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La realidad virtual

No sólo es la crisis la que está aupando a la virtualización a lo más alto del mercado. El ahorro de costes que ofrecen este tipo de soluciones a las organizaciones empresariales es muy importante, pero lo fundamental es que resuelve muchos problemas. Entre otras cosas, permite:

– Reducir costes

– Aumentar la continuidad de negocio

– Mejorar el soporte

– Mejorar el alineamiento con el negocio

– Facilitar la Consolidación

– Reducir el consumo energético

Se podría decir que virtualización es la eliminación de cualquier recurso, sistema o referencia física dentro de una organización de IT. Si bien lo más común suele ser la virtualización de Servidores, esto es correr bajo un sistema operativo “hipervisor” numerosos sistemas operativos virtuales, también hay que tener en cuenta la virtualización de otro tipo de elementos tales como aplicaciones, sistemas de almacenamiento, dispositivos de red de comunicaciones, etc. Y es que virtualizar no es más que optimizar los recursos del hardware empleando tiempos muertos y usando herramientas software específicas. Entre las herramientas actuales para la virtualización de servidores, en la actualidad se cuenta con un amplio abanico, siempre orientadas a la partición de máquinas en submáquinas, a la creación de máquinas virtuales, a la asignación dinámica de recursos a la aplicación que lo requiera, al pago por uso, a la capacidad bajo demanda y a la tolerancia a fallos y a desastres. También hay otras utilidades para la virtualización del almacenamiento y de las redes de comunicación, aunque, en general, se trata de tener más posibilidades de hacer cosas con menos elementos físicos. Sin embargo, cada empresa ve a la virtualización de forma diferente.  Para Alejandro Solana, director técnico de VMware Iberia, “Gracias a la virtualización y al cloud computing, cualquier empresa, incluso las Pymes, pueden beneficiarse de una reducción de costes de mantenimiento (y gastos de energía), liberación de espacio físico en la oficina y, sobre todo, una mayor disponibilidad de las aplicaciones. De esta manera, todas las aplicaciones, incluso las más críticas, se convierten en una “utility”, como el agua, la electricidad y el gas, por lo que los responsables de las empresas pueden dedicarse a actividades que impacten al negocio directamente y no perder tiempo en gestionar las infraestructuras tecnológicas, instalar actualizaciones, etc. Por tanto, estamos convencidos de estar ante una tecnología más que probada y consolidada que, además, aporta una serie de ventajas que las organizaciones pueden aprovechar para tomar ventaja en un entorno económico como el actual”.

Una de las mayores ventajas de la virtualización es el gran ahorro de costes que permite, entre un 30% y un 70% de los costes de capital, así como otro tanto de los costes de operaciones gracias a las posibilidades de automatización que proporcionan estas tecnologías permitiendo un uso mucho más eficiente de la infraestructura y energía eléctrica. En términos medioambientales, un CPD sin virtualizar es algo tremendamente contaminante, se tienen servidores al 5% de uso generando grandes cantidades de CO2.  Un cliente que disponga de 1.500 servidores puede tener un consumo estimado de unos 1,05 Megawatios. Sólo con virtualizar los primeros 400 servidores, vería cómo el consumo de electricidad se reduciría en unos 250 kilowatios. Pero existen otros beneficios que los clientes consideran también muy importantes. Uno de ellos es el incremento de la agilidad de negocio en referencia a la velocidad de despliegue de las nuevas aplicaciones que se reduce de semanas a horas, con la consecuente reducción del impacto sobre la continuidad de la actividad y mejorando la respuesta de la empresa aportando flexibilidad y rapidez. También se mejora la disponibilidad y, por tanto, la garantía de servicio. Y es que, tal y como asegura Nieves Franco, Directora Comercial de Arsys, “La virtualización permite una gestión más eficiente de los recursos informáticos, algo que conlleva muchas ventajas en las organizaciones, por la optimización de recursos empresariales. Hoy en día las tecnologías de virtualización pueden reducir hasta un 75% el número de servidores que administra una empresa. Las máquinas virtuales ocupan menos espacio técnico,  son más fáciles de gestionar y monitorizar, consumen menos energía y son más respetuosas con el Medio Ambiente, tienen una mayor disponibilidad por lo que mejoran la productividad. Todas estas ventajas las hemos trasladado a nuestra solución CloudBuilder, que  permite suministrar tecnología como un servicio dando al cliente los servidores virtuales que necesita cuando los necesita. El cliente gestiona sus propios servidores virtuales en su propio centro de datos virtual y desde un panel de control,  sin inversiones iniciales en hardware, desplegando rápidamente aplicaciones informáticas sobre sistemas que adaptan sus recursos eficientemente, en función de las necesidades específicas de su negocio en cada momento y pagando exclusivamente por lo que se usa, con los consiguientes ahorros de costes y mejoras en la productividad”. José Manuel Marina, Global Alliance Manager Europe South de EMC, apunta que las vetajas que proporciona son las que “se relacionan con un aumento de la flexibilidad de la infraestructura de almacenamiento, mayor facilidad para el movimiento de información y reducción de la complejidad en la gestión. Son aquellos clientes con infraestructuras complejas, con múltiples plataformas y entornos heterogéneos los que más demandan una solución de virtualización que les permita unificar y simplificar procesos (aprovisionamiento, D/R, terceras copias…) reduciendo riesgos y complejidades, y por tanto costes. Por consiguiente, la virtualización no será una moda pasajera, ya que estos beneficios son y serán fundamentales para las empresas de todos los tamaños”.

La realidad es que el mercado de la virtualización es un mercado en crecimiento desde 2001, por lo que ahora, 10 años después, podemos decir que está en su punto de madurez. Según IDC, más del 50% de las compañías en España utilizan ya escritorio virtual o planean hacerlo. En este sentido, es importante destacar, el período de crisis que vivimos, y que hace que las organizaciones analicen sus inversiones TI al detalle. En este contexto de convulsión económica, procesos como la virtualización o el Cloud Computing tienen el terreno abonado por la posibilidad que ofrecen para reducir costes, por su flexibilidad y por su capacidad para optimizar los procesos. Para Javier Pérez, Director Unidad Servidores y Almacenamiento de Investrónica, “se puede decir, por tanto, que la virtualización, más que a pesar de la crisis, como consecuencia también de ella, vive una etapa de madurez en España, también entre las pequeñas y medianas empresas. El punto a tener en cuenta en estos proyectos que van en aumento, es ofrecer soluciones innovadoras capaces de atender las demandas de los clientes, mejorando la gestión de su información, un activo crítico para su crecimiento. Hoy en día, la virtualización es ya la tecnología dominante en entornos de producción y el Cloud Computing ha ganado impulso, entre otras cosas porque prima la máxima flexibilidad en los proyectos TI, así como el retorno rápido y efectivo de la inversión en tecnología”.

Problemas 

Pero el despliegue de soluciones de virtualización no es un camino de rosas. Cualquier tecnología innovadora conlleva unos procesos de adaptación y esto es especialmente relevante en casos como la virtualización y por extensión en soluciones de cloud computing (privadas, públicas o híbridas). Más que denominarlos problemas, sería más apropiado tratarlos como posibles desafíos a tener presentes para incorporar las herramientas adecuadas que faciliten sacar el mayor partido a los entornos de virtualización y cloud computing de la forma más automatizada posible. Para el portavoz de Microsoft, “la virtualización ha conseguido grandes ahorros de costes, principalmente en términos de hardware, consumo energético, administración. El siguiente paso es ahorrar en el coste del software de virtualización y este modelo es el que estamos 100% desde Microsoft trabajando.Creemos que el principal problema que se pueden encontrar las empresas y, por consiguiente nuestros partners, es la posibilidad económica de invertir en proyectos de virtualización, a pesar de que el retorno de la inversión sea muy veloz y termine por mejorar las arcas de cada empresa”. Por su parte, Juan Vidal, director de sistemas POWER de IBM, cree que “comercialmente hablando, los retos son los mismos para todo el mercado. Los millones de servidores instalados en centros de datos de todo el mundo traerán consigo inconvenientes como el excesivo calentamiento de las infraestructuras tecnológicas, la ineficiencia energética y la mala utilización del espacio. Es necesario cambiar de forma radical este comportamiento y que las empresas tengan en cuenta que, gracias a las nuevas tecnologías, se pueden conseguir mejoras espectaculares en eficiencia energética y costes. El binomio virtualización / consolidación es la salida lógica a tanta infraestructura infrautilizada. El reto es llevar este mensaje al usuario real”.

La cuestión es que la virtualización se enfrenta a una serie de retos. VMware, el principal actor en este mercado, apunta cuáles son esos retos:

–         Considerar la auto-provision y los procesos apropiados de aprobación ayuda sin duda a acotar la proliferación de VMs y a ganar visibilidad en las necesidades reales de la organización facilitando la gestión a los responsables de TI garantizando que el entorno se utiliza de forma efectiva. VMware vCloud Director permite a los usuarios llevar los recursos de los centros de datos, incluyendo computación, almacenamiento y redes, a centros de datos virtuales que pueden ser ofrecidos como servicios on-demand a través de una interfaz. Esto permite a las organizaciones TIC actuar como proveedores de servicios para el negocio, creando nubes híbridas para aprovechar la misma tecnología usada por las crecientes redes de los proveedores de servicios de todo el mundo. Con vCloud Director 1.5 se mejora la agilidad mientras se hace más sencillo para los clientes adoptar un modelo de cloud computing ya que permite aprovechar las inversiones en infraestructuras ya realizadas 

–         Considerar la herramientas de monitorización con una aproximación virtualization-aware diseñadas para entornos virtualizados o de cloud computing que nos permitan de forma ágil y preventiva tener visibilidad sobre las necesidades de nuestro entorno  desde el punto de vista de Salud de los servicios para garantizar que su comportamiento se encuentra en parámetros normales, adelantar la resolución de riesgos potenciales en nuestro entorno, y maximizar la eficiencia del uso de la infraestructura disponible permitiendo sacarle aún mayor partido. La naturaleza tan sumamente dinámica de la infraestructura en la nube ha sobrepasado las disciplinas de gestión de operaciones convencionales. Por eso, VMware vCenter Operations simplifica y automatiza operaciones al integrar el rendimiento, la gestión de configuraciones y la analítica para ofrecer la inteligencia necesaria a los clientes para garantizar niveles de servicio óptimos en entornos cloud.

–         Considerar y facilitar la provision de nuevos servicios y la comunicación entre los departamentos de desarrollo y operaciones, así como herramientas centradas en la monitorización de los SLAs de los servicios. De forma que se permita resolver cualquier incidencia de forma automatizada para devolver los servicios a su SLA establecidos. Para ello la suite de software incluirá dos soluciones nuevas de aplicaciones para unir y facilitar los esfuerzos de los desarrolladores y las operaciones. En conjunto, estos paquetes de software soportan una estrategia de “gestión de aplicaciones activa” que ayudará al departamento de TI a mantenerse a la altura de las demandas de la organización.

–         Mapear y Proporcionar visibilidad de la relación en términos de negocio del funcionamiento de nuestro entorno virtualizado o Cloud Computing y de los servicios que se ejecutan en él. De manera que ayudemos a tomar decisiones a los CIO. Con el auge de los servicios en las nubes públicas, la función de las organizaciones TIC se está convirtiendo en la intermediación de servicios para empresas. Este cambio exige una mayor visibilidad de los costes, la calidad de servicio y las operaciones de los proveedores. VMware ha presentado la suite de software IT Business Management basada en tecnología procedente de Digital Fuel, adquisición realizada por VMware en junio de 2011, para ofrecer el rigor y la disciplina que necesitan los directores de TI.

Además de estos retos, Manuel Quero, consultor de CA Technologies señala que “los entornos virtualizados se enfrentan a dos importantes retos. Por un lado, el crecimiento descontrolado de maquinas virtuales. La facilidad con la que se crean e implantan nuevas máquinas virtuales a menudo lleva a las organizaciones a tener más máquinas virtuales de las que pueden gestionar o utilizar. Esto suele originar problemas de rendimiento y disponibilidad de aplicaciones e infraestructuras complejas, incremento notable en los tiempos de operación y gestión y retos en la seguridad y cumplimiento de normativas. Otro de los retos importantes es el denominado estancamiento virtual. Después de una primera fase en la que se virtualizan sistemas de bajo riesgo como entornos de desarrollo, aplicaciones internas, servidores web, los proyectos de virtualización se quedan estancados y no avanzan a una segunda fase para virtualizar sistemas que están en producción o aplicaciones de cara al cliente”. Por su parte, Patrick Delannoy, de Quest Software apunta que “en los próximos años vamos a ver un crecimiento importante de los entornos en las empresas, sobre todo debido a que  “La Cloud” es ya una realidad. Todo ello deriva a problemas mayores si cabe o bien necesidades mayores. Retos del control de la infraestructura como la seguridad de los datos que están en ella”.

Tendencias 

El futuro de las compañías pasa por reforzar durante este periodo de incertidumbre económica todas sus estructuras, y las infraestructuras tecnológicas no son ajenas a este proceso. Hacer más con menos es la máxima del mercado en estos momentos y se corresponde totalmente con la oferta que hace la VMware a las empresas, que están desarrollando proyectos de contención de gastos y también de ahorro de costes. El cloud es una realidad ya y la virtualización es el único medio que permite plantear este modelo de forma eficiente. Para Gonzalo Oltra, director general de Radware, “la fase actual de virtualización se concentra en la consolidación de servidores pero la siguiente contempla un objetivo estratégicamente más ambicioso, más complejo de implementar y que ofrece más valor a los clientes. Se concentra en la ubicación flexible de los recursos para adaptarlos a las necesidades reales del negocio, tales como la asignación de más máquinas virtuales o la asignación de más recursos para priorizar una tarea. En esta fase, hay que concentrarse en la entrega de los servicios  mejorando la calidad, la velocidad en la entrega. De hecho, ahora mismo ya se está desarrollando una nueva oferta de infraestructura como servicios. Por ejemplo, estamos viendo un número creciente de proveedores que ofrecen entrega de aplicaciones como servicio,  seguridad-como-un-servicio (por ejemplo los centros de filtrado de tráfico como servicio), etc. Algunos proveedores de servicios desde la nube, con sus servicios, incluso permiten a sus clientes disponer de estos servicios bajo demanda, tal y como harían con sus recursos de computación. Por esa razón, durante los próximos años la virtualización va a evolucionar hacia la  prestación de servicios diferenciados de la competencia. Estos servicios incluyen la venta de servicios premium en la nube, lo que simplifica la migración de aplicaciones hacia y desde la nube y venta de servicios, tales como recuperación ante desastres”. Por su parte, Javier Pérez, Director Unidad Servidores y Almacenamiento de Investrónica, cree que “la fase actual de virtualización se concentra en la consolidación de servidores pero la siguiente contempla un objetivo estratégicamente más ambicioso, más complejo de implementar y que ofrece más valor a los clientes. Se concentra en la ubicación flexible de los recursos para adaptarlos a las necesidades reales del negocio, tales como la asignación de más máquinas virtuales o la asignación de más recursos para priorizar una tarea. En esta fase, hay que concentrarse en la entrega de los servicios  mejorando la calidad, la velocidad en la entrega. De hecho, ahora mismo ya se está desarrollando una nueva oferta de infraestructura como servicios. Por ejemplo, estamos viendo un número creciente de proveedores que ofrecen entrega de aplicaciones como servicio,  seguridad-como-un-servicio (por ejemplo los centros de filtrado de tráfico como servicio), etc. Algunos proveedores de servicios desde la nube, con sus servicios, incluso permiten a sus clientes disponer de estos servicios bajo demanda, tal y como harían con sus recursos de computación. Por esa razón, durante los próximos años la virtualización va a evolucionar hacia la  prestación de servicios diferenciados de la competencia. Estos servicios incluyen la venta de servicios premium en la nube, lo que simplifica la migración de aplicaciones hacia y desde la nube y venta de servicios, tales como recuperación ante desastres”.

Cloud Compunting vs. virtualización

Son los dos conceptos que más de moda están. Pero, ¿es lo mismo?, ¿cuáles son las diferencias? Estas son las grandes preguntas que se hacen las empresas. Hoy todo el mundo entiende que la virtualización y el Cloud Computing están intimamente ligados. El concepto de Cloud simplemente significa un nivel de abstracción mayor, cubriendo fundamentalmente un modelo compartido donde los recursos, el software y la información es proporcionada a los usuarios o dispositivos “on-demand” como una “utility”, proporcionando niveles de agilidad, escalabilidad y flexibilidad muy significativos gracias a la virtualización. Desde VMware se añade que este modelo de computación englobaría a su vez:

–         Infraestructura como Servicio (IaaS). Con el objetivo de proporcionar infraestructura TI como servicio sobre una plataforma de virtualización. Los servicios sobre esta infraestructura suelen ser de pago por uso, de tal forma que su coste reflejará el nivel de uso y actividad de los recursos 

–         Plataforma de Ejecución como Servicio (PaaS). En este caso, se proporciona una plataforma de ejecución de aplicaciones cloud, normalmente sobre la infraestructura (IaaS), con el objetivo de facilitar el despliegue de aplicaciones cloud. Así, se facilita enormemente el despliegue de las aplicaciones sin el coste y la complejidad de adquisición y gestión de la infraestructura hardware y software subyacente.

–         Sofware como Servicio (SaaS). Más relacionado con la posibilidad de proporcionar un determinado servicio de aplicación on-demand (correo electrónico, mensajería, CRM…) personalizado y cerrado. Eliminando así la complejidad de los procesos de instalación y configuración mientras se simplifica enormemente el mantenimiento y soporte.

Así que las diferencias entre una y otra parecen claras, aunque entre sí están íntimamente ligadas. Para Juan Vidal, director de sistemas POWER de IBM, “Es verdad que a lo largo de este último año se ha estado hablando mucho de la informática en la nube o cloud computing y que ello puede dar lugar a ciertas confusiones por parte de los clientes. En cualquier caso, desde IBM siempre tratamos de darles el mejor asesoramiento posible y explicarles que la virtualización no es sino una de las herramientas a las que recurre el cloud para aprovisionar los servidores. Por tanto, ambas no son excluyentes, ni mucho menos, ya que la virtualización es un pilar fundamental dentro del concepto cloud”. Por su parte, Carlos Gallego, Consultor Unidad de Ingeniería y Proyectos de Osiatis, cree que “es cierto que hay mucha confusión debido a que la denominación “Cloud” muchas empresas la usan para vender sistemas virtualizados que son  simplemente plataformas virtuales dedicadas a un cliente. Podemos decir que las soluciones cloud se basan en los sistemas virtuales, pero van un paso más lejos, mutualizando la infraestructura indistintamente del número de clientes y pudiendo dar soluciones más distribuidas geográficamente”.

A grandes rasgos cloud es una segunda derivada de la virtualziación, aunque a partir de este punto comienzan  a diverger y pueden acabar en sistemas completamente distintos. En todo caso la virtualziación es siempre un elemento clave de las arquitecturas cloud, sea como tecnología de base para los servicios cloud ofertados o como método de escalar los servicios cloud.

Desde Enterasys se afirma que “Cloud es una forma de manejar la IT de una empresa de una forma completamente nueva, basándose en servicios deslocalizados, utilitarios, con modelos de coste por uso y con una gran carga de autoservicio. Estos servicios pueden ser internos a la empresa o externos (clouds públicas y privadas) generalmente la virtualización suele ser un primer paso para llegar a servicios cloud ya que permite obtener todos los requisitos de un sistema cloud. Pero a partir de ahí deben añadirse software de monitorización, portales de autoservicio, de tarificación por uso etc. Que no se pueden asumir como dados en la virtualziación”. Por su parte, Roberto Rojo, consultor técnico de Audema, asegura que “Para crear una Cloud es necesaria la virtualización. La virtualización es el aprovisionamiento de maquinas virtuales en un hipervisor. Sin embargo el cloud computing ofrece servicios según los requerimientos del cliente, por lo que se hace necesario un entorno muy flexible como el que ofrece la virtualización. Estos dos entornos pueden convivir en las empresas y es la opción más aceptada por los expertos de ambos campos. ¿conocen los clientes estas diferencias? No, desde nuestro sector hay que explicar bien estas diferencias para que las empresas adopten una de las dos o una mezcla de ambas”.

Seguridad

Uno de los problemas que normalmente se asocian con la virtualización es la que hace referencia a la seguridad. La virtualización es una tecnología madura y un servidor virtual se enfrenta a las mismas amenazas que un servidor físico (malware, vulnerabilidades de SO…), con la ventaja de que se pueden trasladar en segundos a otro entorno físico, simplemente copiando dichos ficheros, lo que les confiere mayor disponibilidad. Los servidores virtuales están aislados, aunque corran en una misma máquina, pero el concepto de seguridad de un entorno virtual  es muy parecido al de un entorno tradicional. Hay que hacer lo que se lleva haciendo desde hace años: parchear servidores, segmentar servicios, poner cortafuegos, proteger mediante sistemas de detección de intrusos, detectar y bloquear código malicioso, hacer copias de seguridad, etc. Para todas estas amenazas hay soluciones y formas de implementarlas desde hace años que ahora hay que aplicar en servidores virtuales. Desde Arsys se afirma que “lo más seguro es confiar en empresas especializadas, que cuenten con la infraestructura necesaria para garantizar la accesibilidad 24/7, el óptimo mantenimiento y los recursos y conocimientos necesarios para resolver en el mínimo tiempo cualquier incidente que pueda producirse. Con nuestras soluciones de infraestructura tecnológica, las empresas pueden centrarse en su core business,  dejando en manos de expertos la gestión de sus recursos tecnológicos”. Por su parte, Nicholas Green, director de Kroll Ontrack, cree que “la inversión por parte de organizaciones empresariales debe centrarse en las tecnologías de seguridad que son imprescindibles en un entorno de cloud computing, sobre todo cuando un gran número de aplicaciones empresariales se encuentran en un entorno virtualizado. En lugar de aplicar esos esfuerzos cuando se pierde de forma irremediable la información, la recuperación de datos debe estar cada vez más integrada en los planes de contingencia de las empresas. Para ello, es necesario conocer las infraestructuras de TI que se están utilizando, evaluar las vulnerabilidades y planificar con anticipación para mitigar las posibles brechas de seguridad”.


Desmitificar la virtualización de la seguridad

Por Acacio Martín, Director General de Fortinet Iberia


Esa sensación de que apenas nada ha cambiado es algo común en muchas estrategias de seguridad que tienen como objetivo cuantificar el retorno de la inversión. Una de las problemáticas que se plantean los directores de TI y CSO es cómo ofrecer unos ROI reales que no sean fruto de supuestos escenarios del tipo qué ocurriría si perdiéramos 100.000 euros al día en ingresos por caída del sistema o si tuviéramos que pagar un millón de euros por incumplir la ley de protección de datos. A grandes rasgos, esta estrategia justifica normalmente tanto el gasto de capital como el operativo en infraestructura de seguridad.

Pero si lo que queremos es establecer el ROI basándonos en otros parámetros, será necesario centrarnos en soluciones que consoliden los elementos de hardware,  reduzcan el tiempo de gestión así como los gastos de espacio y energía y, en general, los costes totales de propiedad de la seguridad.  En este contexto, la virtualización de la seguridad se ha convertido en una estrategia que muchas organizaciones están considerando, sobre todo aquellas que ya han virtualizado sus infraestructuras de servidores para racionalizar los costes y  elevar la eficiencia. Por lo tanto, virtualizar las infraestructuras de seguridad es el paso lógico a la hora de alcanzar esos macro-objetivos.

Sin embargo muchas soluciones de virtualización de la seguridad son ineficientes. No son todo lo completas que deberían, no unifican los procesos de gestión o no responden al potencial esperado, por lo que deberíamos plantearnos qué estamos buscando antes de lanzarnos a implantar una solución concreta.

Primeramente, no se deje engatusar por proveedores que ofrecen virtualizar “una parte” de su infraestructura de seguridad y, a la vez, dar cobertura a todas sus necesidades. Las capacidades de virtualización de la seguridad siguen líneas propietarias,  así que sea cauto a la hora de buscar proveedor para cada una de las áreas. Tenga en cuenta que si sus activos de seguridad  proceden de distintos proveedores, virtualizarlos puede ser técnicamente sencillo pero una auténtica pesadilla a nivel organizativo. No olvidemos que se trata de optimizar el rendimiento de su infraestructura de seguridad y por ello la virtualización representa una valiosa oportunidad para alcanzar otro nivel de rendimiento.

La máxima “no toda la virtualización es igual” hace referencia, principalmente, al  tiempo y esfuerzo que supone la gestión. A pesar de que muchos componentes del hardware estén virtualizados, en una arquitectura multiproveedor habrá muchos procesos replicados por lo que los beneficios que aporta la virtualización (véase seguridad más efectiva, mayores ahorros de costes, gestión más sencilla…)  no se conseguirán.

En este punto donde se requiere la virtualización de múltiples funciones de seguridad integrada, las interfaces de red y los routers.  Es solo la virtualización de estas funciones la que ofrece la flexibilidad necesaria. Una virtualización de la seguridad parcelada reduce los potenciales beneficios de esta estrategia y debilita la capacidad del administrador para gestionar la infraestructura de seguridad de forma centralizada.

La naturaleza de las amenazas está evolucionando rápidamente, siendo cada día más automatizadas, sofisticadas y complejas. Frente a este panorama, la virtualización de la seguridad demuestra que es la estrategia correcta a seguir ante los retos de hoy y de mañana. Para lograr tener éxito es sumamente importante que las organizaciones sean capaces de integrar los elementos de seguridad dentro de un entorno virtualizado coherente. Es una opción especialmente interesante para ofrecer y gestionar  funciones de seguridad múltiples e integradas (como UTM).  Desde una única plataforma hardware de seguridad es posible aislar los servicios de seguridad ofrecidos a cada usuario y separar la gestión de esos servicios virtuales.  Como resultado, cada entorno del cliente está gestionado como una única entidad y, consecuentemente, los servicios de seguridad pueden ser personalizados bajo demanda para acceder a todas o varias aplicaciones de seguridad.

Un dispositivo integrado de seguridad que opera en un entorno virtualizado será capaz de ofrecer instancias múltiples e instancias de seguridad gestionadas individualmente. Cada una de ellas ofrecerá servicios de seguridad multiamenaza para clientes o dominios específicos. Aquí la consolidación hace relación a un único punto de despliegue y control, pero esto es solo posible si la “gestión de la seguridad” pueden ser virtualizada. La respuesta del mercado a la virtualización – en su sentido más amplio – ha sido muy positiva.  De hecho en lugar de seguir una curva de adopción lógica hacia la madurez y la aceptación, la gran demanda de este tipo de soluciones ha desbordado las previsiones y habrá que esperar a ver cómo continúa evolucionando.


¿Cómo puede el cloud computing ayudar en un entorno económico adverso?


Alfonso Ramírez, director general de VMware España y Portugal


A nadie se le escapa que en España la situación económica es muy delicada. Sin embargo, desde VMware tenemos un mensaje optimista que compartir basado en la experiencia de las actitudes que estamos encontrando en el contacto diario con nuestros clientes. La virtualización de sus centros de  procesos de datos y la creación de clouds privadas e híbridas les está ayudando a optimizar sus costes, mejorar sus estándares de calidad en el servicio y aprovechar estos ahorros para acometer proyectos que ayudan a hacer sus empresas más competitivas.

Es cierto que muchas empresas están pasando por momentos muy delicados, pero hay un doble trabajo que realizar por parte de los responsables de Tecnologías de la Información: ayudar a salir de la crisis y preparar a sus empresas para ser más competitivas en los futuros tiempos mejores.

En este sentido, pocas tecnologías pueden ayudar tanto a cumplir esos objetivos. Como muestra de ello, el mercado de virtualización y cloud computing está cumpliendo las expectativas para 2011, y esto no es por casualidad, es  porque las empresas encuentran en este modelo un mayor rendimiento, productividad, eficiencia y una reducción de costes considerable.

Además la movilidad de los empleados y la utilización de distintos artefactos para realizar actividades profesionales (Tablets, PC’s,..) hace de la virtualización de escritorios un componente clave en las estrategias de cualquier organización.

Las organizaciones se apuntan al modelo cloud apoyándose en la virtualización de servidores y de puestos de trabajo, dando los pasos para crear sus propias clouds privadas estableciendo los puentes que, en función de sus necesidades, les permitirán trabajar con las clouds públicas en modelos híbridos acordes a las definiciones de volumen y calidad que el negocio de la empresa demande en cada momento, un camino de alta flexibilidad que conduce a un proceso de optimización permanente.

Cada una de nuestras empresas tiene un reto que superar en su propio mercado, y todos nosotros como país tenemos que mejorar nuestras capacidades competitivas. En nuestras manos tenemos un tecnología que nos ayuda a hacerlo, otras empresas de nuestros país, y del resto del mundo, ya lo están haciendo, en España no podemos perder ninguna oportunidad.

Todo lo anterior es fácilmente contrastable y en VMware nos hemos fijado como objetivo ayudar a nuestros clientes a aprovechar al máximo las oportunidades que les ofrece la tecnología de la virtualización y el cloud.


La virtualización del ADC, el camino hacia una estrategia TI más “green”

Gonzalo Oltra, director general de Radware para España y Portugal

Hoy en día los CIOs y los administradores de tecnología están en una constante lucha entre dos fuerzas muy opuestas. Por una parte, existe la necesidad de ampliar la infraestructura TI para apoyar un negocio en expansión; y por  otra parte, hay una falta de espacio en los centros de datos y es necesario reducir costes operacionales, como electricidad o refrigeración.

Cada vez es más imparable la expansión de una infraestructura tecnológica para apoyar nuevos negocios. Y en la actualidad, hay diferentes maneras de hacerlo, sin necesidad de tirar de hardware en el centro de datos. Una de las principales opciones que existen es la virtualización.

Mediante la virtualización del hardware del servidor, a través de tecnologías de proveedores como VMware, Citrix y Microsoft, el personal de TI puede consolidar 10, 15 o incluso 20 servidores físicos en un servidor que ejecuta varias instancias del servidor virtual  (máquinas virtuales). Al consolidar estos servidores, el personal de TI puede mejorar la utilización de sus servidores y liberar el suelo del centro de datos y espacio de rack. De esta manera,  se reducen los requisitos de refrigeración del centro de datos, haciendo así un negocio mucho más green.

La virtualización de servidores es lo primero que viene a la mente cuando se habla de virtualización dentro de un centro de datos, pero en este último año, también han empezado a surgir tecnologías de virtualización adicionales. Una de ellas es la virtualización del ADC (controlador de entrega de aplicaciones), gracias a la cual las organizaciones necesitan menos hardware ADC para soportar los requerimientos de la empresa; reducir los costes operativos del edificio, energía, refrigeración y piezas de repuesto. Por ejemplo, mediante la consolidación de seis dispositivos  tradicionales de ADC en uno sólo virtual, podemos ejecutar seis instancias virtuales, y las organizaciones pueden ahorrar hasta un 4200kWh de consumo de energía en  un proyecto de varios años.

Cuando se consideran las tecnologías de virtualización de ADC, las organizaciones deben tener en cuenta lo siguiente a la hora de elegir un proveedor:

  • Asegurarse de que el proveedor de ADC les proporciona varias opciones: ADCs como dispositivos virtuales (con software basado en ADC) que puede utilizarse en una infraestructura virtualizada; o bien ADCs que permiten la consolidación de múltiples ADCs a través de la virtualización.
  • Comprobar que la solución ADC  soporta capacidades de descarga del servidor, como encriptación/desencriptación SSL, para que cuando se descargue en el ADC, se produzca un ahorro en el consumo de energía.
  • Asegurarse de que la solución de virtualización del ADC está diseñada para permitir a las organizaciones consolidar sus dispositivos de hardware ADC sin comprometer su resistencia o el rendimiento de sus servicios ADC y eliminar los riesgos que implica esta consolidación.
  • Verificar el mecanismo de garantía de recursos  en la solución de virtualización de ADC,  para asegurarse de que cada instancia virtual se asigna dentro de un recurso específico para su funcionamiento. De esta forma, cada instancia virtual sólo puede utilizar los recursos para los que fue asignado, lo que resulta una garantía de rendimiento para cada caso. Así, eliminamos completamente el riesgo de posibles agotamientos de recursos, incluso en las situaciones más difíciles. Por ejemplo, si se produce una incidencia en uno de los vADC, no afectará al funcionamiento de otras instancias. Si un vADC está siendo utilizado a pleno rendimiento en el CPU, las vADC vecinas no resultarán afectadas, puesto que cada vADC está a asociado a uno o más procesadores virtuales que se controlan a nivel del CPU.
  • Asegurarse de que la solución de virtualización de  ADC se integra con el sistema de gestión virtual del centro de datos y que puede ser adaptado automáticamente para redirigir el tráfico correctamente cada vez que las máquinas virtuales se mueven hacia el centro de datos o a través de él. Esto, además permite el ahorro de costes de una manera dinámica, mueve las cargas de trabajo de la aplicación al conjunto de servidores y garantizando que el producto está en constante sincronización. Asimismo, verifique que los ADCs están totalmente integrados con el ecosistema del centro de datos virtual a través de la gestión del ADC o de una integración orquestada.  De esta manera, se debe proveer a todos los bloques e interfaces gestionadas un sistema de orquestación para la disposición, desmantelamiento, configuración y monitorización de los vADCs y los recursos de computación del centro de datos. Así, conseguiremos garantizar la agilidad del negocio y la máxima eficiencia en la gestión de una infraestructura de entrega de aplicaciones.  
  • Las organizaciones TI deben garantizar que a través de la consolidación del hardware de los ADCs, ellos adquieren un importante ahorro en refrigeración, potencia, etc. y, por tanto, un claro resultado respecto al ahorro de costes y ROI.



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