El impacto de la nube en las empresas está haciendo que los CPDs se encuentren en plena expansión. Cada vez se almacenan menos datos en instalaciones propias. Ahora los datos se encuentran externalizados. Por Manuel Navarro Ruiz
Los centros de datos están experimentando un vertiginoso crecimiento. Ello se debe a que el número de datos crece exponencialmente y, obviamente, se necesita algún sitio físico en el que almacenarlos. La diferencia con respecto a no hace muchos años se encuentra en que buena parte de esa información ya no se encuentra en las máquinas de las propias empresas, sino que se hayan en servidores que en muchos casos no se sabe a ciencia cierta dónde se sitúan. El crecimiento de los datos seguirá produciéndose, así que es necesario preguntarse hacia dónde van los CPDs.
Las estrategias referentes a los centros de datos están centradas en la evolución hacia una infraestructura más inteligente. Durante años, los centros de datos han experimentado una proliferación de servidores, un crecimiento desmesurado de las necesidades de almacenamiento por el aumento del volumen de información que manejan las empresas, y la creación de distintas redes de comunicaciones. Esto ha tenido como resultado una gran dificultad para gestionar el entorno, así como la creación de componentes de infraestructura aislados y una escasa flexibilidad para poder dar respuesta a las cambiantes necesidades del negocio. El problema, de todas formas está relacionado con las estrategias empresariales. En este aspecto, Isabel Zárate, Directora de Systems x y PureFlex de IBM España considera importante que “en lugar de simplemente ayudar a reducir costes, las tecnologías de la información deben estar estrechamente vinculadas con la estrategia empresarial, lo que requiere una infraestructura eficiente, flexible y resistente. Los centros de datos deben evolucionar hacia nuevas arquitecturas que ofrezcan una mayor escalabilidad y una capacidad de respuesta dinámica. Todo ello, sin olvidar que han de garantizar la mayor eficiencia energética. Como ejemplo de hacia dónde están evolucionando los centros de datos, IBM anunció la ampliación de su familia Flex Systems, con nuevos sistemas que combinan la última tecnología en cómputo junto a nuevas herramientas de virtualización, conexión de redes y gestión, que permiten a los clientes consolidar sus infraestructuras tecnológicas y reducir costes operativos. Esto hace posible que utilicen sus centros de datos para desplegar, gestionar y hacer más seguros de forma más rápida entornos cloud cada vez mayores”.
En realidad, hoy en día las organizaciones tienen que hacer que los entornos de sus centros de datos cambien para seguir siendo competitivas. Es importante entender que la red jugará un papel crítico a la hora de determinar el éxito o fracaso de este proceso. Para Miguel Ángel García Country Manager Iberia de Riverbed Technology “los centros de datos se vuelven más conscientes de la nube. El modelo ADC como servicio ofrece a las organizaciones una gran oportunidad de mejorar la gestión y automatización en el centro de datos, lo que permite una mejor utilización de los recursos y un entorno más dinámico y flexible, mientras reduce el coste y complejidad de la gestión de la propia infraestructura del centro de datos”. En este sentido, Ramón Santocildes, Director de Ventas para el Sur de Europa de Colt Technology Services, afirma: “Observamos que existe un incremento de demanda de grandes CPD. Las empresas se plantean movimientos de proveedor y migración de todos sus sistemas. Por tanto valores como la robustez, fiabilidad, eficiencia energética de nuestros datacentres son claves para estar bien posicionados en este mercado. Las capacidades que hemos desarrollado con nuestra tecnología FTEC de datacenters modulares nos permite además ser competitivos no solamente en la comercialización de DC existentes, sino también en la creación de nuevos datacentres. Es claro que existe una demanda creciente de más y más espacio de DC que podemos cubrir”.
Finalmente Enrique Rollan, Head of Computing Services & Solutions de T-Systems Iberia asegura que la evolución del CPD se situará en la eficiencia. En su opinión, “la evolución de los CPDs será el ser cada vez más eficientes. Los que trabajamos activamente desde hace años en este campo conocemos la fuerte cantidad de energía que consumen los centros de datos, lo que hace que los principales players estemos continuamente buscando la manera de mejorar y consolidar los CPDs para reducir espacio, mejorar las infraestructuras, controlar el gasto energético, disminuir costes y fomentar el ahorro tanto de nuestras compañías tecnológicas como de nuestros clientes”.
La realidad es que los nuevos paradigmas tecnológicos como el cloud o la movilidad están dando un protagonismo al Data Center como nunca había tenido. Muchas de las aplicaciones que habitualmente utilizamos en nuestro trabajo o como usuarios están soportadas en grandes CPDs. Y esta tendencia parece que va a seguir desarrollandose en los proximos años. En estos nuevos entornos de uso de la tecnología el CPD juega un papel más critico si cabe y la red que lo conecta con el mundo también.
Desde el punto de vista de la red, el principal reto que presenta el Datacenter actual es el cambio en los patrones de flujos de tráfico en relación con el tradicional modelo cliente-servidor. En los centros de datos actuales, altamente virtualizados y dinámicos, los flujos de tráfico están siempre cambiando, son transversales, según van cambiando las diferentes máquinas virtuales y elementos de almacenamiento. Gestionar el centro de datos, es decir, tener capacidad para solucionar incidencias de forma adecuada o manejar el tráfico exige disponer de visibilidad en tiempo real de todos los flujos de tráfico que entran y salen de CPD, que soporta hasta el 80% del tráfico total de la red corporativa. La visibilidad y control sobre aplicaciones va a ser un elemento imprescindible de cualquier solución de red que pretenda operar con éxito en este entorno
Externalizar datos
La reducción de costes, de manera fundamental, está haciendo que muchas empresas estén apostando por almacenar sus datos en centros de datos que pertenecen a otras compañías asumiendo, de esta manera, determinados riesgos. Además en la actualidad, nos encontramos en un entorno empresarial que se encuentra en constante cambio, por lo que las organizaciones tienen que moverse rápidamente para adaptarse, aprovechar nuevas oportunidades y satisfacer nuevas demandas. Todo ello, con el objetivo de obtener una mayor productividad con costes más reducidos. De esta forma, a medida que se amplían las cargas de trabajo y los requisitos empresariales, las organizaciones deben compaginar sus recursos informáticos con sus necesidades actuales de negocio. Esto sólo es factible mediante el acceso total y flexible a las operaciones de los sistemas de información, con el objetivo de que puedan adaptarse a los cambios y a la vez mantener ventaja competitiva.
Mediante la externalización de los centros de datos, ya sea total o parcialmente, las empresas pueden obtener servicios rápidos, fiables y altamente seguros, adaptándose a las necesidades del mercado, de forma que las organizaciones no tengan que asumir costes adicionales en hardware y software. Además, les ayuda a reducir el riesgo de caer en la obsolescencia tecnológica y a minimizar una mayor inversión de capital. Alejandro Solana, director técnico de VMware Iberia, asegura que “la ubicación transparente de los servicios se está convirtiendo en una necesidad para las organizaciones y los departamentos de TI que han de responder cada vez con mayor agilidad a los requerimientos de los departamentos de negocio, esto unido en muchos casos a la impredictibilidad de las cargas y a los presupuestos ajustados está incrementando y acelerando, no ya la externalización, sino la implantación de modelos cloud en sus distintas variantes (Privado, Público o Híbrido), que posibilitan una gestión más dinámica, automatizada y ágil de las necesidades de negocio, permitiendo una mayor visibilidad y control para decidir (casi de manera automática) dónde es más efectivo y rentable ejecutar las cargas, sin que su ubicación condicione en ningún caso la calidad de servicio”. Y es que, la complejidad que las infraestructuras tecnológicas de grandes empresas, y en particular sus centros de proceso de datos alcanzado en los últimos años, ha llevado a sus responsables a plantearse la necesidad de encontrar nuevas fórmulas que les permitan mejorar su eficacia, reducir su complejidad y aumentar la flexibilidad y rapidez en el despliegue de nuevos servicios, así como un ahorre de costes. Nuevas tendencias tecnológicas como la virtualización, y la reducción del número, tamaño, consumo y espacio son las primicias necesarias de las compañías para incrementar su competitividad y la rapidez en el despliegue de nuevos servicios.
Para Robert Assink, Director General de Interxion España, “La externalización del CPD supone que las organizaciones alojen sus “bienes” tecnológicos en lugares especializados. Al alojarlo en un tercero, las compañías además de focalizarse en su negocio, pueden conseguir ahorros en costes, seguridad, flexibilidad y la mejor conectividad. El CPD externo ofrece un servicio especializado, con alta escalabilidad en función del negocio, se optimizan los gastos operativos, los costes están controlados, no es necesario acometer inversiones, se cuenta con personal cualificado y la adopción de nuevas tecnologías es más fácil. Ahora, es necesario distinguir los diferentes modelos de CPD externos que hay. Nosotros defendemos un modelo neutral ante un modelo cautivo donde el proveedor es juez y parte. Con esa neutralidad el cliente tiene acceso a la más amplia oferta en conectividad pues el cliente elige el proveedor que más le interesa para su negocio, cuenta con libertad para elegir al integrador de sistemas o fabricante de HW/SW que en cada momento se adapte a sus necesidades sin necesidad de tener que mover o cambiar los sistemas. En definitiva, el modelo de CPD neutral permite que sea el cliente el que elija, no el proveedor”.
Las ventajas en principio de externalizar son en principio varias: menor control de los sistemas, menor inversión en seguridad y personal, reducción de costes, y redcción de los riesgos. En este sentido José Carlos García, Responsable Técnico de Enterasys, cree que “los beneficios dependen de muchos factores. NO hay dos datacenters iguales y cada empresa tiene unas necesidades específicas en cuanto gestión y almacenamiento de datos. En general contar con un datacenter externo aporta ubicuidad: capacidad para acceder a mis datos y aplicaciones corporativas desde cualquier lugar y en cualquier momento. También puede optimizar la gestión de las TI al aprovechar las economías de escala que genera un proveedor de datacenter masivo, y así reducir costes de gestión y mantenimiento de un datacenter propio y dedicado”. Lo que está claro es que si las empresas apuestan más por dejar sus datos en centros de datos externos es porque tiene más ventajas que desventajas. Al menos así lo cree el portavoz de Colt que cree que “efectivamente esto sucede porque existen muchas ventajas. La complejidad de preparar y mantener la infraestructura, la seguridad, la alta disponibilidad, el cumplimiento normativo y certificaciones de todo ello. Es un trabajo y una inversión en las que no cualquier empresa desea o puede entrar. El disponer de un partner que tiene la especialización y know how adecuados hace que las empresas puedan poner verdadero foco en su negocio, en desarrollar sus proyectos IT y en sacar el mayor partido posible. Como mencionábamos antes a día de hoy cada vez más los CIO tienen claro en este mercado ya maduro que su valor está en pensar en el negocio y sacar partido a su IT, no en la infraestructura que lo soporta”.
Reticencias
A pesar de que el alojamiento de datos de forma externa está creciendo aún sigue existiendo reticencias. Incluso aquellas que tienen alojados en un CPD externo cierta información hay otra que no soltarían de sus sistemas bajo ningún concepto. David Cuesta, director comercial y marketing NTT Europe afirma que “los principales inhibidores que encuentran los CIOs a la hora de abordar un proyecto de outsourcing de TI radican en la percepción de pérdida de control y la seguridad. Centrándonos en el primero de los factores, la infraestructura, aplicaciones e instalaciones dejan de estar gestionadas por la empresa y pasan a ser mantenidas por el proveedor de servicios. Sin embargo, esa preocupación queda mitigada por la experiencia que aporta el proveedor y por la existencia de un modelo de relación entre ambas compañías basado en acuerdos de nivel de servicio a distintos niveles que permite al cliente estar en todo momento al frente de la estrategia a seguir y el que tome, en última instancia, las decisiones sobre priorización de objetivos.
Uno de los problemas se encuentra, como afirman desde la multinacional NetApp, en que para muchas organizaciones, el tema de la clasificación de la carga de trabajo sigue siendo una cuestión difícil, y la posición por defecto es que sea bajo demanda. Pero incluso si las cargas de trabajo se entienden completamente en términos de riesgo, costes y valor, la capacidad para moverlas será el “obstáculo” de las tecnologías actuales. Pero la realidad es que a pesar de los obstáculos lo cierto es que “cada vez las reticencias que tienen los clientes son menores ya que la constante evolución de los CPDs les ha hecho más seguros y eficientes. El gran desarrollo de herramientas e infraestructuras de seguridad ha aumentado la confianza de empresas y profesionales en la externalización de este tipo de servicios y parece que va a ser un sector con un crecimiento elevado durante los próximos años. De todos modos, las principales reticencias siguen siendo las relacionadas con la seguridad de los datos almacenados y el cumplimiento de las diferentes leyes relacionadas con la privacidad”, afirma Jesús Martínez, Responsable de comunicación STRATO España. Sin embargo hay que prestar especial atención pues como asegura el portavoz de T-Systems, “La externalización de los datos será positiva sólo si se elige al partner tecnológico adecuado y mantiene el control en su totalidad de la forma correcta. Las principales reticencias en cuanto a su adopción radican en el desconocimiento de sus ventajas, la creencia de que externalizar vulnera la seguridad de la compañía y sus datos más confidenciales y la falta de control directo. Sin embargo, desconocen el ahorro económico que ello supone y la tranquilidad que provoca el saber que sus datos están en manos del socio tecnológico adecuado”.
Para quién
Evidentemente no es lo mismo una gran multinacional que una PYME. En este último caso muchas de ellas están alojando datos en servidores externos pero ni siquiera lo saben. Pero, ¿cuáles son las empresas que deberían alojar los datos en un CPD externo? Cada empresa tiene unas necesidades específicas en cuanto a necesidades de CPD. Hay empresas de muchos tamaños. Las hay que hacen un uso intensivo de servidores de aplicaciones y menos de medios de almacenamiento y otras que es justo lo contrario, que manejan grandes repositorios de datos utilizados por unas pocas aplicaciones. Por otro lado, la externalización del CPD no tiene por qué plantearse como un todo o nada. Se puede analizar las necesidades concretas y que parte de los servicios o aplicaciones de TI se pueden externalizar y que otras no. En general cualquier empresa se puede beneficiar de este modelo TIC, puesto que ayuda a optimizar la operación y a reducir costes. La clave, como en otros modelos de externalización, está en dar con el mix adecuado. Sin embargo los tiempos han cambiado. Como afirma el portavoz de Interxion, “al principio, las empresas tecnológicas eran las más propensas a utilizar CPD externos. Hoy en día cualquier empresa, sin importar sector o tamaño, puede alojar sus equipos en un CPD externo y profesional. Mantienen su control sobre sus activos TI, consigue reducir costes y una mayor oferta en conectividad. En estos momentos, las empresas que ofrecen servicios Cloud son las que mayor demanda generan. Necesitan un espacio técnicamente avanzado desde donde operar, con acceso a la mejor conectividad para ofrecer a sus clientes la menor latencia, lo que se traduce en una mejora de la experiencia de usuario”. O como dice el portavoz de Colt, “cualquier empresa en la que su negocio dependa en un alto porcentaje de sus sistemas TI debe plantearse la posibilidad y evaluar la posibilidad. Normalmente toda empresa ha empezado desplegando su propia infraestructura hasta que llega un momento en el que se produce un punto de inflexión en la infraestrucutra. Un momento en el que debe acometerse una inversión o un cambio operativo en el departamento IT para continuar creciendo, proporcionando un buen servicio y a la vez controlar los riesgos.
También vivimos una época de reestructuración de compañías que buscan hacerse más competitivas y así aguantar la presión del mercado. Siempre resulta un buena práctica pensar qué tareas/infraestructura puede uno delegar para focalizar sus recursos, siempre escasos, en lo que es importante para el negocio. Y por supuesto estudiar cuidadosamente el caso de negocio para obtener el retorno necesario”.
Gracias al Cloud
La explosión de los servicios Cloud ha aumentado la demanda de centros de datos con modelo neutral, aquellos que ofrecen múltiple conectividad. Sólo este modelo neutral facilita a los proveedores Cloud la mejor opción para poder conectar su plataforma Cloud al mundo. El rendimiento de los servicios cloud viene determinado por la infraestructura que soporta la nube, por la conectividad, el ancho de banda y la latencia. Pero como asegura Alejandro Solana, director técnico de VMware Iberia, “El Cloud Computing no es un destino, es realmente un modelo que permite aumentar la agilidad, hacer un uso más eficiente de la infraestructura (reduciendo costes) de acuerdo a las necesidades más puntuales de una organización. Al tratarse de un modelo que permite plantear las Tecnologías de Información como un servicio y proporcionar una gestión automatizada con pago por uso o showback, se proporciona una visibilidad mucho más detallada sobre el uso real del presupuesto TI, permitiendo liberar partidas presupuestarias dedicadas inicialmente al mantenimiento y poderlas dedicar a nuevas áreas de innovación. Todo ello contribuye a que las empresas puedan ajustar las inversiones en infraestructura así como sus costes operativos de manera mucho más efectiva, a la vez que se responde de manera más ágil y flexible a las solicitudes de negocio”. “Cloud computing ya se ha asentado como una sólida alternativa que, aunque seguirá coexistiendo con los modelos tecnológicos ya existentes, resulta especialmente indicada para aquellas empresas que necesitan atender una demanda que se presente de forma no previsible. Todo ello, a través de la prestación o el acceso a servicios estandarizados que son consumidos de forma instantánea en un modelo de pago por consumo. En este sentido, y en lo que respecta a tecnologías en la “nube”, la propuesta de IBM es única por diversas razones. En primer lugar, por la amplitud de la misma, que cubre todos y cada uno de los segmentos de este mercado y que es capaz de ofrecer desde servicios de nube pública a las soluciones de cloud privada, pasando por componentes de hardware, software y servicios para construir entornos cloud”, afirma Isabel Zárate, Directora de Systems x y PureFlex de IBM España.
Finalmente Miguel Ángel García Country Manager Iberia de Riverbed Technology asegura que “La llegada de cloud computing ofrece a los clientes una gama de nuevas opciones a la hora de diseñar la arquitectura de TI para conseguir la mejor mezcla de rendimiento, disponibilidad, coste y control. Los entornos de centro de datos se están transformando rápidamente para convertirse en entornos cloud basados en software altamente virtualizado. Algunos fabricantes se refieren a eso como centros de datos definidos por software. A medida que más funcionalidad física se traduce en capacidad virtual, las organizaciones pueden entregar dichos servicios de forma más dinámica, cuando y donde se necesitan. La virtualización conlleva una gran promesa en cuanto a flexibilidad, ahorros, seguridad. Y todavía más importante, permite a la infraestructura de TI adaptarse dinámicamente a las necesidades de las aplicaciones. Este valor conlleva un coste bajo forma de mayor complejidad de Red y Operaciones de TI. Las empresas que despliegan nubes privadas todavía hoy se enfrentan a limitaciones tecnológicas y operativas debido a sus anticuadas infraestructuras de entrega de aplicaciones estáticas. Representan un cuello de botella en los centros de datos virtualizados y entornos cloud, obstaculizando la capacidad del departamento de TI para organizar y gestionar sus servicios de entrega de aplicaciones.
Seguridad
Cuando se habla de seguridad, básicamente, las empresas, lo primero que piensan es a quién le dejan sus datos y qué se va a hacer con ellos. Casos como el escándalo Snowden hacen que muchas empresas tengan reticencias sobre los datos. Pero la seguridad no sólo es proteger los datos, sino también proteger el edicficio en el que se encuentran las máquinas, así como las propias máquinas. En este sentido, el portavoz de Colt afirma que “la parte de seguridad física, antiincencios, disponiblilidad, refrigeración, normas y procedimientos, es algo que podemos considerar resuelto en proveedores como nosotros. La cuestión está más en la seguridad de los propios sistemas IT del cliente. Se puede asesorar a los clientes en esta parte y ayudarles a mejorar la seguridad, no es tan importante la ubicación física, sino como gestionan sus datos (políticas de seguridad, cumplimiento regulatorio, …)”.
Pero, ¿Cómo se gestiona la seguridad? Jorge Hormigos, senior sales engineer de Trend Micro afirmar que “Tenemos que considerar la evolución de los centros de datos para ser capaces de aplicar los adecuados procesos y soluciones de seguridad. Se ha evolucionado rápidamente al CPD virtual, que se apoya en infraestructuras internas de la compañía y cada vez es más común hacer uso de infraestructuras de terceros. Es necesario, por lo tanto, elegir soluciones que sean capaces de proteger los equipos y aplicaciones que se ejecutan en ese CDP, ya sea en equipos físicos, virtuales, en CPDs de la organización o en CPDs de proveedores de infraestructura en la nube. Estamos hablando de soluciones que ofrezcan flexibilidad y se adapten al siempre cambiante CPD. Pero igual de importante es elegir un partner de seguridad que pueda ofrecer soluciones hoy y la seguridad de que mañana podrá adaptar mi seguridad a las nueva tendencias y que seguirán en el mercado”. Por su parte, Emilio Castellote, Director de Marketing de Producto Corp. de la multinacional española Panda Security asegura que “Además del marco legal vigente, es fundamental conocer el grado de aplicación de estas leyes, qué países están sujetos a las mismas, dónde se encuentran las infraestructuras utilizadas para prestar estos servicios y, lo más importante, qué niveles de acuerdo de servicio (SLA) tenemos contratados con los proveedores de servicios. La seguridad en un centro de datos debe recoger tanto los niveles de seguridad físicos de las propias infraestructuras, como los niveles lógicos de control del flujo de información y estar plasmados en un plan de seguridad global amparado por la certificación correspondientemente acreditada por el proceedor en sus infraestructuras y el servicio prestado”.
Cómo pueden los CIOs valorar los beneficios de una solución de consolidación de datos y servidores
En este artículo, Miguel Ángel García, Country Manager Iberia de Riverbed Technology, habla de soluciones de almacenamiento y de cómo pueden satisfacer de forma efectiva las necesidades de las sedes remotas mediante el uso mejorado de los activos TI, menores recursos de TI y una mejor retención y protección de datos.
A principios de 2013, entre sus 10 prioridades de negocio los CIOs mencionaban las siguientes: reducir los costes empresariales, mejorar las aplicaciones e infraestructura de TI, mejorar la eficiencia y mejorar los procesos de negocio (Gartner Executive Program Survey 2013).
Con este telón de fondo, muchos CIOs están centralizando el almacenamiento y el backup en sus centros de datos principales en lugar de mantener el hardware y los datos en las oficinas remotas y sucursales. Esto tiene mucho sentido desde el punto de vista de la simplificación, y aporta un enfoque «práctico» a la gestión de dispositivos, reduciendo los riesgos de seguridad y la complejidad de tener múltiples sistemas de backup y datos dispersos. A esto se añade que empresas con oficinas en localizaciones con poca estabilidad pueden preferir no almacenar nada en ellas por cuestiones de seguridad y riesgo de pérdida de datos.
Claves de Negocio
Sin embargo, un factor clave en la consolidación del almacenamiento en muchos casos es el coste. Las empresas quieren maximizar sus inversiones en almacenamiento en red (SAN) y alcanzar las ventajas del almacenamiento centralizado. La principal de esas ventajas es la reducción del coste de TI mediante la eliminación de la necesidad de adquirir y mantener servidores y almacenamiento locales. Aparece aquí la tecnología de entrega de almacenamiento como nuevo concepto que cubre ese hueco.
Los CIOs van siendo conscientes de que pueden resolver las prioridades del negocio, pero que necesitan atacar primero los procesos claves de TI y transformar el CPD. Como parte de este movimiento, los responsables de TI pueden ampliar la capacidad y llevar los beneficios de un enfoque consolidado a oficinas más grandes y aplicaciones más potentes que antes eran difíciles o imposibles de consolidar.
El cambiante escenario de TI
La consolidación tiene el potencial de permitir a empresas de cualquier tamaño eliminar servidores y datos de las sedes remotas y centralizarlos en el CPD, con otro nivel de seguridad, sin sacrificar la experiencia del usuario. Este nuevo enfoque de arquitectura hace posible centralizar las operaciones de backup y eliminar datos de localizaciones de alto riesgo, a la vez que incrementa la agilidad de respuesta y reduce los costes de gestión de la infraestructura remota. Para tener éxito en el dinámico entorno actual los responsables de TI necesitan agilidad, seguridad y control, mientras que los usuarios demandan rendimiento.
Sirviendo la información adecuada en el momento oportuno y en el lugar preciso, las empresas dan un mejor servicio a sus clientes, toman mejores decisiones y reaccionan más rápido ante cambios del entorno. Estas necesidades a menudo se dan juntas en las oficinas remotas. Así, uno de los aspectos más críticos de los procesos de decisión de TI actualmente es identificar de forma adecuada el lugar correcto donde instalar infraestructura como servidores y almacenamiento. Cuando se consigue enlazar en una solución conjunta las zonas remotas de la empresa con el núcleo del centro de datos es posible centralizar el control, la seguridad y la protección de los activos distribuidos (servidores y almacenamiento) a la vez que se asegura un acceso (o recuperación) rápida de los datos y aplicaciones de los que dependen los usuarios.
Protección de datos
A medida que crecen los volúmenes de datos, las empresas deberían ir desmantelando los sistemas de backup y recuperación de las oficinas remotas para mover las operaciones de protección de datos a la seguridad del CPD, donde pueden aprovechar sus depurados procesos y sistemas, así como el cualificado personal.
Los snapshots son un mecanismo fundamental para garantizar que las operaciones de TI funcionan sin problemas. En los entornos actuales los administradores deben ser capaces de asignar políticas de snapshot horarias, diarias o semanales de forma rápida, para asegurar la protección consistente de los datos aprovechando los sistemas de almacenamiento del CPD.
Además de usarlos para recuperaciones rápidas, muchas empresas utilizan los snapshots como origen del backup a almacenamiento secundario externo, como cinta o almacenamiento en la nube.
Conclusión
Los fundamentos y necesidades de información de las organizaciones cambian constantemente a medida que varían las necesidades de su negocio o de sus clientes.
La consolidación de los sistemas y de la información entre las sedes remotas y los CPDs ha de contemplarse como un proceso continuo e iterativo, de forma que cualquier sistema que se instale, sea remoto o en el CPD, debe conseguir que ese proceso sea más rápido y ligero operacionalmente, ahora y en el futuro.
La clave para conseguirlo es una implantación eficiente de las soluciones, que incluya el ajuste de los procesos relacionados (por ejemplo, el despliegue de aplicaciones y el backup). Una implantación bien pensada ayuda también a extender el uso de la solución a otros grupos de usuarios y a otros servicios. Por último, una implantación sensata facilita la reacción de la empresa ante condiciones de negocio cambiantes o nuevas necesidades de aplicaciones en el dinámico escenario de TI.
¿Cómo elegir el mejor modelo para la gestión del centro de datos?
Por Robert Assink, Director General, Interxion España
Muchas de las decisiones en la vida, nos hacen elegir. Otras vienen dadas y tendremos que amoldarnos a ellas lo mejor posible. En el caso de tener que decidir cuál va a ser la mejor forma de gestionar los sistemas de información de la empresa, habrá que valorar cuál va a ser la necesidad real del negocio. ¿Necesitamos infraestructuras o servicios? ¿Queremos construir o preferimos alquilar? ¿Tenemos más o menos clientes? Estas son algunas variables que determinarán cuál es el tipo de modelo más adecuado para la gestión del centro de datos.
En 2009 Gartner realizaba una clasificación de modelos de gestión de CPD, que todavía es válida y que nos sirve de referencia para responder hoy, cuatro años más tarde, a una pregunta, ¿cómo elegir el mejor modelo para gestionar un centro de datos? En el cuadrante se situaban cuatro aspectos a tener en cuenta: el control propio, el control del proveedor, la inversión y el gasto. Esas cuatro variables determinarán el modelo a seguir por la empresa
En el primer cuadrante, tenemos el modelo de construcción del CPD propio. Este modelo implica un alto coste de inversión y proporciona un gran control propio. En este caso, las compañías que opten por él tendrán no sólo que preocuparse por la inversión inicial, sino también por el coste de mantenimiento y actualización de infraestructuras y tecnología.
Las empresas que opten por este modelo han de saber que aproximadamente en tres años deberán invertir en las infraestructuras para adaptarse a los cambios tecnológicos, lo que incrementará el coste inicial. Como vemos, es el mejor modelo para empresas donde el ahorro no es lo más importante y prefieren centrarse en otros aspectos como el control de sus sistemas. Esta es una de las opciones más utilizadas por la gran banca española.
En el segundo cuadrante, está la opción de alquilar el centro de datos. Se eliminan los gastos de construcción y, por lo tanto, una importante inversión inicial, pero si solo se alquila el espacio técnico, el mantenimiento y la actualización tecnológica seguirán dependiendo de la empresa.
Otro de los modelos es el del data center como servicio, no solo se alquila el espacio físico para el alojamiento, sino también servicios como mantenimiento o soporte técnico. Se reduce la inversión inicial de construir el CPD y su actualización posterior. Se obtiene así un ahorro directo y un gasto flexible y escalable en función de lo contratado, permitiendo ahorros a largo plazo, al comparar con el modelo de construcción del CPD propio.
Bajo este modelo, el número de clientes a los que se brinda servicio en el mismo centro de datos es superior– lo que ayuda a la creación de economías de escala – y se dirige a compañías que necesitan contar con unas infraestructuras de calidad para poder centrarse en su core de negocio, dejando en manos especializadas la gestión de facilities. Normalmente se trata de centros de datos neutrales, independientes de proveedores de TI o telecomunicaciones, que minimizan para el cliente la cautividad con respecto al proveedor.
En el tercer cuadrante, los modelos de gestión corresponden a un mayor control del proveedor, y una menor inversión por parte del cliente.
Nos referimos en este caso a proveedores que se centran en proporcionar servicios de valor añadido y dejan en un segundo plano el espacio técnico (facilities). Su foco de negocio no es vender infraestructura sino servicios, como por ejemplo los proveedores de hosting o de servicios cloud. En ese caso, el cliente va perdiendo control sobre sus sistemas a favor del proveedor.
Como se observa, los distintos modelos de gestión cubren un amplio espectro de necesidades empresariales. Desde los que ofrecen únicamente espacio, hasta los que proporcionan únicamente servicios. La mejor oferta será la que más se ajuste a las necesidades de la compañía, algo que no está en relación con los costes, sino con hacer crecer a la empresa.
¿Recomendaría llevar los datos a un CPD externo?
Colt: Recomendaría escoger la solución que mejor se adapte a su caso. Todo se puede sacar de su propio CPD, La cuestión es hacerlo adecuadamente sea propio o externo (comunicaciones securizadas, LOPD, ITIL, certificaciones, necesidad de nuevas inversiones IT para hacerlo,…). Hay que escogre una alternativa equilibrada y óptima para cada caso
Enterasys: Creemos que no se puede dar una respuesta aplicable para cualquier empresa. Depende de cada empresa, de sus procesos de negocio, de su infraestructura, tamaño, etc.
T-Systems: Sólo si tiene una precisa evaluación de riesgos, normativas y eficiencias que hagan descartar un CPD externo. Con los exigentes requisitos y estándares de seguridad a cumplir, no hay ninguna tipología de datos no recomendable para albergar en un CPD externo.
Interxion: Teniendo en cuenta que nuestro negocio son los CPD neutrales y que confío plenamente en lo que hacemos, recomendaría a cualquier empresa apostar por la externalización para poder centrar sus esfuerzos en su negocio. Todas las aplicaciones y/o sistemas son susceptibles de alojarse en centros de datos externos. Solo aquellos que no son críticos y cuya pérdida no afecta a la marcha de la empresa, pueden permanecer en centros de datos internos. Como término medio, se estima que la externalización del CPD supone un ahorro de unos 700.000 euros en 5 años. Debo recomendar la externalización.
Strato: Actualmente creemos que las empresas no deberían tener mayor problema en utilizar CPDs de terceros mientras que los gestores y administradores de estas instalaciones cumplan estrictamente la legislación vigente y tengan implementadas todas las medidas de seguridad necesarias.
VMware: Cloud Computing no es un destino, si no una forma o un modelo de hacer TI que puede realizarse en un entorno privado, público o híbrido. Este planteamiento destaca la relevancia de las tecnologías que habiliten la posibilidad de trasladar el modelo Cloud Computing a un entorno privado o Cloud Privado, así como la necesidad de facilitar los mecanismos que simplifiquen a las organizaciones la migración de sus cargas de manera flexible y bidireccional a entornos públicos, lo que en VMware denominamos Cloud Híbrida y que es la piedra filosofal de nuestra visión y estrategia. Y que no hace más que facilitar la capacidad de elección a las organizaciones, para que puedan elegir desde el punto de vista de rentabilidad y calidad de servicio dónde les resulta más conveniente ejecutar una determinada carga, y reduciendo la relevancia de la ubicación final de la misma.
NTT Europe: La tecnología hoy en día permite ofrecer cualquier servicio de forma externa con todas las garantías necesarias para la operación del negocio. Nosotros como proveedor de servicios en el centro de datos consideramos que cualquier área – infraestructura, aplicaciones, procesos – puede ser susceptible de ser externalizada en su totalidad o de manera parcial. Las empresas han tendido hasta ahora a externalizar aquellos servicios que son más fáciles de gestionar y que son procesos con capacidad de automatización, los servicios core en ocasiones se mantienen en el ámbito de la empresa. Sin embargo, es cierto que la tendencia es observar el TCO por servicio y valorar las opciones de externalización considerando las sinergias que un servicio externalizado consolidado puede generar.
Panda Security: El mantenimiento de un CPD propio siempre supondrá unos mayores costes de mantenimiento a corto y largo plazo. Esta circunstancia, unida a los niveles de seguridad que ofrecen los CPDs especializados, supone que la opción de implementar estas infraestructuras a nivel interno cada vez sea menos atractiva. Todo ello supone que por muy sensible que sea la información no haya escusa para no utilizar un CPD externo que nos pueda ofrecer mayores garantías de continuidad de negocio y seguridad en general.