La necesidad de migrar parte o el total de una infraestructura IT a la nube ya no es una cuestión discutida para un gran número de empresas que tienen clara la efectividad del Cloud para muchos de los servicios y tareas que abordan en su día a día. Pero afrontar una decisión de este calibre, no es una tarea sencilla y las dudas pueden asaltar a muchos directivos que se preguntan: ¿cómo empezar con un proyecto de estas características?, ¿cuál es el modelo que mejor se ajusta a mis necesidades?, ¿me lo puedo permitir?, ¿es seguro?…
Desde luego, la mayoría de las organizaciones cuentan con servicios IT fácilmente portables y aplicaciones nativas que se pueden migrar a la nube en un «periquete». Otros, en cambio, deben optar por una migración paulatina de las infraestructuras, que no pueden quedarse aisladas en ningún momento. Y, por último, existe un grupo de rezagados que deben empezar de cero.
Lo ideal en todos los casos es disponer de un proceso de optimización Cloud que muestre los modelos de ahorro de costes y una aplicación gradual de los cambios recomendados en tres fases: evaluación, configuración y despliegue progresivo.
Además, no todos los proveedores Cloud son iguales; tienen distintas características y utilizan APIs diferentes, que influyen en la interoperabilidad de sistemas y aplicaciones. Por ello, resulta fundamental conocerlos bien y saber cuál encaja mejor en cada caso.
No todos los proveedores Cloud son iguales; tienen distintas características y utilizan APIs diferentes, que influyen en la interoperabilidad de sistemas y aplicaciones
También se puede evaluar la idoneidad de contar con aplicaciones multi-cloud cuyos componentes se despliegan en diferentes proveedores Cloud (públicos y privados), atendiendo a requisitos no funcionales específicos de cada componente. Así, la aplicación se beneficia de la mejor combinación de servicios Cloud, en función de las necesidades de cada uno de los elementos que la integran. Por ejemplo, una aplicación cuya base de datos tenga unos requisitos estrictos de cumplimiento legal (por el carácter sensible de los datos que maneja), pero que también requiera contar con gran cantidad de recursos de cómputo en momentos concretos, puede combinar servicios cloud de diferentes proveedores para cumplir ambas condiciones.
Pero esa es sólo una derivada más a tener en cuenta, cuando se despliega un proyecto de este tipo. Además, resulta fundamental asegurar una conectividad sólida y sin fisuras, segura, entre datos y aplicaciones, incluyendo herramientas y tecnologías de migración propietarias que trasladen cargas de trabajo a su nuevo destino. O realizar pruebas sistemáticas a las aplicaciones y los servicios Cloud, documentar correctamente los proyectos y formar al personal del cliente en este nuevo entorno.
Todos ellos son aspectos vitales para las organizaciones y no siempre se tienen en cuenta en los planes de migración, con el consiguiente perjuicio, en forma de retrasos o malas implementaciones, para las compañías.
Y, una vez implementada la migración, habrá que asegurarse de que estamos aprovechando con éxito todas las ventajas de rendimiento, escalabilidad y ahorro de costes que el Cloud puede aportar.
Es por ello, por lo que consideramos de especial interés para las empresas contar con un Partner Tecnológico como Econocom que les ayude a rentabilizar sus proyectos tecnológicos pagando solo por los servicios y recursos que utilizan, y siempre bajo el objetivo de alcanzar el retorno de la inversión (ROI) esperado.
