formas de consumo de la tecnología. Cada vez más, el modelo OnPremise ve cómo el concepto SaaS le come el terreno. La nube ha propiciado esta situación ya que está marcando la realidad tecnológica empresarial de la actualidad. Cloud ha permitido ofrecer tecnología que permite a los usuarios acceder a software estandarizado como servicio, lo que está haciendo posible que empresas de menor tamaño puedan acceder a estas tecnologías. La nube permite a las empresas ser flexibles y ágiles, con un modelo mucho más dinámico. No obstante, la transición hacia modelos SaaS, presenta varios retos. Tal y como afirma Sergio Moreno de Oracle, “la transición hacia un modelo SaaS presenta un escenario con nuevos retos que resolver. Por un lado la integración de soluciones SaaS presenta la ventaja de ser más homogénea ya que los interfaces que presentan están más estandarizados (wsdl, REST/JSON) pero en cambio tienen unos requisitos de seguridad mucho más estrictos. Adicionalmente, mientras esta transición de las aplicaciones tradicionales on-premise a los servicios SaaS ocurre aparecen necesidades de sincronización bidireccional de aplicaciones on-premise y servicios SaaS para garantizar la coherencia de la información”.
Como decíamos, la nube ha posibilitado el denominado SaaS o Software as a Service. Este modelo es una alternativa para quienes están convencidos de la necesidad de la herramienta. En el caso de las herramientas de integración, nos encontramos con el denominado xPaaS que permite a las empresas acortar sus tiempos de desarrollo de aplicaciones e integraciones con un claro enfoque hacia la cloud. Y es que, las organizaciones cada vez quieren menos licencias y ataduras ya que el departamento de TI tiene que justificar muy detalladamente sus gastos. La capacidad de inversión de las empresas, entidades y organismos se ve restringida y optar por un modelo de pago por uso es una alternativa para quienes están convencidos de la necesidad de la herramienta.
Pero no todas las empresas apuestan por las ventajas que aportan las soluciones as a service. Concretamente las grandes empresas, al menos en lo que se refiere a herramientas de integración, siguen teniendo las soluciones OnPremise. Es cierto que, en la mayoría de los casos, es debido a que esas soluciones ya estaban ahí, antes de que los modelos “como servicio” fueran atrapando clientes y también porque los modelos SaaS no son tan fáciles de trasladar a las soluciones de integración como lo puede ser en un CRM o un ERP. Por este motivo, el portavoz de Intersystems cree que “la nube llegó para quedarse y el modelo de SaaS parece una evolución natural, aunque la tecnología todavía ha de consolidarse y eso necesitará tiempo. No es probable que el modelo de licencia desaparezca a medio plazo porque hay situaciones en que puede resultar más apropiado, pero está claro que el modelo de pago por uso está en tendencia positiva y es previsible que sea el dominante en los próximos años”. Por su parte, el representante de Oracle afirma que “el cambio de modelo de aplicaciones de on-premise a servicios SaaS está creciendo por las ventajas que proporcionan en cuando a agilidad, innovación y modelos de pago por uso. No se trata de una moda y por tanto cada vez van a ser más habitual la adopción de servicios SaaS en los clientes, de forma que se va a potenciar cada vez más el uso de plataformas PaaS de integraciones nativas en la nube”.
Y es que, a pesar de las dificultades, SaaS continuará con su tendencia al alza ya que las ventajas que aportan las soluciones SaaS a las empresas de cara a la integración de sistemas son muchas. Unas de ellas es que los APIs basados en estándares que se transportan por Internet con una interfaz personal, que es el browser, y una interfaz mecánica a través de Web Services. La adopción de soluciones basadas en Cloud y SaaS tendrá diferente velocidad dependiendo del sector y tamaño de las empresas. Tal y como afirma José Tomás Salvador de Intersystems, “la tendencia es ir a un modelo SaaS en la nube porque supone una inversión menor y la activación de campañas específicas que, una vez finalizadas, no suponen un mayor gasto operativo”.
El papel del departamento de TI
El departamento de TI es el que debe llevar a cabo los procesos de integración. Sin embargo, conviene que esos departamentos cuenten con la opinión y valoración de otros. Integrar no sólo es hacerlo con soluciones y herramientas, sino también entre departamentos. Para el representante de Red Hat, la tarea de la integración no debe ser exclusiva del departamento de TI. En su opinión, “la integración es una capacidad clave para ofrecer servicios comerciales diferenciados. Como tal, la capacidad de integración debe ser parte del conjunto de herramientas del desarrollador de la aplicación. Tradicionalmente, las plataformas de integración son administradas por equipos de TI centralizados, como los centros de competencia de integración (ICC). Los equipos de ICC tienen bastante experiencia implementando soluciones de integración. Creemos que los equipos de ICC deben ser facilitadores de innovaciones y deben proporcionar tecnología y herramientas a todos los equipos de desarrollo de aplicaciones, independientemente de dónde deseen que su aplicación se implemente en la nube o en local”. Como afirma el portavoz de Intersystems, “el papel que debe jugar el departamento de TI, es el de integrador de las aplicaciones sobre una plataforma capaz de orquestarlas para que trabajen juntas y no en compartimentos estanco. Las plataformas de integración deben ser transversales”. Sergio Moreno cree que “el departamento de TI ha sido clave en el éxito de la implantación de plataformas de integración on-premise. La proliferación de soluciones SaaS departamentales dentro de las compañías dificulta la labor de TI. Se debe llegar a un compromiso de forma que aquellos departamentos que disponen de sus propios servicios SaaS se encarguen de su integración con el resto de la compañía en base a unas normas comunes de integración acordadas con el departamento de TI. De esta forma se garantiza cierta calidad de las integraciones y además la agilidad que el negocio necesita”. Además, en cuanto a si las plataformas de integración deben ser exclusivas del departamento de TI cree que “dependerá de la tipología de integración a abordar. En la integración on-premise tradicional así era, pero en los modelos de integración en la nube nacidos de la proliferación de soluciones SaaS prima más el conocimeinto funcional del aplicativo (Business Objects y acciones) que conocimientos técnicos de integración. Por ello se hace más necesario que los perfiles técnicos de las líneas de negocio participen en la definición de las integraciones necesarias, siempre atendiendo a las normas básicas de integración marcadas por TI”. Para el portavoz de Red Hat, “el departamento de TI desempeña un papel crucial para apoyar las innovaciones, pero también define los límites para una innovación más sostenida. Desde TI pueden evaluar las aplicaciones desde una perspectiva de plataforma e infraestructura: dónde y cómo se implementan; qué herramientas se necesitan para el desarrollo, la gestión y su mantenimiento; las aplicaciones admiten API abiertas; realizan copias de seguridad para los datos de aplicaciones, cómo las aplicaciones cumplen con los requisitos de cumplimiento o regulación”.
La integración persigue la optimización de recursos, la eficiencia operativa y la reducción de costes asegurando la evolución tecnológica en el tiempo
Por otro lado, nos encontramos ante un escenario de economía global con entornos altamente distribuidos está facilitando la adopción del cloud, de hecho es difícil de abordar este tipo de escenarios globales sin hacer uso de la nube pública. La importancia de las plataformas de integración en este escenario global es todavía más evidente ya que permite la rápida integración de aplicaciones de empresas nuevas que se unen a grupos empresariales y viceversa, es más fácil ‘desengancharlas’ como parte de un proceso de venta. En este escenario, el representante de Intersystems cree que “desde una perspectiva de negocio, la interoperabilidad es una de las claves. Su aplicación unificada debe integrarse fácilmente en los sistemas existentes del cliente para compartir información de forma bidireccional. Asimismo, debe habilitar la compartición de información con los socios de negocio del cliente. Contar con un ESB que gestione ambos escenarios de integración, reducirá la complejidad, el tiempo de despliegue y los costes, y admitirá un uso óptimo de sus recursos de desarrollo. Para ello el ESB debe soportar un amplio rango de estándares de comunicación, como REST y SOAP, que son clave, pero también ha de admitir TCP/IP, SSL, FTP, SFTP, correo electrónico, xDBC, CSV e interfaces de personalización, para aprovechar las prestaciones y la información de los sistemas, bases de datos, archivos y otras fuentes existentes. Además, debe integrar aplicaciones y servicios creados con tecnologías diferentes, con Java y .Net; contar con una BBDD de alto rendimiento embebida y un sólido marco de adaptadores que gestione errores, reintentos, tiempos de espera y recuperaciones. Todo ello favorece que la empresa pueda centrarse en su verdadero núcleo de negocio y en el trabajo de mayor valor”.
Bases de datos
Tradicionalmente, las herramientas de integración se utilizaban, sobre todo, en el ámbito de las bases de datos. ¿Sigue siendo lo más requerido? ¿Qué es lo que más solicitan las empresas en la actualidad? Esto es algo que ha cambiado bastante. Las bases de datos ya no son las estrellas en los proyectos de integración. Esto es así porque el software de integración es una pieza clave en la estrategia de transformación digital y transformación por procesos y reglas de negocio. Una vez realizada la modelización de procesos es fundamental poder solucionar elementos técnicos como pueden ser la omnicacanalidad o la obtención de la información de contexto para poder integrarla con la capa de lógica de negocio. La integración de nuevos procesos de negocio es una de las ventajas principales de una herramienta de estas características. Estas plataformas han de ser capaces de integrar funcionalidades y procesos de negocio de sistemas diversos, sin dificultad. El salto cualitativo es que, a partir de ese momento, dichas funcionalidades, hasta entonces de uso exclusivo de un sistema o aplicación en particular, se convierten en procesos de negocio accesibles por el resto, que pueden combinarse y orquestarse para dar lugar a procesos nuevos, algunos imposibles de concebir y realizar cuando los sistemas funcionan como silos dentro de la empresa. Tal y como señala José Tomás Salvador de Intersystems, “la integración de los datos, realizada para que todos los usuarios puedan acceder en tiempo real a ellos, es un proceso maduro y sólido desde hace tiempo. Era, es y seguirá siendo un objetivo de toda organización, si bien las necesidades van evolucionando y ahora se hace cada vez más importante la integración de datos no estructurados junto a los tradicionales estructurados. Ahora trabajamos de lleno en la interoperabilidad de esos sistemas integrados, como meta esencial para cualquier organización, pero creemos que las empresas no sólo quieren tener acceso a la totalidad de la información sino que atienden cada vez más a la calidad de la información sobre la que basan sus decisiones, manteniendo el foco en que los datos compartidos sean precisos, se entreguen a quienes los necesitan y en el volumen en que se necesitan, que lleguen a la persona adecuada cuando los necesita y dentro del flujo de trabajo específico de su tarea”. Por su parte, el portavoz de Oracle afirma que “la integración tradicional on-premise es mucho más heterogénea que únicamente para base de datos. Las soluciones de integración tienen que soportar un escenario complejo en cuanto a interfaces de integración. En la actualidad un gran número de empresas tienen resueltos estos escenarios tradicionales de integración y están solicitando cada vez más mecanismos ágiles de integración de las soluciones SaaS, que por un lado presentan interfaces más homogéneos de integración, pero por otro lado tienen requerimientos de seguridad mucho más estrictos (están abiertas a internet) así como una mayor necesidad de conocimiento funcional. Por ejemplo, en lugar de conocer los servicios expuestos por la solución es más importante saber los tipos de objetos de negocio expuestos (cliente, cuenta, pedido, …) y las operaciones que se pueden realizar sobre los mismos (Creación, Lectura, Actualización y Borrado, CRUD en sus siglas en inglés, así como acciones adicionales, incluyendo la ejecución de queries con lenguajes similares a SQL – SOQL, ROQL, …)”.
¿Para todos?
Están claras las bondades que suponen este tipo de herramientas para empresas orientadas a Internet, pero ¿y para aquellas que no lo están? La integración persigue la optimización de recursos, la eficiencia operativa y la reducción de costes asegurando la evolución tecnológica en el tiempo. Y esto es independientemente si el modelo de negocio de la empresa está más o menos orientado a Internet. En opinión del Product marketing manager, JBoss Enterprise Middleware de Red Hat, “para las empresas que no dependen de Internet, probablemente aquellas que necesitan una red empresarial por razones de seguridad, las capacidades de integración como la conexión, transformación y mediación siguen siendo muy útiles. Incluso esas compañías tendrán muchas aplicaciones dispares, y la información en estas aplicaciones necesita estar contactada para mejor la coherencia, eliminar la redundancia y mejorar la eficiencia de los procesos comerciales. Las empresas que no dependen de Internet necesitan la misma facilidad de uso que ofrecen los proveedores de SaaS, pero al mismo tiempo necesitan flexibilidad para implementar toda la solución detrás del firewall.
El Sales Engineer Manager de InterSystems cree que “los sistemas core de negocio de muchas grandes empresas y la misión de muchos organismos públicos no están orientados a Internet, no tienen una visibilidad clara desde el exterior, sin embargo, se enfrentan a los mismos problemas y necesidades, en lo que respecta a sus sistemas de información, que aquellas empresas u organismos más orientados al mundo on-line. Debemos pensar que las necesidades de integración ya existían mucho antes de que el uso de Internet fuera el que es y mucho antes de que existieran empresas cuya operativa se apoya fundamentalmente en la red”. Así que, sí. La integración es para todos, ya que como afirma el portavoz de Oracle, “las empresas que no están adoptando la nube en ninguna de sus formas (soluciones SaaS, plataforma PaaS, infraestructura IaaS) siguen teniendo grandes necesidades de integración on-premise para dotar al negocio de la agilidad que requiere. En caso de estar inmersos en un proceso de selección de una herramienta de integración deben tener en consideración la posibilidad futura de crecimiento en la nube de forma que la plataforma de integración que seleccionen no sólo cubra las necesidades presentes si no las necesidades futuras”.