Uno de los hechos es que el mercado del software de integración está caracterizado por la competencia de muy pocos jugadores, lo que puede favorecer este crecimiento. Otra característica es que la nube tampoco parece infiltrarse mucho en este tipo de soluciones. Las compañías se encuentran con los problemas derivados de la dificultad de unificación y gestión conjunta de todos los sistemas y datos tecnológicos. En la actualidad, podría resultar muy complicado tener una visión global y unitaria de la actividad empresarial que informe sobre su rendimiento o sobre los procesos. Unos procesos que, por incompatibilidades tecnológicas no pueden hablar entre si. Ya sea en el mundo de los datos o en el de las aplicaciones son comunes a todas las empresas los problemas de conectividad e interacción.
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Las tendencias en la tecnología de software y la complejidad de los entornos de TI traen consigo una demanda creciente del mercado de consultoría TI y de la integración de sistemas. Todas las compañías se enfrentan a la misma situación: el mercado ha cambiado, la competencia es más fuerte, y la presión sobre los costes va en aumento. Con estas condiciones generales, las estructuras de TI también están cambiando. El mercado siempre se comporta de forma pragmática respondiendo, tarde o temprano, a la realidad, a la hora de resolver sus problemas.
Pero, a pesar de la estabilidad, la crisis también hace de las suyas en este mercado. Hay menos capacidad de inversión, aunque las necesidades que justifican la adquisición de una herramienta EAI siguen ahí e, incluso, se agudizan. Para paliar la situación, por ejemplo, Jordi Calvera, Director General de InterSystems “cree que uno de los beneficios de una plataforma de integración es que permite aprovechar la mayoría de las aplicaciones existentes y sustituir, únicamente, aquellas que ya no cumplen con las necesidades de la organización o han quedado obsoletas. De esta forma no es necesario renunciar a las ventajas de un sistema compacto e integrado, frente a planteamientos que pretenden reemplazar el sistema completo, algo que exige mucha mayor inversión en licencias e implantación. El desarrollo de “aplicaciones compuestas” de una forma sencilla, rápida, económica y eficiente permite definir y alcanzar objetivos realistas de integración de datos y funcionalidad de aplicaciones, aportando escalabilidad a los sistemas heredados. Todo ello se efectúa, además, sin alterar el buen uso que se estuviera haciendo ya de las aplicaciones históricas existentes en las compañías”. Por su parte, David Bericat, Solution Architect de Red Hat Iberia asegura que “Fundamentalmente, lo que nos estamos encontrando en nuestros clientes es una necesidad por parte de los Responsables de TI para dar soluciones casi inmediatas a los cambios que exige el negocio. Negocio demanda poder hacer muchas más cosas, con un menor tiempo de respuesta y un control mucho más preciso. Actualmente, no tener controlado en tiempo real lo que sucede en el negocio tiene un coste para las empresas. La situación económica hace que las empresas no puedan permitirse estas fugas.
Esta situación ya de por sí es un reto, pero además se une a que dicha respuesta ha de ser ejecutada con menos medios, ya que los presupuestos se han estrechado. Los departamentos de TI se ven obligados a hacer más con menos.
Por otro lado, también vemos una tendencia muy clara de querer innovar y crear nuevos servicios para sus clientes, pero intentando aprovechar toda la infraestructura, e incluso aplicaciones, existentes. La situación económica no permite nuevos y grandes proyectos faraónicos de renovación total. Es necesario aprovechar y optimizar las infraestructuras actuales para tener nuevos servicios, buscando la excelencia operativa. Por último también nos encontramos un entorno altamente cambiante y variable, en el que los clientes miran al futuro con intraquilidad y dudas, sin poder anticipar de forma precisa qué va a pasar mañana. En este sentido están mucho más atentos al ROI, a la flexibilidad, y en los casos en que se plantean proyectos a largo plazo. A no quedar atados a una tecnología o un proveedor específico por un largo periodo de tiempo”.
En definitiva, la recesión económica afecta a la capacidad de inversión de las empresas y organismos públicos. Pero al mismo tiempo, la necesidad de mejorar la eficiencia y la competitividad justifica la necesidad de mejora de los procesos de negocio y de las empresas y, por ende, la integración de los sistemas propios o de terceros. Conjugando estos dos aspectos, la consecuencia es que el mercado del software de integración se mantiene, y que los ciclos de venta de los proyectos se alargan, necesitando una justificación del retorno de la inversión muy clara
Modo SaaS
Uno de los modelos que está triunfando en la nueva cultura empresarial es el denominado SaaS o Software as a Service. Y es que, la capacidad de inversión de las empresas, entidades y organismos se ve restringida y optar por un modelo de pago por uso es una alternativa para quienes están convencidos de la necesidad de la herramienta. En este sentido, Manuel del Pino, responsable de Preventa de Information Builders Ibérica cree que “el SaaS está afectando a todos los entornos de ventas de licencias en general y por tanto también al software de integración, pero esto no hay que verlo como un problema, sino como una nueva forma de llevar las soluciones a los clientes. El SaaS siempre es beneficioso para que ciertos clientes puedan acceder a soluciones cuyo acceso por la vía de compra de licencias les puede ser inaccesible”. En esta misma línea se sitúa Víctor Carralero, director de WebSphere de IBM que considera que “las ventajas que aportan las soluciones SaaS (Software as a Service) a las empresas son muy numerosas. Podemos destacar, por ejemplo, APIs basados en estándares que se transportan por Internet, con una interfaz personal que es el browser y con una interfaz mecánica a través de Web Services. No obstante, debemos tener en cuenta que el tema de la seguridad es de máxima importancia, ya que requieren control de acceso, autentificación, autorización, auditorías, posibles amenazas a través de Internet, etc”.
Sin embargo no todos tienen visiones tan positivas con respecto a este modelo. Así por ejemplo, desde red Hat consideran que el éxito “depende un poco del tipo de negocio. Un modelo SaaS tradicional implica el pago por uso, normalmente en aplicaciones. Si una empresa necesita una o varias aplicaciones para llevar a cabo su negocio, desde luego que tiene sentido este modelo. Lo que se intenta con ello es pagar sólo por los usuarios y los servicios que realmente están utilizando estas aplicaciones. Si hablamos del mercado de integración entre aplicaciones o sistemas puro y duro, esto es algo más difícil de medir. Pero en un enfoque de Arquitectura Orientada a Servicios o SOA, el pago por uso puede llegar a ser fundamental. Los usuarios y las empresas ya no quieren licencias, prefieren pagar por lo que realmente utilizan. Actualmente hay que justificar muy detalladamente todo lo que gasta el departamento de TI. Por eso, siempre que tenga sentido, es un modelo más interesante”.
Por supuesto, también los hay que en este sentido se muestran al menos escépticos en el auge de este modelo. Tal es el caso de Enrique Martín, Technology Presales Director de Oracle quien afirma que la adquisición de licencias no se está viendo afectada por los modelos SaaS: “No hasta la fecha. Si hablamos de software de integración en modo SaaS, la cuota de mercado existente a día de hoy es ínfima. Respecto a la evolución futura, está por ver. Hay que tener en cuenta que el mercado de la integración cubre muchas áreas. La primera es la integración entre sistemas propios, y ahí el modelo SaaS no parece que tenga mucho sentido. Luego está la integración con terceros, y una vez más hay que diferenciar varios casos. Si se trata de integrar nuestros sistemas con los de otros, tampoco tiene mucho sentido. El nicho para este tipo de soluciones podría estar en la integración de soluciones SaaS que haya que integrar con terceras partes. Y aún así habría que estudiarlo con detalle (privacidad de datos, gestión del servicio, etc)”.
Por su parte David Shalaab Santos, Software Business Developer Manager en Arrow ECS cree que lo que sucede es que “Principalmente, los clientes están retrasando cualquier adquisición hasta tener clara la viabilidad de la misma, en estos momentos los departamentos de TI están viéndose obligados a hacer más cosas con menos presupuesto, y eso toca directamente sus recursos, a los cuales no puede derivar para liderar las acciones que realmente serían importantes de cara la futuro de la propia organización, digamos que se está anteponiendo lo urgente a lo importante, y ahí el modelo Saas está ayudando mucho, porque al final no implica que un cliente se tenga que embarcar en una implantación sino que desde el primer momento pueda empezar a sacar rendimiento a la solución, también es fundamental entender que los clientes no pueden incrementar sus costes fijos ya que no disponen de presupuesto para ello. El modelo Saas, es quizás un modelo más dirigido por el área financiera que por el propio área de TI, digamos un modelo financiero”.
Tendencias
La plataforma de integración está adquiriendo cada vez más relevancia en los sistemas de información de la empresa. Ya no solo nos conformamos con extraer y cargar información de diferentes fuentes sino que podemos aplicar procesos de análisis y calidad, crear estándares corporativos e incluso disponer de funcionalidades tan interesantes como la trazabilidad de la información (conocer todas las etapas por las que fluye la información, desde nuestros transaccionales hasta nuestras herramientas de B.I.)
Una tendencia parece que va a ser el Complex Event Processing. ¿En qué consiste? Básicamente en que se capturan datos, se procesan y luego se lanzan consultas contra ellos, a menudo desde silos de aplicaciones departamentales. Es necesario ejecutar ya esas consultas y pasar los datos obtenidos acerca de los procesos que modelan la experiencia del cliente, de principio a fin. Un ejemplo podría ser una aplicación de gestión de solicitudes de hipoteca, capaz de comprobar los riesgos de crédito del cliente, según las disposiciones reglamentarias y legislativas vigentes; al mismo tiempo debe ser capaz de provisionar los fondos necesarios, para tener un proceso más riguroso y auditado, y ejecutarse en tiempo real, mientras el solicitante está al teléfono. El volumen de datos aumentará llevándonos a la necesidad de más automatización, escalabilidad y fiabilidad de las plataformas de integración. Simultáneamente los datos incrementaran su complejidad: datos de vídeo, datos no estructurados, sensores, etc., generando una mayor exigencia en su capacidad de inserción y manejo. Ensemble ha demostrado su efectividad en estos entornos”.
Por otro lado, la información, adicionalmente, deberá poder ser compartida durante periodos de tiempo más largos. Por ejemplo, en genómica la visión longitudinal del historial de salud del paciente se extiende a toda su vida, la de sus hijos e incluso la de sus nietos, lo que representa un gran número de años. Durante esos años la institución, las aplicaciones y las plataformas TI requerirán cambiar. Por tanto, los procesos de integración deben lograr que los datos sean auto-descriptivos e independientes de las plataformas que los generaron y de las que los consumen. La integración debe ser cada vez más configurable y extensible, por parte del usuario. Esto se logra a través de los modelos publicación y suscripción.
Además, las soluciones de integración requieren ser plataformas integradas en sí mismas, con capacidad de integración de datos y, también, con motores de reglas, de transformación, orquestación y análisis de negocio, porque los problemas de integración suelen darse en el proceso (ontología y taxonomía), datos (con la necesidad de mediación) y los flujos de trabajo (que requieren de intervención humana).
El futuro de las plataformas de integración pasa por incluir la visión de negocio en la arquitectura TI lo que permitirá una comunicación efectiva entre negocio e tecnología, alineando objetivos y reduciendo los tiempos de desarrollo.
A modo de resumen podríamos decir que la tendencia en el mercado de la integración estará en la existencia de una plataforma completa que permita:
– Analizar y descubrir el estado de los datos
– Asegurar la calidad de la información
– La gestión, transformación y análisis de la información en tiempo real.
Esta plataforma deberá tener un repositorio común de metadatos, capaz de ser el hilo conductor y navegador de la información, tanto a nivel técnico como de negocio.
Pero hay más. Según afirma el director general de Intersystems, “el crecimiento en este mercado se deberá a la necesidad de proveer flexibilidad para responder a las cambiantes condiciones de los diversos mercados donde operan organizaciones y empresas. Dotar de una arquitectura SOA a la infraestructura de aplicaciones es una de las opciones que permite tener esta flexibilidad y, además, es un prerrequisito para el Cloud. SOA se ha convertido, definitivamente, en la corriente principal, con una amplia y creciente adopción en las grandes empresas e interés y adopción creciente por parte de las pymes. El software de integración requiere ser una Plataforma Integrada SOA, es decir, que incluya ESB (Enterprise Service BUS), Orquestación, gobernanza y BPM; pero, al mismo tiempo, debe permitir la incorporación incremental de cada uno de estos elementos”. Por su parte, el portavoz de Red Hat asegura que en su empresa “estamos viendo tres o cuatro puntos muy importantes, unidos bajo el mismo objetivo, el estar continuamente reinventando el negocio. Por un lado, la optimización y reusabilidad de las infraestructuras y aplicaciones actuales, muchas entre diferentes proveedores y tecnologías, es una tendencia clave en el mercado actual. Para ello existen algunos componentes importantes que facilitan esta integración, como son el uso de estándares de integración a través de patrones empresariales (EIPs), que evitan tener que reinventar la rueda cada vez que nos enfrentemos a problemas similares, incluso entre proyectos diferentes. A mayor reusabilidad, menor tiempo y coste, y mayor es el beneficio obtenido. En este sentido el Modelo de Composición de Servicios (SCA) será una tendencia a tener en cuenta. En lugar de crear servicios grandes y complejos, se trata de crear y reutilizar servicios más sencillos, e irlos combinando y ampliando para crear los servicios finales. Por otro lado, la economía global ha dado paso a entornos altamente distribuidos, con oficinas centrales y numerosas sucursales. La necesidad de compartir información entre todos los puntos está fomentando tendencias como la mensajería en tiempo real, temas de movilidad, siempre teniendo en cuenta conceptos de alta disponibilidad, etc. Por ejemplo, si disponemos de información útil para el negocio a las 10 de la mañana, lo que se quiere es poder actualizar esta información en el mismo momento sin tener que esperar a dentro de unas horas cuando estemos en el puesto de trabajo, para que la gente de negocio pueda tomar decisiones lo antes posible, o incluso que sean tomadas de forma automatizada e inteligente por nuestras aplicaciones. Esta es otra tendencia en la que Red Hat está apostando de forma muy fuerte, invirtiendo y fomentando la construcción de soluciones completas, multiproducto, donde se integran varias aplicaciones, composición de servicios, mensajería, etc. Aplicando una capa de inteligencia en base a procesos y reglas de negocio, para que nuestras aplicaciones y sistemas sean capaces de tomar decisiones de forma automática. Las ventajas competitivas que aporta este enfoque, pondrán a las empresas que lo utilicen en clara disposición de ganar la carrera a sus competidores. Por último, la última es la gran explosión del Big Data, la necesidad de explotar gran cantidad de información, de fuentes dispares, y poder usarla para tomar decisiones”.
Además hay que destacar el apartado de la movilidad y es que como se apunta en un estudio elaborado por IBM a más de 700 responsables tecnológicos de diversas organizaciones, tres cuartas partes de los encuestados revelaron que ya se encuentran adoptando una estrategia móvil, debido a que consideran que un lugar de trabajo flexible permite mejorar la productividad del empleado en un 20%. Además, afirmaron que reduce de forma considerable el coste del negocio, ya que disminuye la dependencia del correo electrónico, mejora la colaboración social y permite adoptar las tecnologías de la nube de una forma más eficaz para que se adapte a la movilidad de los trabajadores. Las soluciones de integración deben, por tanto, satisfacer de manera eficaz estas demandas y de forma conjunta.
Big Data
Algunos de los responsables entrevistados para la realización de este artículo señalaron al Big Data como una de las tendencias a tener en cuenta en este mercado. De hecho, todos los analistas, Gartner, IDC, hablan de la explosión exponencial de información. Cualquier aplicación, tanto existente como nueva, tienen que tener esto en cuenta. La tendencia actual es la de aprovechar toda la información disponible, guardarla y analizarla para tomar decisiones que marquen la diferencia en la evolución del negocio.
Por otro lado, la información ha evolucionado claramente hacia la existencia de diferentes tipos de información. Ya no sólo hablamos de datos estructurados, si no que hay una explosión de datos no estructurados, ficheros, video, música, PDFs y un montón de información noSQL y aplicaciones consumibles a través de servicios. Toda esta información puede ser explotada y utilizada para mejorar los procesos de negocio y la toma decisiones. En este sentido es importante señalar como apunta David Bericat, Solution Architect de Red Hat Iberia, que “un aspecto que se ha de tener en cuenta es que un aumento del volumen de datos a manejar por las aplicaciones puede tener un impacto directo en su rendimiento. En Red Hat, estamos muy atentos a estos problemas para proporcionar soluciones adaptadas y capaces de resolver los problemas asociados al big data, como por ejemplo cachés distribuidas en memoria que aseguran la escalabilidad de la solución, entre otras”.
Desde la compañía Informática se apunta además que “Hasta hace muy poco, las empresas estaban limitadas por los costes de almacenamiento y procesamiento de los datos. Hoy el único límite es nuestra imaginación. La utilización de más cantidad de datos y de mayor variedad nos permite llevar a cabo acciones imposibles hace unos años, como por ejemplo desviar en tiempo real una flota de transporte en función de cambios en las condiciones meteorológicas, o analizar los sentimientos de nuestros clientes a partir de comentarios en redes sociales, o incluso implementar terapias médicas específicas en base a datos del genoma. Sorprendentemente muchas compañías están aún a la espera de ver los resultados de los demás antes de abrazar de lleno al Big Data y cada día que pasa su competencia les gana un poco más la partida. La espera puede deberse a la escasez y al coste de profesionales con los conocimientos necesarios para la programación de proyectos de Big Data. Informatica, gracias a la máquina de datos virtual Vibe, elimina estas barreras permitiendo a los desarrolladores de integración de datos tradicional automatizar el proceso de preparación de los datos y desplegar nuevas tecnologías como Hadoop sin necesidad de escribir código. De este modo se alcanza una productividad hasta cinco veces superior a la de programadores especializados en Hadoop que trabajan con codificación manual”. Por su parte, Enrique Martín, Technology Presales Director de Oracle Ibérica destaca que “Big Data se encuentra en la parte alta de las expectativas del mercado, y ahora toca aterrizarlo. Poco a poco se van viendo proyectos reales, pero normalmente no van orientados a la integración sino a temas más cercanos de negocio como detección de fraude o análisis de sentimiento. Si hablamos de Big Data e integración, la utilidad está en utilizar Big Data como un motor de transformación de datos, más que como una plataforma de integración. De hecho, Big Data añade requisitos a la necesidad de disponer de una plataforma de integración”.
La pujanza de Big Data, los cada vez más frecuentes despliegues en la nube y la necesidad de trabajar con datos e informes de inteligencia de negocio en tiempo real están provocando un completo replanteamiento de las soluciones de integración de datos. Una empresa típica seguramente tiene que lidiar con enormes cantidades de datos albergados en sus sistemas internos y que no siempre facilitan los proyectos de integración. Por eso es recomendable una mirada estratégica sobre la integración de datos, más allá de las necesidades puntuales en un momento dado.
IDC ha señalado repetidamente una de las raíces del problema: las organizaciones han acelerado su transición hacia los entornos elásticos y de alta escalabilidad, lo que ha provocado que el movimiento dinámico de los datos en las tareas de sincronización o replicación de las bases de datos sea hoy más importante que nunca. La necesidad de datos en tiempo real refleja asimismo un cambio en la forma de ver y utilizar los datos integrados. Contagiados por el espíritu social e inmediato que impregna hoy nuestro día a día, los usuarios de negocio desean también hallar las respuestas a sus preguntas al instante. Se reclama una visión de lo que está haciendo la empresa en ese mismo momento, no lo que hacía ayer o el mes pasado. La inteligencia de negocio va hoy más allá de la planificación a largo plazo, abarcando también todas las decisiones tácticas que se toman en el día a día. Por eso son tan importantes los datos actualizados al minuto. Todo esto puede resumirse en una necesidad urgente: integrar los datos procedentes de entornos heterogéneos. Para ello, la solución de integración que elija la empresa debe ser capaz de mover los datos entre sistemas dispares, vengan de donde vengan, y transformarlos en información útil y en función de las necesidades que tenga el negocio en ese momento. El enfoque revolucionario de Oracle en este ámbito se basa en que elimina el coste de un servidor intermedio de procesamiento: se extraen los datos del sistema fuente, se cargan en el sistema objetivo y, finalmente, se transforman. De este modo, se aprovecha al máximo la potencia de computación de la base o almacén de datos. Y sin descuidar la consistencia de los datos en los procesos de actualización, clave para garantizar una toma de decisiones fiable.
¿Saben las empresas lo que necesitan?
Las empresas están midiendo mucho sus pasos. En un entorno de bonanza económica, aunque no debería ser así, el control con el que se ejecutan los proyectos puede llegar a ser de forma más relajada, sin un control tan exhaustivo. Pero hoy en día las inversiones se miran 100% al detalle. Así que lo que se encuentran los fabricantes mayoritariamente es, aplicando un enfoque pragmático, una fuerte necesidad de innovar. Recientemente habido muchos casos de empresas que eran líderes en sus sectores y que en cierto sentido se han dormido en los laureles, con consecuencias catastróficas. No han sabido o querido innovar y seguir mejorando, pensando que manteniendo la fórmula que les llevó al éxito era suficiente, y que se han visto superadas por sus competidores. Por eso, la demanda actual pasa por la innovación, con soluciones creativas para hacer más por menos, siempre aplicando un control exhaustivo de sus procesos de negocio y operativa diaria. Pero, como aseguran desde red Hat, “lamentablemente dicha innovación a día de hoy se ve un poco compretida, teniendo que haber una justificación de la inversión clara. Las empresas están siendo mayoritariamente muy pragmáticas y, a no ser que tengan que responder a una necesidad real y que quieran conseguir algo específico y concreto, es dificil que se lancen a realizar un proyecto en el que no esté clara para el negocio la ganancia a recibir. Debido a esto, las empresas que puedan permitirse y estén dispuesta a asumir la inversión en estos procesos de innovación, transformación y modernización de sus negocios e infraestructuras de integración y aplicaciones, con planes a medio y largo plazo, son las que están ya cogiendo la delantera y van a marcar la diferencia en el mercado en los próximos años”.
Por su parte el portavoz de Arrow asegura que “En el mundo de TI lo que se necesita no siempre corresponde con lo que se puede hacer, es importantísimo entender a cada cliente de forma individual y la labor de la consultoría es vital para definir con exactitud lo que se debe de abordar y en los plazos adecuados, sin esa fase, la implementación suele acabar en caos, porque el éxito, es saber hasta dónde se puede llegar y que herramientas son las necesarias, tener la visión horizontal del mercado de Software es imprescindible y más con la capacidad de integración entre lo que el cliente ya tiene y los modelos de implementación”.
Cloud Computing
La puesta en marcha del concepto Cloud Computing por sí mismo, no debe afectar a estas herramientas absolutamente en nada. Se trata de un nuevo modelo de negocio que utiliza la red para la prestación de servicios de uso de aplicaciones en remoto. Cloud Computing debe requerir, por ejemplo, niveles altos de identificación de usuarios, protección de datos, seguridad transaccional, alta disponibilidad y un rendimiento adecuado para no ser rechazado por el usuario. Pero todos estos factores son, igualmente, requerimientos “de facto” en todas las soluciones empresariales, Cloud Computing o no, que requiriendo cumplir criterios de interoperabilidad se implementen sobre plataformas de integración. El modelo de cloud computing es ahora mismo una opción de tecnología viable que puede mejorar los resultados finales de la empresa: les permite centrarse en su negocio principal, reaccionar más rápido a las condiciones del mercado, ganar acceso a las últimas tecnologías, e incrementar su capacidad para ser más flexibles. Y lo que es más importante, esta nueva tecnología puede suponer unos ahorros de costes de un 20% en inversiones en recursos tecnológicos. Y al final, con el modelo cloud se obtienen las mismas ventajas en cuanto a disponibilidad y calidad de la información de la empresa, a la vez que se reducen los costes de infraestructuras en TI. EPero Cloud pasa por SOA, al menos si nos atenemos a los que explica el director general de Intersystems: “SOA está en la base de los servicios Cloud, soporta las soluciones cloud computing con una plataforma que tiene la virtud de interconectar silos de aplicaciones web en un gran Data Center. Sin soluciones de integración completas que permitan la adopción de arquitecturas SOA no sería posible hablar del Cloud. Por otro lado la necesidad de tener que suministrar las plataformas de integración en modelos diversos aumenta la necesidad de mejores tecnologías para la gobernanza e impone una convergencia en los requerimientos de integración de datos y aplicaciones, lo que implica que las organizaciones deben seguir invirtiendo en tecnologías de integración de aplicaciones”.
Por su parte, el portavoz de Red Hat asegura que “cloud lo que permite es tener una mayor y mejor precisión en cuanto al diseño de mis aplicaciones e infraestructuras que las soporten. Nos permite ser flexibles y agiles, con un modelo mucho más dinámico. De lo que se trata es de obtener la máxima escalabilidad según el comportamiento de los clientes y usuarios finales, utilizando soluciones basadas en una cloud híbrida abierta, que permiten tener el core de las aplicaciones en casa y aumentar o reducir mis necesidades cuando el negocio lo requiere. El modelo de cloud permite ahorrar costes, optimizar, y afinar mejor donde invertir y qué utilizar”.
Finalmente Víctor Carralero, director de WebSphere de IBM afirma que “la nube forma parte de las cuatro tendencias tecnológicas que están marcando la realidad empresarial en la actualidad, junto con la colaboración social, la movilidad y la gestión de grandes volúmenes de información. Por ello, las organizaciones necesitan contar con soluciones que les ofrezcan capacidades inteligentes y de colaboración con las tecnologías cloud computing, pero también con los dispositivos móviles y las aplicaciones sociales corporativas.
La gestión del cloud
Enrique Martín, director de preventa de Tecnología, Oracle Ibérica
Las empresas de todo el mundo están sufriendo una transformación de sus programas de negocio para reorganizar sus procesos e incrementar la productividad, y como parte de ese cambio nadie piensa ya en aplicaciones independientes para cubrir ésta o aquélla necesidad. Buscar la mejor en cada caso, sí; quizá utilizar diferentes proveedores, también; pero asegurarse de que podrán trabajar juntas es, hoy día, fundamental. La utilización de la nube, ya un hecho, se ve especialmente afectada por esta filosofía: de nada sirve virtualizar aplicaciones, infraestructuras o incluso bases de datos, si no nos aseguramos de que podemos gestionarlas de manera integrada.
Al adoptar la tecnología cloud, las organizaciones buscan tecnologías que transformen el negocio y mejoren su agilidad y eficiencia operacional en general. En suma: esperan una serie de características como self-service on demand, pool de recursos, elasticidad, servicios medibles y modelos de servicios. Y todo ello respaldado por mecanismos fiables y seguros para gestionarla y monitorizar sus resultados. La nube debe ser Completa, Unificada y Automatizada, cubrir las diferentes fases de negocio y, por supuesto, adaptarse a las necesidades concretas de cada organización. Por todo ello, en Oracle estamos convencidos de que la gestión de la nube debe ser abordada desde una perspectiva de gestión de recursos integrada.
Software as a Service ha dejado de ser una rompedora novedad, y se ve ahora complementado por otras aplicaciones de autoservicio, por supuesto dentro del concepto Cloud, como el IaaS (Infraestructuras), DBaaS (Bases de Datos) o PaaS (Plataformas). El Enterprise Manager 12c de Oracle, por ejemplo, ofrece funcionalidades que abarcan el ciclo de vida completo de la nube, y cubren todos los tipos de servicios que pueden ofrecerse.
Gracias a Enterprise Manager 12c los clientes pueden mejorar la calidad y rendimiento de las aplicaciones, ahorrar tiempo con una arquitectura de máxima disponibilidad y gestión del almacenamiento, y simplificar la consolidación de la base de datos al gestionar cientos de bases de datos como una sola, entre otras ventajas. La integración les ofrece, de este modo, un mayor control sobre su entorno, y por tanto, sobre su propia eficiencia y sobre sus costes.
Para concluir podemos decir que las tecnologías de la información deben pasar de ser un recurso reactivo (las busco cuando las necesito) a ser proactivas y predictivas, y la nube es el camino natural para conseguirlo. La gran baza de Oracle está en que, realmente, cumple la promesa del Cloud, ofreciendo todo el rango de software y sistemas para construir y operar una nube empresarial diferenciadora
Factores clave en la elección de la plataforma de integración
Por: José-Tomás Salvador, Sales Engineer Manager InterSystems Iberia
En el ámbito sanitario el resultado de una decisión de vida o muerte puede depender de la información disponible. Para ayudar a proporcionar la información adecuada, cuando y donde se necesita, las organizaciones de salud han usado tradicionalmente motores HL7 para compartir datos entre aplicaciones clínicas.
Pero el mundo de las TI cambia tan rápidamente que los motores de interfaz HL7 ya no son suficientes. La información se comparte entre múltiples usuarios y organizaciones, los profesionales necesitan más datos y acceder a ellos rápidamente para mejorar la calidad asistencial y controlar costes. A ello se suma la necesidad de analizar en tiempo real los flujos de información entre las distintas aplicaciones de la organización.
Estas necesidades están siendo satisfechas por una nueva clase de plataforma de integración que permite diseñar entornos de Sanidad Conectada y hace posible la interoperabilidad de sistemas, desde la UCI hasta Finanzas, desde el director médico hasta el gerente, abarcando a toda la comunidad clínica y asistencial. Cuando se habla de integración de aplicaciones, sobre todo en entornos complejos, es especialmente importante aplicar los criterios adecuados en la elección de una plataforma que debe conectar, sin problemas, personas, procesos y aplicaciones de la organización.
Uno de esos criterios o factores principales es la fiabilidad. La capacidad de una solución para minimizar el tiempo de inactividad durante la recuperación automática de fallos de hardware, sin pérdida o corrupción de datos, no es una opción. Su rendimiento debe garantizarse de forma absoluta, en entornos complejos o sencillos, de forma que los datos críticos estén disponibles en el punto de atención y en el momento en que son necesarios. El retraso o no entrega de mensajes y la pérdida de datos se evitan cuando la propia plataforma cuenta con una BBDD de alto rendimiento embebida. Un buen ejemplo fue la disponibilidad de la información sanitaria del centro de datos de Santiago de Chile, en el terremoto de 2010, cuya magnitud alcanzó los 8,3 (escala de Richter) y provocó un apagón que afectó al 93% de la población.
La escalabilidad es otro factor esencial. El aumento en el número de dispositivos conectados y el crecimiento de las organizaciones provocan un importante aumento del tráfico de mensajería que el sistema debe soportar. Es crucial que la plataforma seleccionada utilice los recursos eficientemente, proporcionando una escalabilidad económicamente rentable.
Desarrollar un entorno conectado en una gran organización es más complejo que desarrollar interfaces. Así, la facilidad para el desarrollo constituye sin duda el tercer factor a tener en cuenta. Es esencial disponer de un entorno de desarrollo único y consistente; poder crear interfaces que soporten distintos protocolos y estándares (X12, HL7, ASTM, SWIFT, etc.) sin necesidad de programar; permitir que el usuario experto amplíe las funcionalidades del sistema sin tener que recurrir a un entorno externo de desarrollo; contar con herramientas gráficas para modelar los procesos de negocio y la orquestación, reglas de negocio, flujos de trabajo y transformación de datos; por último, hacer uso de un potente motor de reglas de enrutamiento de mensajería.
Otro factor crítico en la elección será la facilidad de gestión que permita reducir el tiempo empleado en diagnosticar y resolver problemas operacionales, llevando a un ahorro muy considerable en costes. En el contexto que tomamos como ejemplo, la Sanidad Conectada, las soluciones pueden ser muy difíciles de gestionar porque vinculan componentes de aplicaciones dispares que abarcan plataformas, tecnologías y Sistemas Operativos distintos. Una plataforma de integración debe proporcionar un portal único y consistente, para monitorizar y gestionar todos los componentes de la solución.
Sus características idóneas incluyen paneles de monitorización del sistema; alertas automatizadas vía email u otros medios; capacidad para parar, arrancar y actualizar interfaces específicos en caliente; y trazado de cualquier mensaje del sistema, para comprobar cómo se transforma y detectar cualquier error asociado.
Pensando en el futuro, toda organización necesitará intercambiar información con cada vez más colectivos profesionales: clínicas externas, laboratorios, agencias gubernamentales, compañías aseguradoras, proveedores, etc. La necesidad de integrar procesos de negocio con terceros aumentará en paralelo a la necesidad de eficiencia y de control de costes.
Para obtener mejor visión y maximizar el rendimiento de nuestra organización, es crucial poder analizar en tiempo real la información procedente de, potencialmente, cientos de aplicaciones. Una plataforma de integración, con una BBDD embebida, capaz de soportar todo el tráfico de mensajería, opera como corazón del sistema y se convierte en la fuente idónea de datos para este análisis. Los datos antiguos, almacenados en data warehouses, no permiten tomar el pulso a las organizaciones actuales, que necesitan información en tiempo real.
Por último, una plataforma debe asegurar la innovación y permitir que la organización incorpore nuevas funcionalidades sin perder las antiguas. La plataforma que elijamos ha de responder a los cambios organizacionales y los requerimientos del negocio, tras su elección y durante los siguientes diez años o más.